Ronda, un homenaje a Luis y a sus valores

Legado: ¡°Aquello que se deja o se transmite a los sucesores, sea cosa material o inmaterial¡±. Son las 7:35 de la ma?ana en Madrid. Tambi¨¦n las 7:35 en Ronda (M¨¢laga), en Puente Genil (C¨®rdoba), en Granada, en C¨¢ceres, en Alicante, en Burgos...Daniel Barjola, Jos¨¦ Luis M¨¦ndez y Fernando Camacho se disponen a coger el tren Madrid-Antequera en la estaci¨®n de Atocha. Har¨¢n transbordo, despu¨¦s, en la ciudad malague?a. Viernes. ?ltimo de septiembre. La borrasca del d¨ªa anterior ha escampado y una cazadora ligera parece suficiente amparo. Llevan una mochila y una bolsa de deporte. ¡°Nunca dejes de creer¡±, se lee en la zamarra del primero, ¡°Pe?a Atl¨¦tica Los ?ltimos del Calder¨®n¡±, se aprecia en la del segundo, ¡°Sons of Atleti¡±, grita la del tercero. A 550 kil¨®metros de distancia la noche apura su protagonismo y al sol le quedan minutos para irradiar el desfiladero del Tajo. En su casa, Francisco Jos¨¦ Garc¨ªa, presidente de la Pe?a Atl¨¦tica Cuatro Bandas Tom¨¢s Re?ones, de Ronda, est¨¢ a punto de dar comienzo a algo sin parang¨®n. La localidad malague?a aguarda en silencio, y en el cruce de la Calle Virgen de F¨¢tima con Virgen de la Paloma dos cortinas azules cubren un mosaico al que una inmensa pared rojiblanca da cabida. Enfrente, la pe?a local, todav¨ªa cerrada, destila aroma a d¨ªa grande.

A las 11:09 los tres viajeros de la capital ponen pie en suelo andaluz. Hay m¨¢s. All¨ª ya esperan Eduardo Fern¨¢ndez, presidente de la Uni¨®n de Pe?as, su mujer Mari ?ngeles y el periodista Miguel ?ngel Guijarro, entre otros. Y quedan por venir. ¡°Luis Aragon¨¦s, Luis Aragon¨¦s¡± se escucha entre las pintorescas calles que embocan a la Real Maestranza de Caballer¨ªa de Ronda. A partir de las 12:00, aficionados de distintas partes de la geograf¨ªa espa?ola est¨¢n citados en la Plaza de San Antonio, a escasos metros del nuevo nombramiento, y a lo largo de la ma?ana se ir¨¢n incorporando a la fiesta ronde?a. De San Vicent del Raspeig (Alicante) vienen Nuria y Jos¨¦ Moreno. ?l es presidente de la Pe?a L¡¯Alacant¨ª. Llama la atenci¨®n su personalidad arrolladora y un carisma que le convierte, inevitablemente, en protagonista de la conversaci¨®n. Su agrupaci¨®n es de las m¨¢s numerosas. M¨¢s de 300 hinchas est¨¢n afiliados. Algunos, de fuera de Espa?a. ¡°Tenemos un miembro ruso que ha tenido que huir del pa¨ªs para evitar ir a la guerra, y est¨¢ ahora en Georgia. El t¨ªo es muy del Atleti. Hablo mucho con ¨¦l y ya le he dicho que, en lo que podamos, le ayudaremos. El carnet de esta temporada, al estar los bancos de all¨ª bloqueados, se lo hemos pagado nosotros¡±. Sin intenci¨®n alguna de alarde, sus palabras solo confirman lo que cualquiera que estuviese presente en esa o en otras conversaciones entre pe?istas, afirmar¨ªa. El Atleti, entendido como un modo de vida. Tambi¨¦n en valores. Agarrados, quienes sienten al club como propio, a la bandera de la generosidad y el sentimiento. Con la autenticidad como estandarte. Y Luis en la rec¨¢mara.

