Matador Bellingham
Dos partidos, dos MVP¡¯s, tres goles y pichichi del Madrid. Cuando aparece, el ingl¨¦s es un martillo y potencia la idea de Ancelotti de acercarle al ¨¢rea.
A falta de nueve, el killer es el 5, aunque juegue de diez. Ancelotti, cuando asumi¨® que el relevo de Benzema -Kane- no llegar¨ªa, no tard¨® en rumiar un plan. Y el epicentro de su nuevo proyecto era convertir al box to box del futuro en mediapunta en tiempo presente. Bellingham no tard¨® en mostrar en verano que a Carletto no le faltaba raz¨®n y en cuanto ha terminado el fuego amigo, ha cargado a¨²n m¨¢s su polvor¨ªn. Dos partidos oficiales, dos MVP¡¯s, tres goles, su primer doblete y pichichi moment¨¢neo del Real Madrid. Dif¨ªcil dar m¨¢s en menos tiempo. El de Stourbridge, cuando se manifiesta, es un martillo.
No ser¨¢ un ariete al uso, pero sus dos tantos en Almer¨ªa fueron de olfato, de delantero. El primero, por estar. El segundo, por desmarcarse y aparecer. Con la derecha para empatar y con la cabeza para voltear el tanto de Arribas. Luego se permiti¨® aparecer en la foto de la obra de arte de Vinicius, a cuya semivaselina precedi¨® un pase de Jude. Tampoco le falta duende, pues hay que tener a Tique de cara para enjaular el gol con el que cerr¨® la victoria de San Mam¨¦s. En el Power Horse eligi¨® el cu¨¢ndo y el c¨®mo y tuvo claro que su misi¨®n principal es, m¨¢s que nunca en su carrera, perforar al rival. Seis disparos y cuatro de ellos a puerta -m¨¢s que nadie-. Tambi¨¦n se mostr¨® preciso, con un 93,2% de acierto en el pase (41/44), 19 de ellos en el ¨²ltimo tercio del campo. El esquema le beneficia y es consciente: ¡°S¨¦ que llegar¨¦ y que mis compa?eros me encontrar¨¢n¡±. La sencillez por receta.
Bellingham lleg¨® al Madrid siendo mucho (MVP de la Bundesliga), pero cuando se mira en el espejo ya ve mucho m¨¢s. ¡°Soy diez veces mejor jugador que la temporada pasada¡±, desliz¨®, en una sentencia que, lejos de ser presuntuosa, era un alegato al colectivismo. ¡°Es por estos compa?eros, estos jugadores. Soy como una esponja, asimilo todo de mis compa?eros¡±, complet¨®. ¡°Madurez¡± y ¡°personalidad¡± son dos de las palabras que m¨¢s afloran cuando se trata de radiografiar al internacional ingl¨¦s. Tambi¨¦n las utiliz¨® Carletto antes de resumir: ¡°Se ha adaptado muy bien a nuestra liga y a nuestro estilo¡±. Eso s¨ª, quiz¨¢, m¨¢s que adaptarse Bellingham al estilo del Madrid, ha sido a la inversa. Y ya brotan las semillas.
Retos en el horizonte
En su horizonte ya van apareciendo retos. El obvio es superarse a s¨ª mismo y a los 14 tantos logrados la temporada pasada. Ya s¨®lo le quedan once. Otro, ambicioso, es una carrera con Cristiano Ronaldo en la que, de momento, va por delante. El portugu¨¦s, en sus primeros cuatro partidos con el Madrid marc¨® cinco goles, celebrando en cada uno de los encuentros, pero su primer doblete no lleg¨® hasta el tercero. En este caso, Belligham necesita festejar en Bala¨ªdos contra el Celta (viernes, 21:30 horas) y en su estreno en el Bernab¨¦u ante el Getafe (2 de septiembre, 16:15 horas) para, al menos, igualar el arranque del m¨¢ximo goleador de la historia madridista. Aunque eso no le quite el sue?o: ¡°Estoy contento de marcar, pero lo m¨¢s importante es jugar bien y aportar¡±.
Ancelotti le ha entregado las llaves y Bellingham ondea la bandera de la famosa transici¨®n. De un Madrid m¨¢s posicional y ordenado, el de Modric y Kroos, a este Madrid vertical, presionante y c¨®modo a la carrera, el de Bellingham. Un equipo blanco que no se entender¨ªa sin Jude como eje superior del rombo. Canalizador y ejecutor. Todav¨ªa se deben pulir aristas, pues es natural encontrar peros en un planteamiento en fase beta. Pero los brotes son verde esperanza. La era Bellingham acaba de comenzar y el ingl¨¦s ya es l¨ªder, ariete y matador.