Mingueza sostiene a Ben¨ªtez

Rafa Ben¨ªtez salv¨® el primer match-ball de la temporada. Y lo hizo adem¨¢s gracias a un futbolista al que reconvirti¨® esta temporada, como es ?scar Mingueza, un jugador que ya no es defensa, ahora es extremo. El catal¨¢n dec¨ªa hace unos d¨ªas que necesitaba aportar goles y asistencias en ese nuevo rol y ha tardado poco en cumplir. Un latigazo desde lejos toc¨® en el poste antes de echarse a dormir en la red. Fue la ¨²nica forma de batir a Maximiano, muy inspirado durante todo el partido.

El Celta fue a por el partido desde el inicio, apropi¨¢ndose del bal¨®n nada m¨¢s escuchar el pitido inicial, algo inusual durante esta temporada. El control del esf¨¦rico, no obstante, fue m¨¢s un arma defensiva, para evitar los ataques del Almer¨ªa, que ofensiva, incapaces de construir ocasiones en jugada durante toda la primera parte. As¨ª, las oportunidades de gol llegaron a bal¨®n parado, con Fran Beltr¨¢n ejerciendo como lanzador. Starfelt fue el primero en avisar, con un buen testarazo que se march¨® ligeramente desviado.

La pizarra funcion¨® a la perfecci¨®n a los veinte minutos. O mejor dicho, casi a la perfecci¨®n, porque el gol de Bamba a los veinte minutos acab¨® siendo anulado en el VAR debido a un fuera de juego en el inicio de la acci¨®n, cuando De la Torre le devuelve el bal¨®n a Beltr¨¢n y ¨¦ste, que ven¨ªa de sacar el c¨®rner, est¨¢ ligeramente adelantado. Eso anul¨® todo lo que sucedi¨® despu¨¦s. Anul¨® el genial pase de Mingueza hacia De la Torre y la dejada del americano para que Bamba empujase a placer a la red. Ben¨ªtez jur¨® en arameo desde el banquillo. Est¨¢ claro que la suerte no est¨¢ de su lado este a?o.

El Almer¨ªa estuvo muy ap¨¢tico durante todo el primer acto, pero roz¨® el gol con una extraordinaria arrancada de Bruno Langa. El lateral enfil¨® con potencia el ¨¢rea rival y dispar¨® desde lejos. El bal¨®n se estrell¨® en el poste y el mozambique?o tuvo una segunda oportunidad en el rechace, pero dispar¨® fuera con Guaita en el suelo. La primera parte termin¨® con el susto de Luka Romero, golpeado en la cara por su compa?ero Marc Publill. El argentino tuvo que ser trasladado en ambulancia en hospital para ser atendido por un desplazamiento en la mand¨ªbula.

La segunda parte empez¨® igual que transcurri¨® la primera, con el Celta monopolizando el bal¨®n y generando peligro a bal¨®n parado. Maximiano tuvo que emplearse a fondo nada m¨¢s volver de los vestuarios para atajar un cabezazo de Starfelt. Los vigueses eran incapaces de hacer sufrir al Almer¨ªa y Ben¨ªtez decidi¨® mover el ¨¢rbol con un cambio que encendi¨® a Bala¨ªdos. La grada no entendi¨® que quitase a un delantero con empate a cero y enton¨® el ¡®Ben¨ªtez, vete ya¡¯.

La jugada que desbloque¨® el partido lleg¨® poco despu¨¦s, cuando Langa atropell¨® a Bamba en un ataque prometedor y S¨¢nchez Mart¨ªnez le mostr¨® la roja. La decisi¨®n fue controvertida, pero el VAR no le recomend¨® revisarla en el monitor a pie de campo, por lo que el lateral mozambique?o tuvo que abandonar el campo, dejando a su equipo con diez. Y cuando Garitano estaba todav¨ªa ubicando a los suyos sobre el c¨¦sped, lleg¨® el disparo de Mingueza que tumb¨® al Almer¨ªa. El tanto salva a Ben¨ªtez y hunde al Almer¨ªa, virtualmente descendido a Segunda Divisi¨®n.

Los vigueses quisieron aprovechar la superioridad num¨¦rica para marcar el segundo y no temer a los fantasmas de los ¨²ltimos minutos, pero Maximiano le gan¨® la batalla a Larsen. El noruego estuvo a punto de firmar un golazo despu¨¦s de driblar a dos adversarios dentro del ¨¢rea, pero apareci¨® el pie milagroso del portero portugu¨¦s. En el ¨²ltimo minuto se midieron de nuevo y volvi¨® a vencer el meta visitante, que evit¨® el tanto del punta celeste tras un gran cabezazo.

A pesar de los nervios por los precedentes m¨¢s cercanos, el Celta no sufri¨® en los ¨²ltimos minutos y logr¨® una victoria que supone una bombona de ox¨ªgeno. El Almer¨ªa, por su parte, queda pr¨¢cticamente sentenciado, con remotas opciones de salvar la categor¨ªa, pues tiene la permanencia a quince puntos y s¨®lo quedan 33 en juego. Una misi¨®n totalmente imposible