&Mute* en el Bernab谷u
Desde la cancelaci車n de los conciertos, el club ha bajado tanto el volumen de la megafon赤a, que cuesta escucharlo. Se interpreta como una iron赤a.
Ruido, el justo. Alineaciones, himno y lo que desprendan los aficionados. Pero poco m芍s. As赤 es el Bernab谷u desde la cancelaci車n de los conciertos, el pasado viernes (14 de septiembre). Cuando la movilizaci車n vecinal por las molestias que ocasionaban los conciertos llevaron el asunto a altas instancias y, desde ellas, a posponer todo, m赤nimo, hasta marzo. Un varapalo, un golpe bajo. El Real Madrid, casualmente desde ese d赤a, ha bajado el volumen de su megafon赤a hasta rozar el m芍ximo. Cuesta o赤r algo. Ese es el nivel. Y as赤 est芍n las cosas.
Dentro del club no se dan explicaciones sobre el asunto, lo que lleva a entender que se trata de un gesto ir車nico. Porque a nivel legal no habr赤a ning迆n problema en mantener los decibelios que se estaban emitiendo, hasta ahora, en d赤as de partido; pues son los de siempre. Puntuales y controlados. Pese a ser el mismo escenario, el club ha decidido bajar el dimmer del volumen. Y much赤simo. Ya pas車 la noche del Stuttgart. Y noche, bis.
Ni al speaker
Durante el calentamiento la m迆sica estuvo a un volumen irrisorio. S赤 subi車, considerablemente, tanto en las alineaciones como en el momento del himno. Pero c*est fini. A partir de ah赤, los altavoces se volvieron a quedar casi en silencio. Pr芍cticamente nada de sonido durante las publicidades del descanso y, cuando el speaker publicitario agarr車 el micr車fono para dirigirse al estadio durante un espect芍culo en el descanso, este estaba tan bajo que, al principio, directamente ni se le escuchaba.
En los minutos previos al inicio de la segunda parte sonaron algunas notas musicales: Karol G y su &si antes te hubiera conocido*. Si el tema le invita a subir el volumen, no es apto para ocupar la cabina del Bernab谷u. Porque el responsable de la misma, mientras la canci車n ya sonaba a un volumen notablemente bajo, decidi車 bajarla a迆n m芍s. El efecto era palpable. Tampoco hay intenci車n de esconderlo. Salta a la vista. La conclusi車n es que, desde la cancelaci車n de los conciertos en el Bernab谷u, este apenas suena. Su megafon赤a roza el mute. Y no es ni casualidad, ni un despiste: sino algo a prop車sito.