Pasadas las 12:00, el ambiente en la Plaza de San Antonio ya es incuestionable. Una barra con comida y bebida por doquier espera a los invitados al fondo, mientras mesas, sillas y banderas rojiblancas completan el espacio. Los amigos se saludan y Sabina inocula tradici¨®n por los altavoces. ¡°Qu¨¦ manera de aguantar, qu¨¦ manera de crecer, qu¨¦ manera de sentir...¡±. La melod¨ªa conquista el o¨ªdo de los presentes como viol¨ªn que, al m¨¢s puro estilo pel¨ªcula parisina, da color al Puente Nuevo. Al tiempo, atl¨¦ticos de todas las edades se funden en risas, abrazos y empujones socarrones. ¡°Qu¨¦ manera de so?ar, qu¨¦ manera de aprender, qu¨¦ manera de sufrir¡±, sigue.

En el centro del meollo se encuentra Fran, moldeando ese d¨ªa sin parang¨®n al que va dando forma con cada abrazo, con cada mirada sincera, con cada sonrisa de satisfacci¨®n, con cada palmada en la espalda. Sus ojos achinados transmiten bondad por los cuatro costados. Casi sin querer. No quiere protagonismo, pero es el culpable de todo. Empieza a contar: ¡°Enfrente de nuestra sede hab¨ªa una plaza sin nombre, as¨ª que yo, de broma, empec¨¦, hace dos a?os, a decirle a mi junta directiva que ten¨ªamos que llamarla Luis Aragon¨¦s. Habl¨¦ con el presidente de la Asociaci¨®n de vecinos de aqu¨ª y lo vio bien, por lo que se puso en contacto con el concejal de participaci¨®n ciudadana de Ronda, Ignacio Alonso, y ya se empez¨® a mover todo¡±.

El pasado 1 de febrero su esfuerzo tuvo recompensa. Tanta, que todos los grupos pol¨ªticos del ayuntamiento local reconocieron su persistencia. PSOE, PP, APR, IU, Ciudadanos y Contigo Ronda aprobaron, de forma un¨¢nime, la propuesta. ¡°Esto viene de mi padre, soy del Atleti por ¨¦l¡±, apunta, en un cuasi homenaje improvisado. Bajando la callejuela que conduce a la nueva plaza, antes de entrar en Virgen de la Paloma, se escucha a nuevos atl¨¦ticos. El bullicio se ha mimetizado nuevamente con el paisaje, y la pe?a local, que antes dorm¨ªa, ahora cobra vida de la mano de quienes se la dan durante el a?o, como en una especie de conjura y puesta a punto antes de reunirse, en la Plaza de San Antonio, a escasos 150 metros de all¨ª, con el resto de la Uni¨®n.

Uno de esos hombres que abajo act¨²an como salvavidas es Juan Lobato, cofundador de la agrupaci¨®n y uno de los m¨¢ximos responsables de la organizaci¨®n del evento. El origen de la pe?a se remonta a su juventud. Y trae de vuelta al otro fundador, Diego Corbacho, que falleci¨® hace a?os pero que hoy, al igual que Luis, est¨¢ m¨¢s presente que nunca. ¡°En aquella ¨¦poca no hab¨ªa sitios para ver los partidos. Diego ten¨ªa un local, un sal¨®n recreativo y, a partir de ah¨ª, empezamos a juntarnos gente del Atleti a ver f¨²tbol. Poco a poco, esto se fue sacando adelante y, con la ayuda de Pol¨¢n, nos asentamos¡±. Juan Francisco Pol¨¢n es otro integrante de la pe?a. Por aquel entonces no lo era. ¡°Vi que no dispon¨ªan de sede, y yo ten¨ªa este local junto al bar que, ya entonces, regentaba. Est¨¢n pared con pared, as¨ª que les ofrec¨ª que lo utilizasen gratuitamente, si ven¨ªan a consumir. Al final, me acab¨¦ afiliando yo tambi¨¦n¡±. Todos coinciden, el proceso fue muy sencillo. En la conversaci¨®n interviene tambi¨¦n Ram¨®n Benito, alias ¡®Menchu¡¯. Madrile?o de cuna, vivi¨® en Ronda una temporada y su v¨ªnculo con la pe?a result¨® tan s¨®lido que, en su vuelta a la capital, fund¨® la Secci¨®n Cuatro Vientos, en colaboraci¨®n con amigos personales. ¡°Si a la Pe?a en s¨ª pertenecen unas 80 personas, en la Secci¨®n somos otras 15. En total, cerca de 100 almas¡±.

