Morata o c¨®mo pasar por el cielo y el infierno en un solo verano
El delantero habla con franqueza de su salida del Atleti, esa que sucedi¨® tras alzar el t¨ªtulo de campe¨®n de Europa con Espa?a mientras su vida se tambaleaba en lo emocional. ¡°Cuando no est¨¢s bien, quiz¨¢ tomas decisiones equivocadas¡±, dijo en El Larguero.
El verano pasado fue, en realidad, el m¨¢s duro en la vida de ?lvaro Morata. Y eso que el futbolista cumpli¨® un sue?o, quiz¨¢ el m¨¢s grande que ten¨ªa cuando era un ni?o y comenzaba a darle patadas a un bal¨®n en el Campus de la Fundaci¨®n Atl¨¦tico de Madrid con Koke y De Gea, entre otros: ganar una Eurocopa para su pa¨ªs. Esa de 2024, en Alemania. Y como capit¨¢n, adem¨¢s. Pero mientras eso suced¨ªa, mientras alzaba el trofeo al cielo del Olympiastadion de Berl¨ªn bajo una lluvia de confeti, por dentro algo le part¨ªa, le estaba reconcomiendo. En las espinilleras llevaba el escudo del Atleti y ese era el t¨ªtulo que iba a levantar como rojiblanco, aunque no fuese con el Atleti, porque la decisi¨®n estaba tomada: iba a regresar a Mil¨¢n, a Italia, el pa¨ªs de su mujer, Alice, aunque en ese momento su vida en casa se estuviera resquebrajando. La decisi¨®n en realidad ser¨ªan dos: marcharse del Atleti, el club de su vida y de su coraz¨®n aunque el f¨²tbol le hubiese llevado por muchos otros, incluido el gran rival, el Real Madrid, y separarse de su esposa. Seis meses despu¨¦s habla con cierto arrepentimiento para El Larguero desde la concentraci¨®n con la Selecci¨®n en este par¨®n de marzo. Por esa decisi¨®n a la que ya no puede darle marcha atr¨¢s. El irse del Atl¨¦tico.
¡°Creo que en verano deb¨ª pensar mejor las cosas. Si irme o no¡±, comenz¨® diciendo. ¡°Cuando no est¨¢s bien, tomas decisiones equivocadas¡±, a?adi¨®. Un no estar bien envuelto en muchas cosas: la situaci¨®n familiar, los aullidos de las redes que, a veces, incluso, deb¨ªa soportar en la vida real. ¡°Pero sali¨® esa oportunidad (la de fichar por el Milan) y el m¨ªster (Paulo Fonseca) me llamaba cada d¨ªa. Necesitaba sentirme querido y valorado. Mirando para atr¨¢s, no supe ver que el Cholo tambi¨¦n me valoraba y me quer¨ªa¡±, continu¨®. ¡°Si pudiese dar marcha atr¨¢s, seguramente no tomar¨ªa la decisi¨®n. No supe ver la realidad. En el Atleti hab¨ªa cada vez m¨¢s gente que me quer¨ªa y hab¨ªa conseguido entenderme¡±, explic¨®. Unas palabras en las que puede tocarse lo mal que el futbolista lo pas¨® en sus ¨²ltimos meses como rojiblanco, a pesar de que ganar un t¨ªtulo con el Atleti era lo que m¨¢s deseaba como jugador de club. Y as¨ª lo reconoci¨® el mismo, en un post en sus redes sociales durante la misma Eurocopa. Aunque en ese momento su cabeza ya estuviera deshojando la margarita.
