Miedo al Sampaolismo

De Casilda (provincia de Santa Fe, Argentina) a Montevideo (Uruguay) hay 672 kil¨®metros en carretera. Ocho horas de viaje aproximadamente durante las que hay que cruzar la frontera por el Puente General San Mart¨ªn, sobre el r¨ªo Uruguay, y luego dirigirse al sur por la Ruta 2 y la 1 pasando por Mercedes, Cardona, Nueva Helvecia y Ciudad del Plata antes de llegar a la capital charr¨²a. Este s¨¢bado por la noche las dos lejanas localidades confluyeron hasta quedar (mal) hermanadas en el Nuevo Mirandilla de C¨¢diz como a veces hermana el f¨²tbol, esa materia inexplicable. De manera m¨¢gica, pues f¨ªsicamente no se parecen en nada, el montevideano Diego Mart¨ªn Alonso L¨®pez comienza a recordar al casildense Jorge Luis Sampaoli Moya.

Dos goles ¡®regalados¡¯, por una tozudez extrema en la salida del bal¨®n desde el portero, condenaron al Sevilla a ponerse ampliamente por detr¨¢s y no conseguir luego pasar del empate en C¨¢diz, en el que era el tercer encuentro de la era Diego Alonso, el primero fuera de casa. El entrenador uruguayo suma su segunda igualada en dos partidos ligueros, adem¨¢s de haber perdido ante el Arsenal en Champions, y las buenas sensaciones que el equipo dej¨® ante el Real Madrid y los gunners se disipan para que una duda tenebrosa, ahora que llega Halloween, asome por las mentes de los sevillistas: ?habr¨¢ vuelto su equipo a los vicios del ¡®sampaolismo¡¯?

El entrenador argentino asom¨® por Nervi¨®n hace poco m¨¢s de un a?o en sustituci¨®n de Julen Lopetegui. La insistencia en sacar la pelota desde atr¨¢s contra viento y marea cost¨® al equipo nervionense varios disgustos y muchos puntos. Cinco victorias, cinco empates y 9 derrotas ligueras alumbraron al Sevilla de Sampaoli en ¨¦sa, su segunda etapa en Nervi¨®n: de la primera, durante la 16-17, hay bastantes mejores recuerdos porque lleg¨® a pelear LaLiga y qued¨® cuarto en la tabla al final, tras desinflarse totalmente a partir del mes de febrero. Extra?as decisiones en las alineaciones y tambi¨¦n a la hora de hacer los cambios acabaron por cavar el a?o pasado la tumba del t¨¦cnico de Casilda, al que el Sevilla decidi¨® sustituir en el par¨®n de marzo por una especie de ant¨ªtesis futbol¨ªstica, a la b¨²squeda entonces de la permanencia en Primera Divisi¨®n.

Llegaron entonces Jos¨¦ Luis Mendilibar y su f¨²tbol directo. El de Zaldibar se estreno en C¨¢diz, precisamente, con un 0-2 en el que se comenzaban a descubrir las primeras se?ales de su pragmatismo. Mucho menos ¡®suicida¡¯ en la presi¨®n que esta campa?a, por lo menos la mayor parte del tiempo, el t¨¦cnico vasco logr¨® cinco triunfos en sus primeros 7 partidos ligueros para evitar el descenso y luego elimin¨® a Manchester United y Juventus para ganar la S¨¦ptima Europa League en la final de Budapest, ante la Roma. Las burbujas y el amor se evaporaron: de sus ¨²ltimos 16 partidos como sevillista, incluidos los ¨²ltimos de la pasada campa?a, Mendi s¨®lo fue capaz de vencer en dos. Y eso no hay entrenador que lo resista.

Diego Alonso no gan¨® todav¨ªa ninguno, aunque es verdad que ha vivido un inicio dur¨ªsimo, contra el l¨ªder de LaLiga y el segundo clasificado de la Premier League antes de visitar el Nuevo Mirandilla. El comienzo y el final del partido ante el C¨¢diz recuerdan sin embargo a aquella ¨¦poca rocambolesca del sampaolismo. Falta de ritmo y empecinamiento en arriesgar la pelota al comienzo y escasez de ideas tras unos cambios finales que en vez de alimentar cortaron de ra¨ªz lo que parec¨ªa una buena reacci¨®n. Jugar con dos delanteros no ayud¨® a atacar m¨¢s, sino que apag¨® el control de juego del Sevilla, que casi no tuvo ocasiones en los minutos finales. Demasiado desorden en el campo y, como consecuencia, la vuelta a un escepticismo que durante los ¨²ltimos meses se hace perenne en la grada de Nervi¨®n: ?se habr¨¢ equivocado de nuevo el club a la hora de elegir un entrenador?

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