Primer ¡®electroshock¡¯ fallido

Distinto camino, mismo final. Diego Mart¨ªnez se despidi¨® del Espanyol en Montilivi con un 2-1 ante el Girona y con solo un tiro a puerta de Braithwaite, mientras que Luis Garc¨ªa ha debutado con un 1-2 ante el Athletic y con dos tiros a meta en la jugada del gol (tres, eso s¨ª, en vivo y en directo, otra genialidad del dan¨¦s, aunque anulada por el ¨¢rbitro despu¨¦s de revisar el VAR; de eso ya hablaremos). Da igual que el equipo perico juegue directo o intente construir desde atr¨¢s, el resultado de buenas a primeras fue el mismo (¡±no sab¨ªamos c¨®mo jugar¨ªan pero al final sab¨ªamos m¨¢s o menos los jugadores¡±, dijo Valverde), as¨ª como las sensaciones: de una impotencia inicial a un desorden imperante en una segunda mitad en la que los rojiblancos pudieron aumentar la diferencia con ataques r¨¢pidos, principalmente por los costados, mientras que la ¨¦pica le pudo servir al Espanyol para ara?ar un punto. El primer ¡®electroshock¡¯ fue fallido y queda uno menos. Demasiado poco tiempo de entrenamiento para que el efecto Luis Garc¨ªa, que tiene que ver m¨¢s con lo futbol¨ªstico que con lo emocional, se pueda valorar.

La salida de bal¨®n. Cada maestrillo tiene su librillo y Luis Garc¨ªa no tard¨® demasiado en dejar su sello en el Espanyol. A diferencia del pasado, el equipo perico, sin Vinicius y con Gragera, intent¨® sacar el bal¨®n jugado, con un cuadrado formado por los centrales, el propio asturiano y Edu Exp¨®sito, que regresaba al equipo titular desde curiosamente el partido de Copa ante el Athletic del 18 de enero. Pero m¨¢s que darle vuelo al Espanyol le rest¨® altura en su af¨¢n por llegar con m¨¢s claridad a la meta de Unai Sim¨®n. C¨¦sar Montes y Cabrera, con la confianza baja por las ¨²ltimas derrotas, no destacan por encontrar jugadores liberados entre l¨ªneas y por saber interpretar las acciones t¨¢cticas ofensivas, por lo que el equipo perico se atasc¨® ante los silbidos de una hinchada de principos autodefensivos: el bal¨®n, cuanto m¨¢s lejos de la porter¨ªa, mejor.

Actuaci¨®n arbitral desigual. No tiene paciencia la hinchada, que ve a su equipo caer jornada tras jornadas a un final infernal cada vez m¨¢s patente. Tambi¨¦n hay otros principios en un RCDE Stadium que roz¨® los 25.000 espectadores un S¨¢bado Santo, y es la disconformidad con el ¨¢rbitro. En este caso con raz¨®n, porque Mart¨ªnez Munuera no estuvo demasiado acertado al no mostrarle la segunda amarilla a Dani Garc¨ªa por una falta que lo merec¨ªa a Braithwaite, mientras que despu¨¦s le anul¨® un golazo al dan¨¦s por una mano previa de Joselu, cuando Vivian lo ten¨ªa agarrado. Tan incuestionable fue la mano (no intencionada) como que el defensor vasco propici¨® esa jugada con su acci¨®n. Sea como fuere, y sin hallar excusas cuando la producci¨®n de los locales fue escasa, no le ayuda nada a un Espanyol desgraciado en cada acci¨®n e incluso an¨¦mico en lugar de hambriento, como si el paso de los minutos fueran piedras que se van acumulando en la mochila y que generan desaz¨®n. Ni los detalles acompa?an al Espanyol.

Los verdugos pericos. Antes de ese 1-1 ficticio, lleg¨® el 0-1 de Williams. Una jugada de manual en la que el Espanyol fue a presionar sin igualar, a Cabrera lo sacaron de zona y Montes se hundi¨®, mientras que Dani Garc¨ªa habilit¨® de primeras a I?aki Williams, m¨¢s r¨¢pido e inteligente que ?scar Gil, quien perdi¨® tres metros que fueron determinantes para que el internacional ghan¨¦s fusilara a Pacheco. Su hermano Nico, que tuvo que cerrar las redes sociales despu¨¦s de los insultos recibidos tras la eliminaci¨®n ante Osasuna (ya las reabri¨®), se redimi¨® con el 0-2 en la segunda mitad, un tanto que por la est¨¦tica record¨® al de Gabri Veiga ante el Celta. Pacheco sigue en la media de dos tantos por encuentro, mientras que el sistema defensivo present¨® unas fisuras que no se sueldan jornada tras jornada. El Espanyol sigue descosi¨¦ndose.

A la intemperie. En casa del pobre poco dura la alegr¨ªa, as¨ª que los c¨¢nticos de ¡°Luis, Luis¡± recordaron a la gente que cualquier tiempo pasado fue mejor, especialmente cuando, transcurrido el encuentro, algunos jugadores esperaban en mediocampo cabizbajos antes la indiferencia de una afici¨®n que en su mayor¨ªa ya hab¨ªa abandonado el RCDE Stadium. El Espanyol est¨¢ en manos de una idea, la de Luis Garc¨ªa, que necesita un tiempo del que el equipo no dispone y tambi¨¦n de un ¡®electroshock¡¯. Le esperan batallas apasionantes y definitivas ante Getafe, C¨¢diz, Sevilla, Valencia o Almer¨ªa. De golpe, la realidad del equipo ha evaporado el efecto Luis. El Espanyol est¨¢ en la intemperie y fuera hace fr¨ªo. Cada vez m¨¢s. El futuro depende del abrigo de Luis.