Mbapp¨¦, cuesti¨®n de estado

El Madrid se ha dejado cuatro puntos en las tres primeras jornadas de Liga y sus dos principales estrellas, Vinicius y Mbapp¨¦, s¨®lo han conseguido marcar un gol... de penalti. Pero es el franc¨¦s el peor parado por la cr¨ªtica, siendo el fichaje de relumbr¨®n que ha generado tantas expectativas. Del mismo modo que en Varsovia, con s¨®lo seis entrenamientos en sus piernas, encontr¨® la red contraria, en Liga su arranque da, al menos, para que se haya generado cierto runr¨²n. Un ruido apoyado en datos: cero goles, cero asistencias y 17 disparos, el que m¨¢s de las cinco grandes Ligas. En el club, a todos los niveles, en cambio, cierran filas en torno a su jugador franquicia.

Seg¨²n ha podido saber AS de fuentes de toda solvencia, hay una fe ciega e inquebrantable, tanto a nivel institucional como por parte del cuerpo t¨¦cnico, en la figura de la estrella francesa y en lo que terminar¨¢ mejorando al equipo. A nivel interno, como club, el viaje de regreso de Gran Canaria sirvi¨® para hacer una radiograf¨ªa de la situaci¨®n. El respaldo a Mbapp¨¦, en este sentido, es absoluto. ¡°Es el mejor, sin discusi¨®n¡±, se lleg¨® a escuchar en alg¨²n corrillo. Y desde el presidente hasta el ¨²ltimo suplente del vestuario, desvela esta fuente interna de la entidad, cierran filas en torno a Mbapp¨¦ y entienden su rol jer¨¢rquico en el proyecto.

En otro plano, el del cuerpo t¨¦cnico, s¨®lo se pide un poco de tiempo para terminar encajando a Mbapp¨¦. Lejos de considerarse un problema, existe la certeza de que con la llegada de la estrella el Madrid se coloca en un pelda?o superior a¨²n al que ya estaba, y que eso permitir¨¢ alcanzar las m¨¢s grandes cotas deportivas. ¡°Mbapp¨¦ no es el problema¡±, resumen. Y ya se trabaja en otras l¨ªneas de actuaci¨®n que el propio Ancelotti esboz¨® a¨²n en las entra?as del Estadio de Gran Canaria: intentar activar otra vez al equipo para que corra tanto como el de la temporada pasada, juntar l¨ªneas sobre todo cuando la defensa se posiciona en bloque medio, dar mucha m¨¢s velocidad al bal¨®n tanto en las transiciones r¨¢pidas como en las est¨¢ticas... Pero en ese diagn¨®stico, desde luego, no aparece Mbapp¨¦ ni su encaje como una de las causas del mal arranque.

El caso de Zidane en 2001.

De vuelta al nivel institucional, desde dentro del Real Madrid a¨²n recuerdan lo sucedido con Zidane en 2001, cuando lleg¨® desde la Juventus por 72 millones de euros. El Madrid empez¨® aquella Liga con derrota, empate y derrota frente a Valencia, M¨¢laga y Betis sucesivamente. El Bernab¨¦u incluso lleg¨® a pitar con contundencia a Zizou. Fue algo fugaz y pasajero, pero significativo. Del Bosque dio pronto con la tecla para ubicarle en un 4-2-3-1 asim¨¦trico en el que Zidane part¨ªa desde la izquierda y se iba al centro para dejar que subiera Roberto Carlos. Y marc¨® una ¨¦poca. Justo lo que se espera de Mbapp¨¦ en este gran Madrid en el que comparte cartel con Vinicius y Bellingham como aquel Zidane lo hizo con Ronaldo, Figo y compa?¨ªa...

Fichajes gal¨¢cticos en sus primeros pasos.

Son las altas expectativas de un fichaje gal¨¢ctico las que aportan tanta presi¨®n a este inicio de temporada de Mbapp¨¦, y en el club son conscientes de ello, aportan tranquilidad y, por supuesto, hacen llegar al propio entorno de la estrella la seguridad que hay en su figura como jugador franquicia. Los distintos gal¨¢cticos fichados por Florentino a lo largo de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas entraron con diferente pie en el campeonato liguero. Si Figo, Ronaldo, Beckham, Cristiano, Bale y Bellingham s¨®lo necesitaron un partido para marcar, Zidane y Benzema tuvieron que jugar tres. El primer gol de Kak¨¢, James y Hazard, en cambio, no lleg¨® hasta el cuarto. Ah¨ª se situar¨¢ Mbapp¨¦, como mucho, si marca al Betis. De cualquier manera, pase lo que pase, en el club lo tienen claro: fe ciega en su estrella.

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