Manolo Gonz¨¢lez, el ni?o que se neg¨® a jugar en el Barcelona
Se lo propuso en infantiles Oriol Tort, el ¡®profesor¡¯ que da nombre a la actual Masia, tal como explic¨® en AS el entrenador del Espanyol, cuyo libreto s¨ª bebe en cambio de otro pr¨®cer cul¨¦: Laureano Ruiz.
Estaba en los albores de su adolescencia, llevaba ya unos cuatro a?os en el Martinenc -un hist¨®rico club catal¨¢n donde se iniciar¨ªa en los banquillos a los 16- y se hab¨ªa iniciado en el f¨²tbol un lustro antes, con ocho, en el colegio Dalvi. En esas que, en la Barcelona que a punto estaba de celebrar los Juegos de 1992, a punto estuvo de cambiarle la vida a un futbolista de categor¨ªa infantil nacido en Galicia, criado desde los tres a?os en Catalunya, y llamado Jos¨¦ Manuel Gonz¨¢lez. Pero ¨¦l decidi¨® negarse a lo que la mayor¨ªa de ni?os y ni?as considerar¨ªan un sue?o hecho realidad: jugar en el Bar?a.
M¨¢s de tres d¨¦cadas despu¨¦s de aquellos hechos, y a punto de estrenarse en un derbi, y en Primera Divisi¨®n, el entrenador del Espanyol, Manolo Gonz¨¢lez, seguramente recordar¨¢ ese cap¨ªtulo, que hace unos meses explic¨® en una entrevista en AS: ¡°Siendo infantil vino un ojeador, Oriol Tort, a ver un partido m¨ªo en el Martinenc y habl¨® con mi entrenador. Me pregunt¨® si quer¨ªa ir al Bar?a y le dije que no. Ni me lo plante¨¦¡±, relat¨®, taxativo. Desde?¨® irse a la cantera del Barcelona con la persona que da nombre a la nueva Masia, con alguien a quien llamaban el ¡®profesor¡¯, con el descubridor de Pep Guardiola, Xavi Hern¨¢ndez, Carlos Puyol, Andr¨¦s Iniesta, Guillermo Amor¡
Tras la decisi¨®n de aquel ni?o, que el adulto de 45 a?os sigue defendiendo con una sonrisa, estaban ya unas inclinaciones personales que no ha perdido con la edad: ¡°Llegu¨¦ a Barcelona con tres a?os, y de los dos clubes de la ciudad siempre me caus¨® m¨¢s simpat¨ªa el Espanyol. No le deseo el mal a nadie, pero siempre me he inclinado m¨¢s por el Espanyol, el Bar?a no me ha gustado nunca. La gente me dice que comentando estas cosas no entrenar¨¦ nunca al Barcelona, pero es que quiz¨¢ no tengo que dirigirlos nunca. Esto es as¨ª¡±, razon¨® en este peri¨®dico.
Sin embargo, algo de Manolo Gonz¨¢lez s¨ª proviene de Can Bar?a, de la escuela futbol¨ªstica de la instituci¨®n que puso los cimientos de su cantera, que descubri¨® en Cantabria a Iv¨¢n de la Pe?a, que invent¨® los rondos y cre¨® propuestas tan innovadoras para la ¨¦poca como el 3-4-3 que sublimar¨ªa Johan Cruyff: Laureano Ruiz. Fue tambi¨¦n en aquella ¨¦poca de jugador preadolescente cuando el ahora t¨¦cnico perico conoci¨® al alumno aventajado del ¡®maestro¡¯, el exfutbolista cul¨¦ y profesor de la Escuela Catalana de entrenadores Antonio S¨¢nchez.
¡°Tuve la suerte de tenerlo en infantiles y ha sido con mucha diferencia el entrenador que m¨¢s me ha ense?ado de f¨²tbol. Es que directamente me ense?¨® a jugar a f¨²tbol¡±, desvel¨® en su conversaci¨®n con AS. Y abund¨®: ¡°Hab¨ªamos sido campeones de Catalu?a en benjamines, con el Martinenc, pero con ¨¦l aprend¨ª a colocarme, a encontrar sentido a cada cosa que haces en un partido. Creo que fue el momento en que me di cuenta de que me gustar¨ªa entrenar. Hay cosas del juego que hemos matizado pero otras vienen directamente de all¨ª¡±, culmin¨®.
Si la escuela de Laureano Ruiz y Antonio S¨¢nchez evolucion¨® con Cruyff, Guardiola y ahora da un salto hacia otro estilo con Hansi Flick, ese f¨²tbol de ataque, alegre, intenso y r¨¢pido que aprendi¨® Manolo Gonz¨¢lez ha ido mutando hacia el pragmatismo al frente de equipos con recursos inmensamente inferiores a los del estilo Bar?a. Y, en cuanto a su porvenir como futbolista, es imposible saber hasta d¨®nde habr¨ªa alcanzado porque a los 21 a?os sufri¨® la peor lesi¨®n posible para un futbolista, la triada, y tuvo que dar un paso al lado. Hacia los banquillos.
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