Ramos es infinito
Con 37 a?os, en su morboso reencuentro con el Real Madrid estuvo en su salsa. Sac¨® un gol, casi marca otro y se las tuvo tiesas con R¨¹diger...


Si Sergio Ramos no existiese, habr¨ªa que inventarlo. En un cada vez m¨¢s encorsetado f¨²tbol, el camero sigue siendo como los purasangres que cr¨ªa en su finca, un animal competitivo. A sus 37 a?os se las apa?¨® para ser protagonista en el morboso reencuentro con el Real Madrid. Se le vio en las dos las ¨¢reas y hasta en el f¨²tbol tanganero, donde sigue siendo un maestro.
¡°Si marc¨® lo celebrar¨¦¡±, avis¨® durante la semana Ramos y no era una bravata. Ten¨ªa en la cabeza, nunca mejor dicho, conseguir un gol. Porque no sabe no competir y porque, como hac¨ªa en el Pizju¨¢n cuando lo visitaba con el Madrid la mejor manera de honrar a sus exequipos es siendo el mejor rival posible. Lo tuvo en el minuto 79, pero Kepa vol¨® para sacar un cabezazo del camero que iba teledirigido a la escuadra.

Ramos, que durante la pandemia se hizo viral mostrando sus habilidades al piano, da casi siempre con la tecla en los partidos de alto voltaje. Rara es la acci¨®n relevante en la que no sale, de una manera u otra, en la foto. Desvi¨® a gol la pelota que supuso el tanto anulado a Valverde en el minuto 4 y, justo treinta minutos despu¨¦s, esta vez salv¨® a su equipo metiendo la pierna en un remate de Alaba que se colaba. Lo celebr¨®, aunque no fuera gol y aunque De Burgos Bengoetxea tampoco se enterase de su proeza, porque decret¨® saque de puerta...
Pero un Ramos que no haga de las suyas en ataque, con esa de Kepa, o en los momentos de tensi¨®n, no es un Ramos completo. Su sangre caliente le impide ver las t¨¢nganas desde la platea. Por ah¨ª le busc¨® las cosquillas a R¨¹diger. En primer c¨®rner saltaron chispas y en otro casi arde el estadio. T¨¢ngana y una de las im¨¢genes del partido: el central andaluz agarrando por los mofletes al tanque alem¨¢n, que entre enfadado e incr¨¦dulo se contuvo para no ganarse una amarilla que le hubiera apartado del Cl¨¢sico...
En todos lados
No s¨®lo apareci¨® en las instant¨¢neas para el recuerdo, su producci¨®n fue cuantificable. Quiso la pelota. Fue el que m¨¢s intervenciones en el juego hizo en el Sevilla (78), igualado con Rakitic, la manija hispalense. Tambi¨¦n fue intensito, en el mejor sentido del t¨¦rmino. Ramos fue el segundo que m¨¢s balones recuper¨® de ambos equipos, s¨®lo superado por Ocampos (ocho). En definitiva, Ramos en estado puro. Pasan los a?os y parece que se cierra el c¨ªrculo de su carrera en Nervi¨®n, pero el camero no cambia. Aut¨¦ntico, le pese a quien le pese, hasta el final.
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