Porque si Morata fallaba, un mill¨®n de memes llenaban las redes con su foto. Porque si Morata ca¨ªa en fuera de juego, eran un trill¨®n. Morata siempre en el foco, Morata siempre de meme. Ese Morata que es quiz¨¢ el futbolista con el coraz¨®n m¨¢s grande que haya pisado un vestuario de f¨²tbol. Qui¨¦n lo prob¨® lo sabe, qui¨¦n lo prob¨® lo cuenta. Compa?eros, trabajadores de clubes y de la FEF, cada persona cerca. Morata, siempre el primero para ayudar. Con los chavales de la cantera, en los actos solidarios, en los actos a secas, en lo que hubiese que hacer. Morata, siempre para todos, como en el campo. Simeone, y el resto de sus compa?eros en cada equipo en el que ha jugado (Getafe, Madrid, Juve, Chelsea, Milan...), siempre destacan de ¨¦l el inmenso trabajo que realizaba en la hierba, faj¨¢ndose con los centrales rivales, abriendo espacios para los dem¨¢s. Su marcha fue tremendamente sentida por sus compa?eros. Morata es de esos futbolistas que cohesionan, que suman, sobre los que construir siempre. Quiz¨¢ el triunfo de la Selecci¨®n en la Eurocopa tambi¨¦n se debiera a ello. A Morata. Luis de la Fuente ten¨ªa un capit¨¢n que no pod¨ªa ser un mejor ejemplo de humanidad y sensibilidad.
Una sensibilidad que a ¨¦l en su interior le pasaba factura, le minaba, le mord¨ªa, a veces de manera insoportable. ¡°Cuando t¨² tienes momentos duros de verdad, depresi¨®n, ataques de p¨¢nico... Da igual el trabajo que hagas, la situaci¨®n que tengas en la vida... Tienes una persona dentro que tienes que luchar contra ella todos los d¨ªas y todas las noches¡±, reconoc¨ªa en octubre en una entrevista con Alberto Herrera en la Cope. Algo que le empuj¨®, tambi¨¦n, a hacer la maleta y alejarse de lo que viv¨ªa, partido a partido, jornada a jornada. ¡°Para m¨ª era lo mejor irme de Espa?a porque lleg¨® un momento en el que no lo pod¨ªa soportar. En Espa?a me cuesta mucho ser feliz. Al final siempre sale algo por alg¨²n lado. El otro d¨ªa por hacer un gesto a los periodistas, simplemente de silbar, un gesto que pens¨¦ que se iba a quedar entre nosotros, pues alg¨²n periodista lo subi¨® y...¡±. Otra vez las redes, llenas de ruido y de odio. Uno de los momentos m¨¢s cr¨ªtico fue cuando el 16 de abril de 2024, en la vuelta de los cuartos de final ante el Borussia Dortmund, nada m¨¢s comenzar el partido (la ida hab¨ªa terminado 2-1 en el Metropolitano) err¨® un mano a mano claro. Un fallo del que ¨¦l mismo ya no regresar¨ªa. Cambiado al descanso le siguieron d¨ªas muy dif¨ªciles y negros, con fantasmas aullando en su propia cabeza que se le manifestaron en agudos dolores en el nervio trig¨¦mino, que afecta la musculatura de la masticaci¨®n y sensibilidad sensitiva.
Esos dolores, esos fantasmas o los insultos que hab¨ªan traspasado las redes y recib¨ªa algunas ma?anas, en algo tan sagrado como es un padre con sus hijos a la puerta de un colegio, mientras lo llevaba o recog¨ªa. ¡°No s¨¦ qu¨¦ me pasaba. Es muy delicado y en ese momento te das cuenta de que lo que m¨¢s te gusta en el mundo es lo que m¨¢s odias. Me daba verg¨¹enza estar con mis hijos. Siempre que sal¨ªa con ellos ten¨ªa alg¨²n episodio. La gente les preguntaba sobre f¨²tbol o algo que hab¨ªa pasado en los partidos anteriores¡±, coment¨® al respecto, en la Cope. ¡°Lo pas¨¦ muy, muy, muy mal, explot¨¦ y hab¨ªa un momento en que no me pod¨ªa abrochar las botas, cuando me las abrochaba me iba corriendo a casa, se me cerraba la garganta, empezaba a ver borroso y es dif¨ªcil...¡±, a?ad¨ªa entonces. El final era inevitable. Aunque Koke quer¨ªa que se quedara, aunque Simeone tambi¨¦n, aunque Miguel ?ngel Gil lo mismo. Aunque todo el mundo le dijera eso: ¡°Morata, qu¨¦date¡±. El final deb¨ªa ser ese. Cortar la cinta con Espa?a y, por ende, el Atl¨¦tico. Irse para volver a empezar en Italia. Un pa¨ªs en el que sent¨ªa que se le respetaba tras su paso por la Juve. Incluidos los ¨¢rbitros.
