Los or¨ªgenes de Diego L¨®pez, el revulsivo de Baraja

Tur¨®n no supera los 4.000 habitantes. Situado en el concejo de Mieres, la poblaci¨®n asturiana tiene cultura minera. Ah¨ª naci¨® Diego L¨®pez, uno de los canteranos que est¨¢ derribando la puerta de Rub¨¦n Baraja. El Valencia, en plena lucha por la permanencia, ha encontrado en su filial argumentos para tirar del carro. La irrupci¨®n de Diego L¨®pez, Alberto Mar¨ª y Javi Guerra son de las pocas cosas positivas que est¨¢ dejando una temporada para olvidar, para enterrar cuanto antes.

Javi Guerra, tras su golazo al Real Valladolid, acapar¨® todas las portadas. L¨®gico. Pero tambi¨¦n ha sido Diego L¨®pez, el que con su etiqueta de revulsivo, se ha ganado la confianza de Baraja. Los or¨ªgenes del ¡®40¡ä del Valencia explican muy bien el hambre que demuestra Diego en el terreno de juego. Ese ¨ªmpetu tiene encantado al Pipo. Y a Miguel ?ngel Angulo, su entrenador en el Valencia Mestalla.

Diego L¨®pez (Tur¨®n, 2002) proviene de una familia trabajadora. Sus padres, Miguel y Sonia, tienen un bar en el pueblo, denominado ¡®El Descanso¡¯. Enfrente del local, hay una pared de hormig¨®n que todav¨ªa mantiene los restos de los balonazos que le daba el ¡®guaje¡¯ a toda hora. Y ah¨ª empez¨® a moldear ese ¡°f¨²tbol callejero y espont¨¢neo tan caracter¨ªstico de Diego¡±, como explica a AS Manolo S¨¢nchez, director de cantera del Sporting durante la etapa del jugador en Mareo. Antes de Diego, su hermano Miguel, nacido en 1985, ya le chutaba a esa pared. El mayor de los L¨®pez lleg¨® a jugar en las categor¨ªas inferiores del Real Oviedo, donde coincidi¨® con Santi Cazorla. Miguel se qued¨® ah¨ª. En la actualidad, se dedica a volar canteras. ¡°Su familia es humilde, trabajadora y encantadora. Diego tiene la suerte de tener unos padres ejemplares. Ese sacrificio lo demuestra en el campo en todo momento. Por eso, va a todas¡±, asegura el c¨ªrculo del jugador.

Los primeros goles de Diego L¨®pez llegaron en el Xeitosa, de donde tambi¨¦n salieron curiosamente el Pitu Abelardo y Luis Enrique. Pero donde termin¨® de explotar el atacante fue en el Sporting, en su a?o en el Cadete B. Anot¨® 70 goles y el Real Madrid llam¨® a su puerta. No hubo debate. ¡°Me da igual que sea futbolista. Yo quiero que le cuiden y le den unos estudios. En el Madrid estar¨¢ bien¡±, fue la reflexi¨®n que hizo la madre de Diego L¨®pez, seg¨²n cuenta a AS el entorno m¨¢s cercano del jugador. ¡°Tuvimos la mala suerte, entre comillas, de que el Madrid vino a por ¨¦l y no pudimos hacer nada en el Sporting¡±, afirma Manolo S¨¢nchez.

En Valdebebas, con apenas 15 a?os, el chaval de Tur¨®n sufri¨®. Acus¨® en exceso su primer a?o fuera de casa y no le salieron demasiado bien las cosas en el campo. El Madrid le dio la baja. ¡°No fue f¨¢cil esa primera temporada, pero su familia nunca se arrepinti¨® porque le pudieron dar unas facilidades para estudiar que en el pueblo hubiese sido imposible¡±, asegura su entorno.

El Barcelona, atento a cualquier movimiento de su eterno rival, pesc¨® y se llev¨® a Diego L¨®pez a La Mas¨ªa. All¨ª, se sinti¨® c¨®modo los tres a?os de azulgrana. En el Juvenil brill¨®, pero tambi¨¦n le cerraron las puertas cuando acab¨® esa etapa. Y de Valdebebas y La Mas¨ªa, a Paterna. El Valencia encontr¨® un mirlo blanco y fich¨® a Diego L¨®pez. En sus primeros d¨ªas, gust¨® mucho y realiz¨® toda la pretemporada a las ¨®rdenes de Jos¨¦ Bordal¨¢s. Luego, Gattuso le dio la alternativa y con Baraja se ha consolidado en los ¨²ltimos partidos.

A Diego L¨®pez nunca le han regalado nada. Su llegada al primer equipo del Valencia no ha sido f¨¢cil. Su musculatura es importante, pero tambi¨¦n es un jugador muy explosivo. ¡°Hay que llevar cuidado porque va a todas y puede romperse f¨¢cil. Antes de este momento, estuvo tres meses parado. No me sorprende lo que le est¨¢ dando al primer equipo porque es fresco y r¨¢pido. Una bala¡±, asegura un miembro del cuerpo t¨¦cnico del Valencia Mestalla.

Diego L¨®pez encara los ¨²ltimos cinco partidos de Liga con la ilusi¨®n de seguir entrando en los planes de Baraja, aunque sea de revulsivo. No mira al futuro, aunque acaba contrato el pr¨®ximo 30 de junio con el Valencia. Hay contactos para renovar y buena predisposici¨®n porque, seg¨²n cuentan, a Diego le han servido estos dos a?os para ¡°tener sentimiento de pertenencia hacia el Valencia¡±. Su deseo es quedarse, pero la negociaci¨®n todav¨ªa est¨¢ en el aire.