Simeone y Jo?o F¨¦lix se acercan
La tensi¨®n entre ambos se rebaja en Los ?ngeles de San Rafael. Por primera vez esta semana, el t¨¦cnico felicita, de manera p¨²blica, al jugador por la ejecuci¨®n de un ejercicio.
Las ma?anas de rampa muerden las piernas, pero son bell¨ªsimas a los ojos. El contraluz de la madrugada, esa luz amarillenta que se se posa oblicua sobre todas las cosas. Cuando el autob¨²s del Atleti llega a la orilla del campo de f¨²tbol algo ha cambiado, a¨²n embri¨®n, pero por primera vez palpable, aunque sea apenas nada, el simple aleteo de una mariposa. La l¨ªnea recta que desde hac¨ªa cuatro d¨ªas cruzaba el rostro de Jo?o F¨¦lix amanece menos tensa, por primera vez m¨¢s relajada. En la hora siguiente se comprobar¨¢ que no es lo ¨²nico. En la ma?ana del deshielo, en realidad, corre una ligera brisa fr¨ªa.
Por primera vez desde el lunes se escuchar¨¢n felicitaciones de Simone al portugu¨¦s mientras ejecuta un ejercicio. Cuando los jugadores han salido del autob¨²s hab¨ªa ocurrido ya algo tambi¨¦n por primera vez estos d¨ªas: Jo?o F¨¦lix saluda a los aficionados que gritan su nombre al otro lado de la valla. Un peque?o paso, un gran salto en realidad.
Porque en ese jueves de segundo madrug¨®n y triple sesi¨®n ocurren muchas m¨¢s cosas por primera vez en esta estad¨ªa. Por primera vez, Simeone est¨¢ pendiente y encima de los ejercicios del grupo de Jo?o F¨¦lix y no de otros, como en los d¨ªas anteriores. Por primera vez, Jo?o F¨¦lix sonr¨ªe de manera continua, se mezcla con sus compa?eros con m¨¢s cercan¨ªa. Las estaciones est¨¢n preparadas, cintas por parejas para trabajar el control y la estabilidad, el camino de colchonetas amarillas para los saltos y el equilibrio, los sensores semejantes a los radares de tramo que miden la rapidez con la que los jugadores atraviesan un circuito de aros en el suelo para acabar al sprint. Mientras, se escucha la voz de uno de los ayudantes del Profe, que va recitando los tiempos. El de Jo?o son tres segundos con cuatro cent¨¦simas, uno de los mejores.
El equipo y Jo?o afinan porter¨ªa
A la espalda, la rampa, donde toca ir subiendo de uno en uno y de manera continua antes de plantarse ante las porter¨ªas que se alzan como fauces gigantescas. Esta ma?ana los rojiblancos tienen la punter¨ªa afinada. Comienza Koke el primero, echa a correr, desabrocha el cintur¨®n con peso y controla antes de llegar al ¨¢rea para disparar. Gol. Simeone est¨¢ encima y su voz es clara y sabia, como lo era la escritura de Milan Kundera: ¡°No mir¨¦s la porter¨ªa, mir¨¢ el bal¨®n¡±. Y as¨ª van pasando los chicos. Jo?o est¨¢ en el ¨²ltimo grupo, con Azpilicueta. ¡°Bien, Jo?o, bien¡±, se escucha en Los ?ngeles de San Rafael. Entrenador y jugador parece que han dejado de ser enemigos, algo que en realidad sumar¨¢ m¨¢s que la tensi¨®n de los ¨²ltimos d¨ªas al prop¨®sito que todos tienen, la salida del portugu¨¦s del Atl¨¦tico este verano. Porque si esos gestos de frustraci¨®n y enfado no ayudaban, la escenificaci¨®n del Cholo tampoco lo hac¨ªa, quitarle antes de los ejercicios, dejarle fuera, con Lodi, de un partido de diez contra diez en el que usa a todo el resto de la plantilla... Eso deval¨²a y no enriquece.
Jo?o, lo cierto, es que brilla en todas las sesiones. Con pases, t¨¦cnica y buen hacer. Simeone mastica, traga, traga, mastica. Cuando lo que todo es el trabajo de los remates de cabeza, se vuelve a o¨ªr clara su voz, ¡°Bien Jo?o, bien, bien, muy bien¡±, que ondea como bandera blanca al viento. Cuando acaba la sesi¨®n lo hace con otra primera vez: Jo?o F¨¦lix se detiene a firmar aut¨®grafos a los hinchas. La normalidad viaja en las comisuras de sus labios hacia arriba. La normalidad ha llegado a San Rafael con el deshielo y eso es noticia.