Maneras y maneras de ser tercero
El Atl¨¦tico termina la temporada en ese lugar en la tabla pero de una manera muy distinta de la 15-16 cuando s¨ª le pele¨® el trono a Madrid y Bar?a, sin dejarse ir.
Pase lo que pase el domingo en Girona, el Atl¨¦tico ser¨¢ tercero. Objetivo cumplido. Podio de la Liga. Los rojiblancos tras los mastodontes, esos Barcelona, campe¨®n, y Real Madrid, segundo, que temporada a temporada se reparten los t¨ªtulos. El Atl¨¦tico es el ¨²nico, de hecho, que en los ¨²ltimos once a?os ha sido capaz de romper ese binomio. Piedra en el zapato. Siempre molesto. Campe¨®n en la 13-14 y la 20-21. Pero hay maneras y maneras de ser tercero y los rojiblancos han elegido la del dejarse ir: la de sin competir desde marzo. El regusto que deja la temporada es de amargo sabor. Los finales siempre terminan reescribiendo los principios. Y este mayo est¨¢ muy lejos de todo aquello a lo que el equipo apunt¨® en enero, cuando cerr¨® la primera vuelta como campe¨®n de invierno.
Entonces sumaba 44 puntos (13 victorias, cinco empates y una derrota), seis m¨¢s que el Barcelona, entonces tercero, y uno m¨¢s que el Real Madrid. Pero en la segunda vuelta se desplom¨®, solo 29 puntos (solo ocho victorias, cinco empates y cinco derrotas), el Barcelona le ha sacado ?24!, 18 en una vuelta en la que ha sumado 47 m¨¢s los seis que le remont¨® de la primera. El dedo de la tercera posici¨®n no debe tapar el sol: el desplome rojiblanco. La de esta temporada es, a falta de la ¨²ltima jornada, la segunda peor vuelta de la historia de Simeone en el banquillo rojiblanco: 29 puntos que, si gana en Montilivi, ser¨¢n 32, como en la 12-13, su primera temporada completa. Esa, con la mitad de la anterior, cuando tom¨® los mandos del equipo en enero, cuando el Atl¨¦tico sum¨® 30 puntos son las dos peores. A esa altura est¨¢.
Al sur y fuera de casa
Un desplome con un mapa claro, el sur de Madrid (derrotas claves en Butarque, ante el Legan¨¦s al comenzar la segunda vuelta, y en el Coliseum, ante el Getafe, como pr¨®logo a la semana negra, cuando cay¨® en cuartos de la Champions ante el Madrid y el domingo siguiente con el Barcelona en el Metropolitano, en la Liga, sin posibilidad de margen de error por el partido perdido ante los de Bordal¨¢s) y los partidos fuera, como si coger el avi¨®n para desplazarse lejos del Metropolitano fuese como c¨®rtale el pelo de Sans¨®n: perdi¨® toda su fuerza. Derrotas en Las Palmas y El Sadar, los empates en Mendizorroza y Cornell¨¤. De los equipos inmiscuidos en el descenso, de hecho, solo le gan¨® con rotundidad al Valladolid. Con el resto, en una vuelta u otra, tropiezos. Al Espanyol no le gan¨®, de hecho, ni aqu¨ª ni all¨ª.
La expectativa era alta, generada por el propio equipo, triturador de rivales de noviembre a enero, con quince victorias seguidas entre todas las competiciones y un golpe en la mesa, la victoria en Montju?c ante el Barcelona. Tras una inversi¨®n alt¨ªsima en verano (m¨¢s de 180 millones) en nombres de altura y fichajes importantes (Juli¨¢n Alvarez, Le Normand, Sorloth y Gallagher, por ejemplo) para un final que ha sido el mismo aunque muy distinto de, por ejemplo, la temporada 15-16, cuando el Atl¨¦tico fue tercero, s¨ª, pero pele¨¢ndole de verdad a Barcelona y Madrid hasta la pen¨²ltima jornada de Liga, que perdi¨® en el Ciutat frente al Levante (2-1). Un bronce que es el mismo que ahora pero, sin embargo, sab¨ªa m¨¢s dulce que ahora. Y eso debe ser una anotaci¨®n en las notas que el equipo reciba el domingo, tras el ¨²ltimo partido. Las notas de mayo.
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