Raphinha tiene raz¨®n
Sus dos goles y las dos asistencias que ha dado han llegado en la posici¨®n de extremo derecho. No quiere jugar en la izquierda. Lleva cinco jornadas seguidas siendo suplente.
¡°S¨ª, se lo dije a Xavi. No quiero jugar por la izquierda. Ah¨ª no ayudo al equipo¡±. La incomodidad de Raphinha como extremo zurdo no parece ser un capricho sino algo tan sincero como para decirle al entrenador que prefiere competir con Demb¨¦l¨¦ por un puesto a no darle nada en una posici¨®n que no siente como suya y en la que naufrag¨® de mala manera en Mil¨¢n.
El brasile?o se est¨¢ cargando de razones en el c¨¦sped. Los cuatro goles en los que ha intervenido esta temporada (dos marcados y dos asistencias) han llegado por la derecha. Despu¨¦s de asistir a Lewandowski en el 1-0 contra el Valladolid y marcar en la victoria del Bar?a en Sevilla (0-3), las dos aportaciones m¨¢s decisivas de Raphinha como jugador del Bar?a han llegado en las ¨²ltimas dos semanas. Primero, dio la asistencia del 0-1 de Lewandowski en Valencia en el tiempo de descuento. Y en Pamplona se invent¨® un golazo despu¨¦s de tirar un desmarque espectacular que vio Frenkie de Jong y sacarse de la chistera un cabeza en par¨¢bola que sorprendi¨® a Aitor.
La sinceridad de Raphinha, realmente, juega en su contra. Ha sido suplente en los ¨²ltimos cinco partidos de Liga (contra el Athletic no jug¨®) porque el titular de Xavi en ese puesto es, indiscutiblemente, Demb¨¦l¨¦. Pero el brasile?o no se ve jugando en la izquierda. Contra el Inter se le vio desubicado. Se siente inc¨®modo y, antes que jugar para perjudicar al equipo, ha preferido ser sincero con el cuerpo t¨¦cnico y avisarle de que, antes que ser titular en la derecha, prefiere una competencia sana con Demb¨¦l¨¦ en la derecha y, si es necesario, quedarse en el banquillo.
Al menos, Raphinha se ha ido al Mundial con la cabeza limpia y la flecha hacia arriba. Sus ¨²ltimas actuaciones demuestran, adem¨¢s, compromiso con el vestuario. Ha jugado apenas 82 minutos en cinco partidos. Demasiado poco para un jugador que ha costado 60 millones de euros. Pero Xavi ha tomado buena nota. Gestos as¨ª de jugadores cuando no pasan su mejor ni momento ni tienen un sitio fijo son los que m¨¢s agradecen los entrenadores. Agradecen que se suban al barco.