¡°Perd¨ª nueve a?os al retirarme: M¨®naco, champagne, ¡®bling-bling...¡±
Desde un hotel de Bucarest, Florin Raducioiu repasa sus a?os en el Espanyol, los ¨¦xitos de la selecci¨®n rumana, su carrera en Mil¨¢n, las ¡°inyecciones¡± que le suministraban en Italia y su dura retirada.
Florin Raducioiu (Bucarest, 1970) no para de enviar audios de Whatsaap, como no paraba de tirar desmarques cuando vest¨ªa la camiseta de la selecci¨®n rumana, de aquel Mil¨¢n de Fabio Capello o del Espanyol de Jos¨¦ Antonio Camacho, club de sus amores. ¡°Me encantar¨ªa viajar a Barcelona e ir a un bar a explicarle mi carrera a los aficionados pericos¡±, comenta. No es un bar, sino un hotel, pero el m¨¢ximo goleador rumano en un Mundial, uno de los pocos que ha jugado en las cinco grandes ligas, tiene la oportunidad de explicar su historia de vida. De la Bucarest comunista en la que goz¨® por televisi¨®n del Mundial de 1982 a marcar goles en Sarri¨¤, el estadio emblem¨¢tico que encumbr¨® a Paolo Rossi. De debutar en la primera divis¨®n rumana con apenas 15 a?os a compartir vestuario con su ¨ªdolo, Marco van Basten; y de las inyecciones de sangre (¡±nos dec¨ªan que eran vitaminas¡±) en el Brescia a sus nueve a?os perdidos en M¨®naco tras la retirada. ¡°Si pudiera volver al pasado, le demostrar¨ªa a mi familia que era un hombre y hubiera trabajado en lo que fuera¡±, sentencia un delantero gigante y un hombre arrepentido, testigo del mejor f¨²tbol de los 90.
-?Qu¨¦ es ahora de su vida?
-Soy comentarista en un programa de televisi¨®n que se llama Euro Center aqu¨ª en Bucarest y hablamos de las grandes ligas europeas. Tengo un ojo en el Espanyol. No puedo olvidarlo. Tengo un gran amigo en el Real Madrid, Antonio Pintus, su preparador f¨ªsico. Lo conoc¨ª en el M¨®naco y he ido algunas veces a Barcelona y otras a Madrid a visitarlo.
-?Pintus ya era un preparador f¨ªsico diferencial cuando estuvo con usted en el a?o 2002?
-Era una persona con muchas cualidades. Sab¨ªa empatizar con el jugador, y eso es importante. Era como un entrenador, entraba en la mente del futbolista y te convenc¨ªa de hacer el trabajo que tocaba. Siempre se actualizaba, miraba lo que se hac¨ªa en otros pa¨ªses y en otros deportes. ?l copiaba ideas. Gran parte del ¨¦xito del Real Madrid seguro que se basa en su estado f¨ªsico.
-Un Madrid que gan¨® la Copa, aspira a la final de Champions pero no ha podido ganar la Liga. ?Ve al Espanyol con argumentos para retrasar el t¨ªtulo del Bar?a?
-Al Espanyol lo he visto con miedo durante toda la temporada; yo prefiero perder atacando como ahora que como lo han hecho casi todo el a?o. Se entiende que eso ocurra ante Barcelona o Madrid, pero el resto de partidos hay que ir a buscar al rival. El Espanyol es un club importante, tiene un estadio, su p¨²blico y muchas expectativas¡ Deben jugar ofensivamente. No ha tenido un estilo, una identidad¡ Siempre ha jugado en funci¨®n del rival.
-?S¨®lo lo ha percibido este a?o o es ya una constante?
-Me da la sensaci¨®n de que el Espanyol tiene complejos, cree que es un club provinciano. El Espanyol est¨¢ en una gran ciudad, pero me parece que su mentalidad est¨¢ cambiando. Hay factores. No s¨¦ lo que piensa el due?o, no s¨¦ c¨®mo compran jugadores, pero deben pensar que pueden estar entre los diez primeros. Pueden construir buenas cosas. Algo est¨¢ mal programado en el Espanyol. ?Si me llaman, en un segundo estoy ah¨ª!
-?Y le gusta este Espanyol de Luis Garc¨ªa pese a los malos resultados y la situaci¨®n l¨ªmite?