Como ¨¦l, otros, tanto de Ronda como del resto de Espa?a. Fran Moreno forma parte de la Junta local. En el mismo barco, hombres como Javier Ram¨ªrez, ¡°Vasco¡± o Juli¨¢n P¨¦rez. De fuera, Mar¨ªa del Pilar N¨²?ez ¡®Piluca¡¯ viene en representaci¨®n de la Pe?a Nunca dejes de creer, de Villalba; Roberto Mart¨ªnez preside la Pe?a Gamonal de Burgos; Antonio Moreno, la G¨¢rate de Granada; Arturo, la Pe?a El 96, de M¨¢laga, junto a Bernardino, vicepresidente. En representaci¨®n de Todos por igual est¨¢ Alonso; de la Pe?a God¨ªn de Majadahonda, Eduardo Fern¨¢ndez; por el lugar se deja ver tambi¨¦n Antonio Jim¨¦nez...Guillermo Bravo, Jos¨¦ Luis Mar¨ªn y Susana Gonz¨¢lez, de la Pe?a Atl¨¦tico de Madrid Getafe, dan alegr¨ªa a la jornada...La lista de nombres es interminable. Pero no rompe la armon¨ªa que un mismo estilo de vida, una misma pasi¨®n y un sentimiento que trasciende fronteras, han creado. Acentos y personalidades hermanados debajo de una camiseta roja y blanca. A kil¨®metros y kil¨®metros de distancia del hogar de muchos. Pero con un firme prop¨®sito: corresponder al legado del Sabio y apoyar a unos amigos, los de Ronda, que hoy lo necesitan. Desde las 12:00 lleva reparti¨¦ndose en la Plaza de San Antonio comida y bebida. A las 15.00 hay paella para todos, y la pe?a ha puesto un bus gratuito del centro al lugar de celebraci¨®n durante buena parte de la ma?ana. La organizaci¨®n es total.

Tras la comida, la familia colchonera se recoge. A las 19:00 se inaugura la plaza y toca descansar. Cuando vuelven, reina la expectaci¨®n. Pasada la media tarde, el presidente Enrique Cerezo hace acto de presencia en el humilde barrio de La Dehesa. Ni?os, mayores, padres, hijos, nietos y abuelos entremezclan miradas de curiosidad con c¨¢nticos atl¨¦ticos. Desde los balcones del edificio de enfrente, vecinos siguen el trascurso del acto. Habla Cerezo, habla Eduardo, habla Fran, habla Soloz¨¢bal y habla tambi¨¦n Mar¨ªa Jos¨¦, hija de Luis. ¡°Despu¨¦s de 8 a?os de que falleciera, esto es una cosa incre¨ªble. Toda la familia est¨¢ muy agradecida. Le mando a mi padre un beso desde aqu¨ª¡±. No lo sabe, pero sus palabras son tan suyas como de Zapatones. De forma natural, el tiempo sigue devolviendo a Luis todo lo que sembr¨®. El cari?o, agradecimiento, lealtad y honradez que le caracterizaban se manifiestan ahora en el trabajo incansable de Fran, en la simpat¨ªa de Juan, en la dedicaci¨®n de Edu, en el reconocimiento de Enrique...

El acto llega a su fin y la cena en el Restaurante Abades es el ¨²ltimo eslab¨®n de la celebraci¨®n. El presidente vuelve a hablar y el buen ambiente gobierna la velada. Los reconocimientos, v¨ªtores, y gestos de cari?o se suceden entrada la noche. Miles de pe?as, a una. En un af¨¢n por reivindicar ese Atleti tan puro como ¨²ltimamente olvidado por algunos. El de la unidad, el del r¨¦cord de abonados durante el segundo a?o en el infierno, el de la final de Copa del 92, el del doblete, el de la Liga en el Camp Nou, el de los c¨¢nticos bajo la lluvia en 2017. El de verdad. Y con Luis como referencia, para responder a la pregunta del ni?o. Pap¨¢, ?por qu¨¦ somos del Atleti? Por d¨ªas como el de hoy.