Supercopa (Final) | Real Madrid 2 - Barcelona 5
Sin defensa y sin defensas
El Madrid vuelve a septiembre: falta de actitud y errores infantiles. Pero se le suma una zaga endeble y una palmaria falta de efectivos. Alerta naranja.
El Madrid tiene plantilla suficiente para no protagonizar el rid¨ªculo de Yeda. Esto es as¨ª. Y el Real Madrid tiene un serio problema de efectivos en defensa. Esto tambi¨¦n es as¨ª. Son dos an¨¢lisis coet¨¢neos. Resumen de un expediente que pareci¨® cerrarse por Navidad, pero vuelve m¨¢s que abierto de Arabia. La cuesti¨®n es que ni tanto, ni tan poco. Hay plantilla para hacer mucho m¨¢s, pero eso no debe eclipsar que en defensa, apenas hay defensas. Ancelotti subsiste con Lucas ¨Cquien no escatima sudor, pero no termina de encontrarse¨C en el lateral y con Tchouameni, de central. Y R¨¹diger sin descansos. As¨ª est¨¢n las cosas y as¨ª se las contamos. Recuerdos de septiembre. Mayday.
Porque hay muchas cosas que no tienen defensa, por muchos peros que se puedan detectar. La falta de actitud, como de contundencia en los duelos, sobrepasa diagn¨®sticos. Como los errores de principiante: Camavinga y Vinicius, teniendo amarilla, cometieron dos faltas injustificables; como Rodrygo se equivoc¨® en no finalizar el c¨®rner que propici¨® la contra del 1-4. Son cosas b¨¢sicas. Casi de concentraci¨®n. Tampoco tiene defensa que el Madrid tardase 20 minutos en hacer el primer tiro a puerta desde la expulsi¨®n de Szczesny (sin contar el gol de Rodrygo). Tal vez una remontada era ut¨®pica, pero empujar, creer, estaba al alcance de la mano. Y no lo hizo.
Cinco goles... siete a?os despu¨¦s
Como no tiene defensa el encajar cinco goles, algo que no suced¨ªa desde el 28 de octubre de 2018 (5-1 en el Camp Nou, el partido que sentenci¨® a Lopetegui). O encajar nueve goles en dos partidos contra el Barcelona (0-4 en Liga y 2-5 en Arabia). La defensa es un desastre. Sigue si¨¦ndolo. Y el pron¨®stico no invita al optimismo. Lucas V¨¢zquez derrocha coraje, pero no termina de ocultar las costuras de su tela. Sufre por alto y no termina de ser consistente en los uno contra uno. El Madrid contin¨²a apurando la v¨ªa Alexander-Arnold para enero, pero al no subir su oferta (15 millones), el Liverpool tampoco mueve sus cartas. Aguantar as¨ª hasta julio... es aguantar as¨ª hasta julio.
Expediente Tchouameni
Pero donde m¨¢s aguas se est¨¢ haciendo es en el central derecho. Y ah¨ª, hay un nombre y apellido: Aurelien Tchouameni. ¡°Tenemos que agradecerle, yo lo hago personalmente, porque est¨¢ jugando en una posici¨®n que no es la suya... y lo est¨¢ haciendo por el equipo, mostrando mucho altruismo. Sin quejas. Y haci¨¦ndolo lo mejor que puede. Pero siempre debemos tener en cuenta que no es su posici¨®n, sino que juega ah¨ª por el equipo. Le agradezco mucho todo esto, su esfuerzo. Estamos en un momento de emergencia¡±, contest¨® Ancelotti el 13 de diciembre. El equipo acababa de ganar en Girona y B¨¦rgamo. Campanas al vuelo.
Pero s¨®lo eran los cuartos. Justo ah¨ª, empez¨® una cuesta abajo que empieza a parecer una ca¨ªda libre. Tchouameni no estuvo acertado en Vallecas, sufri¨® ante el Sevilla y lleg¨® con dudas a Arabia, de donde sale muy tocado. Ante el Bar?a, cometi¨® hasta cuatro faltas y no gan¨® ning¨²n duelo, adem¨¢s de protagonizar varias intervenciones de riesgo absolutamente innecesario. Lamine Yamal le rompi¨® con facilidad en el 1-1 y Raphinha le dej¨® atr¨¢s sin apenas sudar en el 1-5. Uno de sus fuertes era lo que aportaba en salida de bal¨®n, pero tampoco lider¨® esa faceta: R¨¹diger acab¨® dando ocho pases m¨¢s. Y si algo le quedaba, que era ese aura de amuleto (el Madrid nunca hab¨ªa perdido con ¨¦l de central), se ha esfumado.
Una zaga desequilibrada
El Madrid no tiene defensa... y apenas tiene defensas. Son dos realidades. No confrontan. Habitan. Ancelotti parece acercarse a su once tipo, pero no termina de dar con la tecla de c¨®mo debe jugar el equipo. Y no le ayuda que el nav¨ªo hace agua. Que Courtois parece haber dejado de parar lo imparable, Lucas V¨¢zquez no acalla el runr¨²n del lateral, Tchouameni se deshace como un azucarillo, con R¨¹diger empieza a haber dentro del club cierto temor a lesiones (pues no descansa) y Mendy est¨¢ muy alejado de ser ¡°defensivamente, el mejor lateral izquierdo del mundo¡±.
La estad¨ªstica habla por s¨ª sola: el 65% de los goles que encaja el Madrid, son por el perfil derecho. La posici¨®n m¨¢s d¨¦bil es el central derecho, con diferencia: por ese espacio han entrado el 52% de los goles, una cifra que se?ala la debilidad de Tchouameni. El cara a cara con Asencio tampoco le ayuda. Ra¨²l ha ganado nueve de los once duelos que ha disputado en ¨¢rea propia, mientras que Aur¨¦lien, ocho de 14. La diferencia entre la banda de Lucas V¨¢zquez y la de Mendy, es de un casi 13%, a un 3%. La zaga est¨¢ desequilibrada.
Autocr¨ªtica
Por si no fuera suficiente, en Yeda no estuvo bien ni Camavinga, aquel que ven¨ªa explotando y acerc¨¢ndose a una de sus mejores versiones. Volvi¨® a ser ese futbolista que se pasa de frenada en lo que a energ¨ªa se refiere, cometiendo demasiadas faltas y propiciando muchas p¨¦rdidas. Inestable. Irregular. No pasa a ser uno el peor equipo del mundo por una noche. El catastrofismo es mal compa?ero. Pero la falta de autocr¨ªtica, tambi¨¦n. Y el Madrid debe hacerla, seguir haci¨¦ndola. Porque es cierto que no tiene defensas, pero lo suyo tampoco tiene defensa.