Sergio Ramos est¨¢ ¡°como loco¡± por volver al Sevilla
Seg¨²n El Larguero, el deseo del camero de ponerse la camiseta del club donde se form¨® es firme pese a no contar con el apoyo de la mayor¨ªa de la afici¨®n.
Sergio Ramos ha irrumpido de manera oficial en el verano del Sevilla. Su deseo de volver a Nervi¨®n ha pasado de la esfera privada a la p¨²blica, hasta el punto que en El Larguero se afirm¨® que el camero est¨¢ ¡°como loco¡± por volver a ponerse la camiseta del club en el que se form¨®.
Los problemas para su regreso a casa 18 a?os despu¨¦s de su abrupta salida del S¨¢nchez Pizju¨¢n son de numerosos y variopintos. El principal, el sueldo de Ramos, que pese a que rebajar¨ªa la ficha que percib¨ªa en el PSG se colocar¨ªa junto a Rakitic en el escalaf¨®n de los mejores pagados de una plantilla cuyo coste salarial roza los 200 millones de euros.
Por otra parte, y quiz¨¢s m¨¢s importante, el regreso de Ramos se encontrar¨ªa con la oposici¨®n frontal de la mayor parte de la afici¨®n. L¨®gicamente, a este tipo de situaciones se le pueden dar la vuelta sobre el terreno de juego, pero ha sido precisamente sobre el c¨¦sped donde Ramos ha tenido numerosos y desagradables desencuentros con, especialmente, la grada de Gol Norte. A Ramos no se le perdona la forma de marcharse a un equipo tan odiado en Sevilla como es el Real Madrid precisamente en el a?o del centenario del club. Adem¨¢s, Ramos siempre mostr¨® una extramotivaci¨®n cuando visit¨® el S¨¢nchez Pizju¨¢n, algo que una afici¨®n tan visceral no le perdona. No hay que olvidar que varios sectores del estadio fueron sancionados con la clausura por los insultos a Ramos.
Pero Ramos siente el colof¨®n ideal a su carrera est¨¢ en casa. Y desde la directiva ya se le tendi¨® la mano en varias ocasiones para intentar reconducir la relaci¨®n entre las partes. Esta reconciliaci¨®n en las alturas no ha llegado con el sevillismo de a pie, de ah¨ª que en las oficinas del S¨¢nchez Pizju¨¢n no s¨®lo se hagan n¨²meros, sino que se valoren muchas m¨¢s variables al respecto de una posible vuelta.
Ramos est¨¢ decidido, el club duda y la afici¨®n recela. Las partes no tienen prisa y el culebr¨®n apunta a alargarse.