Legan¨¦s ¨C Madrid, el regalo de Neyou para Pepe y su hija

Pepe no es Pepe. Pero no quieren que le reconozcan. Por eso usa un pseud¨®nimo. Le da verg¨¹enza. Su intenci¨®n, repite constantemente al otro lado del tel¨¦fono, con la voz algo rota y la timidez colgando de cada bocanada de aliento, es solo hacer p¨²blico el gesto de Yvan Neyou. Darle las gracias. Y que todos sepan que el mediocampista camerun¨¦s del Legan¨¦s (27 a?os) tiene un coraz¨®n tan grande como su mapa de calor en cada partido. Yvan suele rondar los 12 kil¨®metros por encuentro. As¨ª de agradecido se siente Pepe.

Hoy podr¨¢ acudir con su hija a ver el Legan¨¦s ¨C Real Madrid gracias a ¨¦l, a Neyou. El futbolista le ha pagado las dos entradas de un duelo que supondr¨¢ el estreno de la peque?a (la llamaremos Bea, de siete a?itos) en un Butarque de Primera. ¡°En Segunda ya me hab¨ªa acompa?ado alguna vez, pero despu¨¦s del ascenso ser¨¢ la primera vez¡±, cuenta Pepe, un abonado del Lega desde hace varios a?os al que la vida le ha ido arrancando jirones de alegr¨ªa. La ¨²ltima, poder seguir a su equipo.

La alegr¨ªa del Legan¨¦s

Hace tres a?os entr¨® en una depresi¨®n cr¨®nica que deriv¨® en la p¨¦rdida de su empleo, un divorcio y el retorno a la casa de su padre, actualmente su m¨¢ximo sustento econ¨®mico y vital. El otro pilar de su existencia son sus dos hijos. El peque?o Juan (tambi¨¦n pseud¨®nimo) tiene cuatro a?os, apenas tres menos que Bea.

La temporada pasada Pepe ya quiso dejar el abono del Lega. No ten¨ªa dinero para pag¨¢rselo. Fue la generosidad de Juan Pedro, presidente de la Pe?a ¡®El Pepinazo¡¯ la que le permiti¨® seguir viendo a los blanquiazules. ¡°?l me dio los 170 euros, pero a¨²n no he podido devolv¨¦rselos¡± admite algo compungido Pepe, al que la subida de tarifas en Primera le hizo m¨¢s imposible seguir al equipo.

Esta semana, Juan Pedro llam¨® a Pepe: ¡°?Quieres ir a ver el Legan¨¦s ¨C Real Madrid¡±. ¡°Pero por favor, sabes que no me lo puedo permitir. Aunque costara 25 euros¡­¡±, le respondi¨® Pepe. ¡°No te preocupes. En un rato te llamo¡±. La llamada de Juan Pedro no se hizo de rogar m¨¢s de 10 minutos. En ella, le cont¨® que Yvan Neyou se hab¨ªa puesto en contacto con la Federaci¨®n de Pe?as para ayudar a alg¨²n hincha en problemas. Juan Pedro propuso su caso e Yvan acept¨® encantado abonar las localidades.

Neyou lo intent¨® con abonos

¡°Estoy contento¡­ pero me habr¨ªa gustado m¨¢s haberme podido pagar el abono o las entradas¡±, repite Pepe algo compungido, mezclando la culpa y la alegr¨ªa, ¨¦sa que se dispara cuando reconoce que, sobre todo, desea ver la cara de ilusi¨®n de su hija durante el encuentro. La iniciativa de Neyou es, en verdad, reformulaci¨®n de la que el camerun¨¦s tuvo durante el verano.

El mediocampista quiso hacer lo mismo, pero pagando el abono de varios aficionados. Para cuando se lo comunic¨® al club, se hab¨ªa cerrado ya la campa?a de verano, pero Yvan no cej¨® en su empe?o. Ahora, gracias a su coraz¨®n, Bea podr¨ªa disfrutar de un d¨ªa ¨²nico, regalo ¨²nico que ya ha agradecido con su propia voz a Neyou. El pivote no tard¨® en responderle y emplazarle para un post partido que, espera, sirva no solo para que disfruten de la tarde, sino para cambiarle la vida a ella y a su padre.

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