Locura por el ¡®9¡ä de Mbapp¨¦
Largas colas en la tienda, desde primera hora, para comprar una camiseta. ¡°Estamos vendiendo m¨¢s suyas que del resto de jugadores juntos¡±, dicen.
Es un no parar. Algo digno de estudio. El ¡®terremoto Mbapp¨¦' empieza a ser una sacudida que asustar¨ªa al mism¨ªsimo Richter. Si hace cinco d¨ªas la demanda de sus camisetas colapsaba la producci¨®n de Adidas (se avisaba de una demora en recibirla de hasta mes y medio), el asunto no apunta a menguar. Y menos en un d¨ªa como hoy. Hasta las 10:00h no abr¨ªa la tienda oficial del estadio, pero a las 9:00h ya hab¨ªa una enorme cola para hacerse con una de sus camisetas. La fiebre es absoluta. Dif¨ªcil de explicar.
¡±?Qui¨¦n nos iba a decir que ver¨ªamos esto en directo!¡±, exclamaba un joven que ocupaba una de las primeras plazas en la espera. ¡°?Cu¨¢nto est¨¢s dispuesto a pagar?¡±, preguntamos. ¡°Lo que sea¡±, zanja. Y sonr¨ªe nervioso. Todo por Mbapp¨¦. Es el resumen de un martes hist¨®rico que s¨®lo acaba de empezar. Tal es el furor, que en el d¨ªa de ayer la tienda de Gran V¨ªa se ¡¯remodel¨®¡¯ hacia una tienda casi exclusiva de Kylian: el 90% de las perchas ten¨ªan camisetas suyas. Desde las baratas, que ya no lo son en absoluto, hasta las m¨¢s caras (pueden superar los 200€ con parches de competici¨®n). Todas se est¨¢n vendiendo.
¡±?Parecemos Ferraris!¡±
¡±?Estamos vendiendo m¨¢s camisetas de Mbapp¨¦ que de todos los otros jugadores juntos!¡±, responden en la tienda, desbordados. ¡°Estos d¨ªas parecemos Ferraris, estamos doblando camisetas y metiendo en bolsas sin parar, desde hace muchos a?os que no viv¨ªa algo as¨ª, se ha reforzado la plantilla y todo, porque si no, nos desbordamos¡±, a?aden. A las 9:50h, diez minutos antes de la apertura, la cola para entrar daba la vuelta al c¨®rner, as¨ª que el club opt¨® por dividirla en dos, evitando el caos.
Funcion¨®. Pero a las 10:00h, centenares de personas ya entraban a la vez, aunque de manera ordenada, en las entra?as del estadio. Y se desataba todo. J¨®venes corriendo, m¨¢s nerviosos; y adultos agarrando varias tallas, a veces desde la S a la L, para probarse y evitar que al volver, se hubiesen agotado. Una locura. Consecuencia de los problemas que ha dado la gigantesca demanda online: esa espera de m¨¢s de un mes para recibirla a llevado a los aficionados a acudir f¨ªsicamente, para asegur¨¢rsela. El club contaba con ello y ha reforzado el n¨²mero de camisetas en el estadio. Mucho, adem¨¢s.
Amenaza a otros reinados
La realidad es que contin¨²a el shock comercial con Mbapp¨¦. Un tsunami de ventas que amenaza seriamente reinados como los de Beckham o Cristiano Ronaldo. El Real Madrid se esperaba algo enorme, pero ni en sus mejores previsiones vaticinaba tanto. Adidas se esperaba algo enorme, pero ni en sus mejores previsiones vaticinaba tanto. Sinton¨ªa en el asombro. La palabra, hace unos d¨ªas, era estar ¡°alucinando¡±. Mbapp¨¦ lo ha hecho hoy.
¡°Miraba al estadio por la televisi¨®n antes de saltar al campo... y estaba emocionado¡±, reconoc¨ªa en rueda de prensa. Su entorno replica, de puertas para adentro, lo que el jugador ha transmitido para fuera: se esperaban algo enorme, may¨²sculo, pero nunca tanto como ha acabado siendo. Una bienvenida muy por encima de las expectativas. Verdaderamente emocionante. La familia ha transmitido su agradecimiento al club. Kylian ya est¨¢ aqu¨ª. Ya ha firmado. Y sido presentado. Lo que no tiene fin son sus ventas: hay aut¨¦ntico furor por hacerse con su camiseta. Suma y sigue un terremoto que sacude todo a su paso.