¡°Simeone me ayud¨® mucho como persona cuando lo pas¨¦ mal¡±
¡°Mi padre y mi agente me dec¨ªan que me equivocaba¡±, ha desvelado estos d¨ªas de aquellos, en su entrevista en El Larguero. Unos pasados que, a pesar de tan duros, tambi¨¦n le acercaron al Cholo. ¡°Cuando lo pas¨¦ mal el a?o pasado, descubr¨ª una parte sensible de ¨¦l, me ayud¨® mucho como persona¡±. En Mil¨¢n las cosas no salieron. La destituci¨®n de Fonseca, su gran valedor y el t¨¦cnico que ponderaba todo su trabajo por y para el grupo, ese que no se revela en las simples y fr¨ªas cuentas solo de goles (seis en 24 partidos), provoc¨® que en enero iniciara una nueva aventura, cedido en principio hasta 2026, en el f¨²tbol turco donde, reconoce en la SER, se siente ¡°querido¡± y es ¡°muy feliz¡±. Lo est¨¢ en un Galatasaray l¨ªder en el que ya lleva tres goles en seis partidos y en el que ha aterrizado con su familia, con Alice y los ni?os, todos juntos de nuevo. Y donde, al poco de llegar, en una entrevista con Marca, reconoc¨ªa que pod¨ªa sumar otro color a sus camisetas de f¨²tbol o a sus sue?os con el bal¨®n, pero que su equipo siempre ser¨ªa solo uno: el Atl¨¦tico. ¡°Empec¨¦ jugando en el Atl¨¦tico y mi padre y mi abuelo me llevaban al Calder¨®n y eso por muchos contratos que tengas, eso no se cambia¡±, reconoc¨ªa, cancelando ya de una vez todos esos memes escupidos por las redes cuando cambiaba de equipo y hablaba del orgullo que sent¨ªa al vestir esos nuevos colores. Con la ilusi¨®n del que comienza algo, con la certeza de que ninguno podr¨ªa posarse de verdad en aquel que le lat¨ªa por debajo de cada camiseta: el rojiblanco.
Cuando Morata se fue del Atl¨¦tico este verano (y acudi¨® al d¨ªa siguiente de la celebraci¨®n de la Eurocopa, af¨®nico, a la concentraci¨®n del Atl¨¦tico en Los ?ngeles de San Rafael, donde el equipo ya preparaba su pretemporada, para decirlo de propia voz y en persona, y despedirse de todos y cada uno de sus compa?eros y trabajadores del club, gesto que le honra y es la foto de su tremenda humanidad) el club rojiblanco, que contaba con su continuidad, tuvo que acudir al mercado para buscarle un sustituto que fue Sorloth. Un fichaje que, seis meses despu¨¦s, ha resultado muy acertado. Un delantero, el noruego, que, aunque no tenga la titularidad, est¨¢ haciendo goles, muchos e importantes (15 y dos asistencias en 39 partidos).
Morata, mientras, sigue siendo el l¨ªder de la Selecci¨®n de Luis de la Fuente, un entrenador que de valores sabe y de qui¨¦nes mejor los representan m¨¢s. Esa Selecci¨®n que en un a?o se enfrentar¨¢ al reto de sumarle a la Eurocopa otra estrella al pecho en el Mundial de Estados Unidos. Ese al que Morata llegar¨¢ con 33 a?os para tratar de alzar tambi¨¦n el trofeo, con su escudo del Atleti en sus espinilleras y, quiz¨¢, otro ¨²ltimo sue?o de f¨²tbol iniciado: pasar los ¨²ltimos a?os de su carrera a 33 kil¨®metros del Metropolitano, en ese Getafe que, cuando era juvenil y sali¨® de la cantera del Atleti, le acogi¨® para que siguiera jugando a f¨²tbol. Y llegara a tocar el cielo de Berl¨ªn en el verano en el que viv¨ªa un infierno.
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