Llueve sobre mojado en un Valencia que es colista
La crisis deportiva del Valencia, ¨²ltimo con 6 puntos de 30, es consecuencia de un problema estructural y no coyuntural.
Rub¨¦n Baraja mantiene su cr¨¦dito en Valencia. La leyenda contin¨²a, al menos una semana m¨¢s y se fijan los tres pr¨®ximos partidos (Getafe, Real Madrid y Espanyol) como l¨ªmite para espabilar. Ser colista en la jornada 10 tras firmar el peor inicio de Liga de la historia del club (6 puntos de 30) sigue sin verse como causa de despido. Ni en Singapur (Peter Lim o Kiat Lim) se baj¨® ayer el pulgar ni en las oficinas de Valencia tienen intenci¨®n de llamar para proponerlo. El t¨¦cnico mantiene la confianza de los gestores del club, es decir, lo que transmiten Javier Sol¨ªs, director corporativo, y Miguel ?ngel Corona, director deportivo, a la presidenta Layhoon Chan es que Baraja ni es el ¨²nico culpable del descalabro deportivo ni es el problema del mismo sino la soluci¨®n. Su finiquito (algo m¨¢s de 5 millones) y su condici¨®n de ¡®escudo¡¯ tambi¨¦n influyen. A¨²n as¨ª, sienten que mantiene la confianza del vestuario y la realidad es que son otros factores los que han llevado al Valencia a ser un aspirante al descenso, un club que transita por los peores a?os de su vida, m¨¢s convulsos incluso que cuando descendi¨® en 1986.
Mestalla es un polvor¨ªn
La fidelidad de la afici¨®n est¨¢ fuera de dudas (42.800 espectadores de media en casa; agotadas sus localidades en sus cinco desplazamientos), pero tambi¨¦n lo est¨¢ su hast¨ªo y su frustraci¨®n. Las protestas de ¡°Lim Go Home¡± no cesan, aunque nadie con posibles en Valencia pone el dinero necesario para convencerle de que venda. Al aficionado mundano solo le interesa saber cu¨¢ndo se va a ir Lim, sin importarle hoy qui¨¦n vendr¨ªa despu¨¦s. Hay hartazgo con todo lo relativo al Nuevo Mestalla y el Viejo cada vez da m¨¢s pena; los pol¨ªticos hacen populismo a la sombra del f¨²tbol y hay lobbies que solo marean. El Valencia CF es un saco de boxeo al que todos le pegan, los de dentro y los de fuera. Y la crisis de resultados, nada casual sino consecuencia de muchos factores, hace que la ira haya empezado tambi¨¦n a caer sobre los jugadores. La sintieron en Legan¨¦s, donde les increparon en el autob¨²s, y m¨¢s a¨²n tras Las Palmas, con cargas policiales, un contendor quemado y un detenido. Baraja se lo reproch¨® al respetable, entiende que ese no es el camino. Sus palabras no han sentado bien en la afici¨®n, al menos aquella activa en redes, que no es toda pero s¨ª ruidosa. Su frase de ¡°lo m¨¢s importante es apoyar al equipo¡± la entienden como que se alinea con la propiedad. Nada m¨¢s lejos de su intenci¨®n. Baraja ve que a sus chavales no sienten las piernas cuando Mestalla les abronca y que son ellos los ¨²nicos que hoy pueden sacar al Valencia de d¨®nde est¨¢.
El ¡®caso Rafa Mir¡¯
El vestuario rompi¨® su armon¨ªa por la noche de farra de Rafa Mir. Proceso judicial al margen por un presunto delito sexual, su conducta provoc¨® que se mirada hacia las salidas nocturnas del resto, generando malestar entre ellos. Sin embargo, no todos los jugadores compartieron la cr¨ªtica p¨²blica de Pepelu al delantero (¡°Es una falta de respeto al club y a la afici¨®n¡±, dijo). El caso Mir, a su vez, merm¨® el hasta ese instante intacto cr¨¦dito de Baraja, que se sent¨ªa defraudado por un Mir por el que tanto hab¨ªa apostado durante tres mercados.
Planificaci¨®n
Llueve sobre mojado con Peter Lim, que no pisa Valencia desde 2019, y cada ventana de fichajes es una mirada al abismo. Su pol¨ªtica es un baremo de su mediocridad: 1,35 millones ha gastado este a?o (solo supera al Rayo) y la forma de trabajar es incoherente con el pulso del negocio del f¨²tbol, con fiascos como el de Carlos Vicente, un fichaje que se diluy¨® por 600.000 euros, o los que se quedan por el camino, como el de Bryan Zaragoza, por esa eterna espera hasta recibir el OK de Singapur tras el m¨ªnimo cambio de condiciones. Y as¨ª, cuando el verano es ¨¦poca de generar ilusi¨®n, lo que se potencia en Valencia es hast¨ªo. Baraja, todo sea dicho, pidi¨® cuando renov¨® hasta 2026 que no le desmantelaran el equipo y en eso le han cumplido. Hasta Mamardashvili (traspasado al Liverpool) sigue cedido. Pero el Valencia, que estaba en disposici¨®n de dar un pasito al frente con ponerle az¨²car al pastel de La Quinta del Pipo, se reforz¨® con tres jugadores de Segunda (Dani G¨®mez, Caufriez y Valera), un portero que es suplente (Dimitrievski), un Enzo Barrenechea que tuvieron a bien prestarle Monchi y Dami¨¤ Vidagany (Aston Villa), un Rafa Mir que la ha liado y no se le espera en rato y Luis Rioja, el ¨²nico que est¨¢ sumando entre tanto jovenzuelo.
Rendimiento
No todo son problemas exclusivos de Peter Lim, que suele ser la sempiterna coartada de muchos y de la que siempre ha renunciado Baraja. Tambi¨¦n hay problemas futbol¨ªsticos, de rendimiento. Thierry, Mosquera, Pepelu, Guerra, Diego L¨®pez, Almeida... est¨¢n lejos del nivel que han dado. Otros como Can¨®s o Guillam¨®n hace tiempo que no est¨¢n, mientras que pilares como Hugo Duro, Gay¨¤ o Fran P¨¦rez han estado m¨¢s tiempo en la enfermer¨ªa que en el c¨¦sped (sin contar a Diakhaby). Y de los fichajes ya se ha hablado. Al Valencia le falta talento ofensivo (7 goles en 70 disparos a porter¨ªa, solo Espanyol y Legan¨¦s han rematado menos) y contundencia en defensa (16 encajados). Baraja est¨¢ teniendo y de ah¨ª que cambiara de sistema. Pero, m¨¢s all¨¢ de dibujos, el Valencia solo tiene un plan de juego: presionar y correr, sin apenas pasar el bal¨®n por sus centrocampistas. Uno de los debes de Baraja es no sacarle rendimiento a Javi Guerra. El equipo, en general, es un mar de dudas al m¨ªnimo traspi¨¦s y con las piernas atenazadas. ¡°No sabemos cerrar los partidos¡±, critic¨® Gay¨¤. El Valencia se ha adelantado en el marcador en cinco partidos y solo gan¨® uno (Girona), siendo el equipo de la Liga que menos minutos ha ido con ventaja (97 de 900), encajando 5 de los 16 goles al filo del descanso.
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