-Me gusta su idea de juego y su mentalidad de pelear todo hasta el final. Creo que el Espanyol se va a salvar con ¨¦l. En Sevilla hicieron un buen partido ante un gran rival, no merecieron perder, pero el estadio all¨ª aprieta mucho. El equipo ahora es m¨¢s ofensivo. Cometen errores atr¨¢s, pero ?qu¨¦ equipo no lo hace? Le veo con opciones en el derbi, tienen que jugar como est¨¢n haciendo y a ver esta vez s¨ª les acompa?a m¨¢s el acierto.
-Usted conoce la mentalidad perica de mediados de los 90. ?Vivi¨® los mejores momentos de su carrera en Sarri¨¤?
-Tuve una carrera muy movida. No fui un futbolista f¨¢cil. A veces era imposible trabajar conmigo. Ten¨ªa muchos caprichos. Me gustar¨ªa volver a Barcelona y hablar en un bar con los pericos de todas mis experiencias. Me vienen muchas fotograf¨ªas a la cabeza. No olvido el estadio: Sarri¨¤ era un templo. Recuerdo de peque?o que ve¨ªa en mi casa el Mundial de Italia, con Paolo Rossi, ante Argentina y Brasil en aquel grupo de la muerte. Y era en Sarri¨¤. Esa fue una de las razones de fichar por el Espanyol, ya que ten¨ªa idealizado ese campo. Luego hay otras razones, mi mujer estaba enamorada de Espa?a. Pero de ni?o ya idealizaba Sarri¨¤ y luego marcaba goles donde Rossi lo hab¨ªa hecho en el 82. Fue impresionante. C¨®mo es la vida.
-?A qu¨¦ se refiere cu¨¢ndo habla de que no era un jugador f¨¢cil?
-No era diplom¨¢tico, era impulsivo. Era caprichoso. No me gustaba cuando el entrenador me chillaba. Uno de los pocos que me trat¨® bien, porque me conoc¨ªa de peque?o, fue Lucescu. Tambi¨¦n Camacho. A m¨ª no me gritaba. En el segundo a?o, con los rumores sobre mi fichaje por el Glasgow Rangers empezaron los problemas. El club me quer¨ªa vender, yo no me quer¨ªa ir y todo se estrope¨®. Con quien tuve m¨¢s pol¨¦mica fue con Harry Redknaap. Se han escrito muchas cosas, incluso aparezco en un libro. Era caprichoso, pero no creaba problemas al grupo. Ten¨ªa mucho orgullo y ahora me doy cuenta de que todo se hubiera resuelto con un ¡°ok, m¨ªster¡±. Yo le llevaba la contraria.
-?Por eso no triunf¨® en el Mil¨¢n?
-Comet¨ª un error. Lucescu incluso le dio la raz¨®n a Capello. Jugu¨¦ con la selecci¨®n ante B¨¦lgica, ganamos 2-1, marqu¨¦ y fue clave para conseguir el billete para el Mundial. Volv¨ª a Mil¨¢n con el tobillo hinchado. Casi todos los delanteros estaban lesionados, y yo le dije a Capello que tampoco pod¨ªa jugar. Me equivoqu¨¦, deb¨ª ofrecerme a jugar. ?l no me lo perdon¨®. Ya no jugu¨¦ m¨¢s. Luego hago ese Mundial de Estados Unidos y tuve ofertas, pero el Mil¨¢n no me dej¨® quedarme en Italia.
-?Qu¨¦ se lleva de aquel Mil¨¢n?
-Muchas cosas, pero me quedo con haber estado con Van Basten, que era mi ¨ªdolo. Tengo una foto con ¨¦l en el vestuario de Atenas cuando ganamos 4-0 al Bar?a en la final de la Copa de Europa. Capello no me convoc¨®, estaba en la tribuna. Van Basten era mi compa?ero de vestuario en el Mil¨¢n, aunque ¨¦l entrenaba al margen por su lesi¨®n de tobillo. Estaba siempre nervioso a su lado. No me lo cre¨ªa.
-Antes de jugar en Espanyol y Milan usted lleg¨® a Italia muy joven. ?C¨®mo fue esa adaptaci¨®n a un Calcio lleno de estrellas?
