Rayos y truenos en Cornell¨¤

El Espanyol empez¨® como un torbellino, arrinconando al Rayo Vallecano en su campo, y acab¨® descosido perdiendo el primer partido de la temporada despu¨¦s de un ejercicio de impotencia, especialmente cuando Figueroa V¨¢zquez expuls¨® a Sergi G¨®mez y dej¨® a los blanquiazules con diez en el minuto 30. Los mismos jugadores ten¨ªan los de Iraola desde el minuto 17 por la doble amarilla a Lejeune. Esos truenos levantaron al Rayo, que encontr¨® porter¨ªa por el talento de Isi, esa bestia negra del Espanyol que ha convertido el c¨¦sped del RCDE Stadium en el jard¨ªn de su casa, y despu¨¦s manejaron los tiempos con la calma y la precisi¨®n con el bal¨®n que le falt¨® al equipo de Diego Mart¨ªnez, que atacaba a la inglesa: bal¨®n a la banda y a poner centros.

Y eso que el equipo perico empez¨® el partido como la dinamita, de la f¨¢brica ACME. Los de Diego Mart¨ªnez fueron el coyete en los primeros 30 minutos pero el Rayo Vallecano escap¨® vivo de los dos mini partidos que hubo. El primero, hasta la expulsi¨®n de Lejeune, justa por dos amarillas de manual en apenas tres minutos. Antes de eso, con una presi¨®n al l¨ªmite, el Espanyol tuvo hasta tres ocasiones de ponerse por delante con un Melamed el¨¦ctrico y un Sergi G¨®mez que no atin¨® a cabecear a gol una jugada de estrategia. No pod¨ªan salir los vallecanos con igualdad, menos cuando el Espanyol se qued¨® con uno m¨¢s.

Pero todo vir¨® en el minuto 30 en, a priori, una situaci¨®n intrascendente. Una pugna entre el central perico y Camello que acab¨® con este en el suelo, revolc¨¢ndose. Tumulto, protestas y VAR. Roja a Sergi G¨®mez. El partido volv¨ªa al punto de inicio y el Rayo estuvo m¨¢s sereno y tuvo m¨¢s ideas en ataque. Diego Mart¨ªnez e Iraola movieron ficha. El t¨¦cnico blanquiazul meti¨® a Calero por Melamed mientras que Iraola simplemente cambi¨® de posici¨®n a Ciss. Isi, de falta, evidenci¨® la fragilidad perica en su ¨¢rea. El atacante es un dolor de cabeza siempre que pisa el RCDE Stadium. Su golpeo seco y raso se col¨® tocando el poste pero Cabrera pudo hacer m¨¢s para taponar ese tiro y Lecomte para desviarlo. 0-1, de nuevo a remar. La primera parte acab¨® con hasta nueve minutos de a?adido. Rayos y truenos en Cornell¨¤.

De los tres postes a c¨¢nticos de Ra¨²l de Tom¨¢s

Con un Espanyol menos revolucionado por la fatiga y someti¨¦ndose a un uno contra uno constante, el Rayo llev¨® el peso de la segunda mitad. Le meti¨® anestesia al juego, al trant¨¢n, profundizando por la izquierda y templando por la derecha con Isi hasta que sali¨® del campo en el 57¡ä. El Espanyol acumul¨® c¨®rners y evidenci¨® sus problemas con el bal¨®n, poco capacitado para atacar por dentro, solo por los costados, sin rematadores cuando el juego llegaba al ¨¢rea. El partido estaba m¨¢s cerca del 0-2 que del 1-1. Y ese momento lleg¨® cuando Path¨¦ Ciss marc¨® a placer despu¨¦s de una pared por el costado izquierdo que centr¨® ?lvaro Garc¨ªa. El Espanyol qued¨® ¡®groggy¡¯ unos minutos. Luego sigui¨® remando. Exp¨®sito estrell¨® un bal¨®n en el poste, una estrella fugaz en medio de la oscuridad, como el remate de Puado tambi¨¦n al poste despu¨¦s del servicio de un c¨®rner a falta de diez minutos y otro en el minuto 89¡ä en otro centro a la desesperada. El Espanyol las tuvo de forma aislada, pero ni con esas.

Pese a los cambios, el Espanyol no mejor¨® y el Rayo tuvo aproximaciones para hacer el 0-3 en alguna acci¨®n aislada. Lejos de ser el equipo de Vigo, donde logr¨® igualar un 0-2 en la ¨²ltima media hora de juego, esta vez la dinamita blanquiazul se moj¨® y qued¨® inutilizada. Demasiados rayos y truenos en un estreno para olvidar en un RCDE Stadium que, en la zona de la grada donde su ubica la Juvenil, se core¨® el nombre de Ra¨²l de Tom¨¢s y el resto de la afici¨®n, la mayoritaria, reaccion¨® con silbidos. Cuando llegan las derrotas, los debates se avivan.