La fiesta por Koke acorrala a Lopetegui

Trece a?os y 11 d¨ªas despu¨¦s de la tarde en el Camp Nou que fue la primera, el ¡°Sevilla, Sevilla, Sevilla¡± cimbrea sobre la cabeza del hombre con la ¡®C¡¯ de capit¨¢n del Atleti al brazo. Manos a la cintura, gesto hier¨¢tico, la procesi¨®n por dentro: toda una vida rojiblanca cosquilleando en la punta de las botas. En cuanto ¨¦stas pisen el c¨¦sped, el chico que naci¨® en Vallecas y en el Atleti creci¨® para hacerse hombre se convertir¨¢ en el futbolista con m¨¢s partidos oficiales en su historia. 554. Hac¨ªa 47 a?os que Adelardo, a quien arrebataba el r¨¦cord, lo dejaba en 553. ¡°Sevilla, Sevilla...¡±. Hac¨ªa once a?os, siete meses y cuatro d¨ªas que el hombre de la ¡®C¡¯ de capit¨¢n del Atleti hab¨ªa acallado ese mismo grito, en ese mismo lugar, Nervi¨®n, con su primer gol con la rojiblanca, cuando alcanzar los 553 de Adelardo no era ni idea lejana. Ayer su fiesta dej¨® m¨¢s pitos que silencio. Y a Lopetegui acorralado.

Comenz¨® el partido, ese 554 de Koke que en la tele, en DAZN, acompa?aba Gabi desde la cabina (gran idea, compa?eros), y tanto Sevilla como Atleti parecieron olvidar sus angustias. O quiz¨¢ es que ¨¦stas salieron dictando la presi¨®n de un Sevilla-Atleti que naci¨® pareci¨¦ndose a los Sevilla-Atleti de antes. Intenso, disputado. Lopetegui a un rev¨¦s del despido. Simeone con las cornadas de Leverkusen y Madrid a¨²n sangrantes. Ambos llevaban los miedos en la pizarra.

Simeone recuperaba el abrigo de Gim¨¦nez y Savic y la defensa de cuatro en un 4-1-4-1, con Cunha a la izquierda, Witsel en su sitio y Jo?o en el banquillo. Lopetegui dibujaba un doble pivote con Gudelj y Delaney y apostaba por Rekik y Nianzou para tapar las bajas de Fernando y Acu?a. Dolberg su 9 como Morata para el Cholo. Pero si Isco y ?liver parecieron alborotar de inicio y mostrar autoridad, en realidad todo era disfraz. Desmoldado f¨¢cil al primer soplo. ?liver e Isco en realidad no conectaban, se part¨ªa el Sevilla, se desesperaba Lopetegui ante una grada harta de desesperarse. Su equipo sin alma, atacado de nervios, con futbolistas que no han terminado de llegar (Nianzou). Un equipo que se asoma al abismo (16?, 5 puntos en siete jornadas) con el tono que su entrenador: cr¨ªtico. El Atleti olfate¨® la sangre y se lanz¨® a deg¨¹ello. Sobre un Kike Salas que era gruy¨¨re, sobre un Rekik lesionado, que se iba en el 28¡ä, la izquierda del Sevilla autopista hacia Bono. Al minuto, el Atleti se pon¨ªa 0-1.

Porque nueve a?os, cuatro meses y doce d¨ªas despu¨¦s de asistirle a Miranda para que el Atleti le volviera a ganar al Madrid en la final de la Copa del Rey en el Bernab¨¦u, el hombre de la ¡®C¡¯ rojiblanca al brazo alzaba la cabeza y encontraba a Llorente mientras Telles llegaba al partido, a¨²n fr¨ªo, por Rekik. El 14, n¨²mero Gabi, cruz¨® un derechazo inapelable a la red. 47 partidos hac¨ªa que no marcaba. 47, como los a?os que ten¨ªan los 553 partidos de Adelardo. La tarde era todo un c¨ªrculo alrededor de esta fiesta, casi sentencia de muerte de Julen.

De ni?o a leyenda

El descanso lleg¨® entre silbidos, el Sevilla regres¨® con tres atr¨¢s y Rakitic y Navas, convirti¨¦ndose el segundo en jerogl¨ªfico para los rojiblancos. La mejor¨ªa del Sevilla se top¨® sin embargo en cada cruce con Savic, en la colocaci¨®n perfecta de Witsel. Y volvi¨® a suceder lo mismo: desmoldado a la primera carrera rojiblanca en contra, como si en vez de ¨ªmpetu lo suyo fuera estertor. Saque de Oblak de puerta, toque de Cunha y vaselina de Morata. Este Sevilla con la fragilidad de una pompa de jab¨®n ante un Atleti que lanzaba el confeti para celebrar a su capit¨¢n.

Cuando lleg¨® el tiempo de Grizi, los ¨²ltimos 30¡ä, ya estaba deshecho el Sevilla, solo le quedaban lo que taparan los guantes de Bono. O todo lo que el Atleti enviara fuera, que fue mucho. Ya el franc¨¦s, Cunha o Correa. Y mientras Jo?o segu¨ªa mirando desde fuera, sin participar hasta el 86¡ä que se fue Nahuel (bien, s¨®lido y firme), hac¨ªa ya diez minutos que se hab¨ªa marchado el hombre de la ¡®C¡¯ al brazo. Jorge Resurrecci¨®n Merodio, Koke. Sin gol esta vez en el Pizju¨¢n pero con toda la historia prendida en su rojiblanca. Y qu¨¦ historia. 554 partidos ya para el chico de Vallecas. Y los que quedan.