-Ten¨ªa que elegir entre Bari y Anderlecht. El Calcio era muy fuerte. Lucescu me dijo que no firmara por el Bari, que deb¨ªa ir a un pa¨ªs menos fuerte, pero no le hice caso. Fue dif¨ªcil. Sab¨ªa hablar italiano, pero los partidos eran extenuantes. El delantero deb¨ªa marcar, y necesit¨¦ tiempo para acostumbrarme. Descubr¨ª la presi¨®n, la de los compa?eros, la de la gente, la de los medios¡ Eso no lo conoc¨ªa. Hubo momentos en los que estaba muy afectado. Intent¨¦ vestir distinto, comer diferente, pero no pude con la presi¨®n. Fue un aprendizaje. Jugu¨¦ contra Maradona, Klinsmann, Van Basten, Gullit, Batistuta¡ No me lo pod¨ªa creer.
-Usted coment¨®, al hilo de unas declaraciones de Dino Baggio, que en Italia tomaban pastillas o se inyectaban productos antes de los partidos. ?C¨®mo concreta todo lo que se habl¨® de este asunto?
-Todo esto lo he hablado con otros compa?eros. Era normal. Con estas muertes prematuras, como la de Vialli, Dino Baggio se asust¨®. Yo lo que puedo decir es que en cada partido del Brescia nos administraban inyecciones de color rojo, era como sangre. Habl¨¦ con el doctor y me dijo que era un tipo de vitamina para que el m¨²sculo no se fatigara f¨¢cilmente. Era normal tomar ese tipo de cosas. En el Milan recuerdo que hab¨ªa pastillas tambi¨¦n.
TEMPORADA | CLUB | PARTIDOS | GOLES |
---|---|---|---|
1985-86 | Dinamo de Bucarest | 1 | 0 |
1986-87 | Dinamo de Bucarest | 4 | 0 |
1987-88 | Dinamo de Bucarest | 18 | 3 |
1988-89 | Dinamo de Bucarest | 34 | 13 |
1989-90 | Dinamo de Bucarest | 32 | 18 |
1990-91 | AS Bari | 34 | 5 |
1991-92 | Hellas Verona | 34 | 2 |
1992-93 | Brescia Calcio | 32 | 14 |
1993-94 | AC Mil¨¢n | 14 | 4 |
1994-95 | Espanyol | 32 | 11 |
1995-95 | Espanyol | 19 | 5 |
1996-97 | West Ham | 12 | 3 |
1996-97 | Espanyol | 13 | 6 |
1997-98 | VFB Stuttgart | 26 | 4 |
1998-99 | Brescia Calcio | 25 | 4 |
1999-00 | Brescia Calcio | 15 | 1 |
1999-00 | Dinamo de Bucarest | 8 | 1 |
2000-01 | AS M¨®naco | 12 | 2 |
2001-02 | AS M¨®naco | 4 | 0 |
2004 | Cr¨¦til-Lusitanos | 11 | 0 |
-?Pasaban controles antidopaje?
-S¨ª, s¨ª, eran de orina. Todo esto vino a ra¨ªz de las muertes de Vialli y de otros jugadores. Y que muchos se hicieron preguntas sobre lo que nos daban en aquella ¨¦poca. Quiz¨¢s todo ha sido solo una fatalidad o quiz¨¢s se han acelerado procesos debido a aquellos productos. Yo me encuentro muy bien a mis 53 a?os.
-?Y en Ruman¨ªa, Espa?a, Inglaterra, Francia o Alemania, donde usted jug¨®, le daban tambi¨¦n cosas as¨ª?
-No, nunca, solo en Italia. En los otros solo tomabas medicamentos si estabas resfriado.
-Antes de Italia, usted se crio en el Dinamo de Bucarest. ?Por qu¨¦ fue futbolista? ?Qui¨¦n le empuj¨® a ello?
-Siempre viv¨ª en Bucarest. Ruman¨ªa era un pa¨ªs comunista. Mis padres no tuvieron problemas, estaban al margen, siempre lejos de la pol¨ªtica. No eran miembros del partido. Mi vida era la escuela y el f¨²tbol siempre en las calle¡ Gran parte del m¨¦rito fue de mi padre. Fue su sue?o. Era el ¨²nico hijo y el peque?o, y quer¨ªa que fuera futbolista. Me llevaba a los partidos y a los entrenamientos¡ Viv¨ªa a diez minutos en tranv¨ªa del estadio del Dinamo Bucarest. Fui serio en la escuela, en el f¨²tbol¡ Con 15 a?os, gracias a Lucescu, quien era un visionario, empec¨¦ a jugar ya con el primer equipo. Mi sue?o era jugar un Mundial y marcar goles.
