Modric no se rinde
El croata volvi¨® a la titularidad en Vallecas y demostr¨® pundonor por revertir su din¨¢mica. Se gan¨® el halago de Ancelotti: ¡°Ha sido el m¨¢s l¨²cido con el bal¨®n¡±.
Luka Modric no baja los brazos. No lo ha hecho nunca. Tampoco ahora, en la temporada m¨¢s at¨ªpica, y complicada, de su carrera. Las titularidades se han convertido en agujas en un pajar de dudas. Pero cuando la encuentra, Luka sigue tratando de hilvanar f¨²tbol. Como en Vallecas. Sin ser el encuentro m¨¢s brillante, personal y colectivo, el de Zadar fue ¡°el m¨¢s l¨²cido con el bal¨®n¡±. Palabra de Ancelotti, que no escatim¨® en elogios para con el 10: ¡°Ha jugado muy bien, lo ha intentado de todas las maneras. Ha intentado buscar pases, su posici¨®n en el campo fue buena¡±. Tambi¨¦n lo dicen los n¨²meros: fue el jugador que m¨¢s ocasiones cre¨® (tres), m¨¢s centros intent¨® (nueve), m¨¢s regates complet¨® (tres, empatado con Vinicius y Brahim) y el segundo que m¨¢s pases acert¨® en el tercio final del campo (14, por los 21 de Valverde). No se rinde.
El Rayo despert¨® con el penalti de Camavinga. RdT empat¨® un duelo que se te?¨ªa de blanco y ello hizo que la Franja latiera como anta?o. Un impulso energ¨¦tico que complic¨® la vida al Madrid. Desconectado en el tramo final de la primera parte, tambi¨¦n Modric sufri¨® la inhibici¨®n general. Pero fue especialmente en la segunda cuando sac¨® a relucir su pundonor balc¨¢nico. Para revertir la situaci¨®n de su equipo, con mayor o menor ¨¦xito, y la suya propia. Ah¨ª comenz¨® a aglutinar protagonismo, tratando de dinamizar el ataque y buscar verticalidad. De ah¨ª el goteo constante de centros, tanto a bal¨®n parado como a campo abierto. Los regates para romper l¨ªneas. Los env¨ªos filtrados en busca de petr¨®leo cerca de Dimitrievski. S¨®lo Nacho (87) y Valverde (74) superaron las 72 intervenciones de Luka, tambi¨¦n los ¨²nicos que completaron m¨¢s pases que ¨¦l (74 y 60, respectivamente, frente a 44). Vallecas resucit¨® la Liga y Modric, aunque no tuvo el r¨¦dito de otras ocasiones (ninguno de sus env¨ªos fue decisivo), busc¨® con ah¨ªnco que tambi¨¦n sea su propio desfibrilador.
No quiere regalos. ¡°Mi ¨²nica condici¨®n para quedarme era que me trataran como un jugador competitivo, como lo he sido hasta ahora, y no que me mantuvieran en la plantilla bas¨¢ndose en m¨¦ritos pasados¡±. Lo afirm¨®, contundente, en septiembre. En un par¨®n de selecciones, convirtiendo a Croacia en su altavoz. Ah¨ª empezaban a tensarse las orejas del lobo. ¡°Despu¨¦s de todo en mi carrera, en la que no estoy seguro de haber estado en el banquillo durante tres partidos seguidos, esa sensaci¨®n me resulta especialmente extra?a¡±. Lo que era una anomal¨ªa se ha convertido en cotidiano. Entre el derbi ante el Atleti, el partido contra el Girona y la visita a Leipzig, 36 minutos. Porque los 87¡ä de Vallecas no son lo habitual. Las lesiones de Tchouameni y Camavinga a final de 2023 dibujaron una tierra de oportunidades, pero la normalidad expone que es el 15? jugador m¨¢s utilizado de la plantilla (1.461¡ä, para un gol y seis asistencias). O lo que es lo mismo, s¨®lo Alaba (lesionado en diciembre), Fran Garc¨ªa, Brahim (al alza), Lucas V¨¢zquez, Ceballos y Arda G¨¹ler, am¨¦n de Militao y Courtois, est¨¢n por debajo. Y eso le har¨¢ pensar.
¡°Soy consciente de que tenemos mucha competencia en el mediocampo, que estos j¨®venes son jugadores de primer nivel¡±, dec¨ªa entonces. No le falta raz¨®n. Son 38 a?os (39 el 9 de septiembre), ante los 25 de Valverde, los 24 de Tchouameni, los 20 de Camavinga, los 20 de Bellingham... y los 34 de un Kroos con m¨¢s carrete del que ¨¦l mismo vaticinaba (¡±Me sorprende m¨¢s mi cabeza que mi cuerpo¡±). Modric entra una vez m¨¢s en la zona Cesarini de su contrato, pero la situaci¨®n respecto a a?os anteriores, el pasado sin ir m¨¢s lejos, se antoja ant¨®nima. La decisi¨®n ser¨¢ suya y no del Madrid, pero Modric quiere jugar. Lo demostr¨® en Vallecas, que le despidi¨® con una ovaci¨®n cerrada. Si es la ¨²ltima o no depende de Luka... y de las oportunidades que le d¨¦ Ancelotti en las etapas de alta monta?a.