-Y lo logr¨®. ?Qu¨¦ ten¨ªa aquella selecci¨®n del Mundial de 1994?
-Ten¨ªamos una gran personalidad. Hagi, Popescu, Dumitrescu, yo¡ Este grupo culmin¨® su obra. Fuimos como la botella de vino que se abre en el mejor momento. Recuerdo que tuvimos una dosis de suerte. Los equipos que no tienen nada que perder son los m¨¢s peligrosos. Fuimos un poco como Bulgaria, que ten¨ªa jugadores como nosotros.
-De Bulgaria se hicieron famosas las im¨¢genes de los jugadores fumando en el hotel en el Mundial de Francia 1998. ?Ustedes tambi¨¦n ten¨ªan esos h¨¢bitos?
-No, aunque hab¨ªa alg¨²n caso concreto. Nuestro portero Prunea s¨ª fumaba, pero nosotros no. Solo beb¨ªamos a veces cerveza. Iordanescu es ahora general del ej¨¦rcito y antes era muy estricto y comunista. El equipo era subordinado y disciplinado.
-?Qu¨¦ se lleva de aquel Mundial?
-No creo que otro jugador rumano me supere en tiempo, con mis cuatro tantos en una sola edici¨®n¡ Pero me quedo con el fant¨¢stico partido ante Argentina, que no lo jugu¨¦ por tarjetas, y el de Suecia, que perdimos en los penaltis. Fue en San Francisco, ante 80.000 personas y en cuartos de final. Lo tuvimos a tocar, nos adelantamos en la pr¨®rroga y perdimos en los penaltis cuando estaba en la mano. All¨ª se vio la diferencia cultural. Los suecos eran fr¨ªos y nosotros est¨¢bamos agitados. Hagi dijo despu¨¦s que era una oportunidad que no volver¨ªamos a tener en cien a?os¡ Espero que no fuera una maldici¨®n como la de Bela Guttman.
-Pues desde 1998 no se clasifican para un Mundial... ?Son ¨ªdolos ustedes en Ruman¨ªa?
-La gente nos reconoce, nos para por las calles¡ Es una gran victoria personal. Los ni?os peque?os me escriben, me saludan, me llaman se?or Raducioui. Es impresionante. Ahora estamos mirando de hacer una pel¨ªcula de los 30 a?os de aquel ¨¦xito.
-?Qu¨¦ hizo cuando colg¨® las botas en el M¨®naco?
-Quiero darle un consejo a los j¨®venes. Han pasado 20 a?os. Ahora todos los jugadores son inteligentes y tienen agentes. Como futbolista, puedes cogerte un a?o sab¨¢tico. Pero despu¨¦s debes tener las ideas claras, porque llega otra vida. ?Qu¨¦ quieres hacer? Ser director deportivo, entrenador¡ No hay mucho m¨¢s. O si no, deja el f¨²tbol y haz otra cosa. No puedes perder mucho tiempo porque te asientas y no quieres hacer nada. Si tienes dinero, crees que va a durar¡ No puedes saber lo que puede pasar. En mi caso, me arrepiento. En M¨®naco estuve nueve a?os sin hacer nada, fueron perdidos. Para m¨ª, como hombre, fue un error. M¨®naco, champagne, ¡®bling bling¡¯¡ Si pudiera volver al pasado, le demostrar¨ªa a mi familia que era un hombre y hubiera trabajado en lo que fuera.
-?Y c¨®mo sali¨® de esos h¨¢bitos?
-Un d¨ªa te das cuenta de que ya no puedes seguir as¨ª. Volv¨ª a Italia y estudi¨¦ para ser entrenador, pero me percat¨¦, pese a tener el t¨ªtulo, que no todos podemos ser Guardiola. No era lo m¨ªo. Hay muchos futbolistas, pero solo unos pocos pueden ser entrenadores, gestionar grupos, resolver problemas... Aqu¨ª en Bucarest entr¨¦ en la televisi¨®n y estoy muy contento.
-?Le da la sensaci¨®n de que con otro car¨¢cter hubiera tenido una carrera a¨²n mejor?
-Hubiera sido otro, hubiera tenido una carrera m¨¢s completa, seguro. Muchas energ¨ªas las perd¨ª por tonter¨ªas. Nadie es perfecto, pero me falt¨® ser m¨¢s diplom¨¢tico. Tendr¨ªa que haberlo gestionado diferente, quiz¨¢s por eso ahora soy una persona distinta.