La planificaci¨®n de Alemany flaquea
El batacazo en la Champions despierta las primeras incertidumbres sobre la planificaci¨®n de Alemany: en el lateral derecho, cromos repetidos y primeras urgencias para el mes de enero.
¡°Tenemos un plantill¨®n¡±, anunci¨® Xavi antes de que empezase la temporada pese a dejar un lamento por Bernardo Silva, a quien pretend¨ªa si el club pod¨ªa desprenderse de Frenkie de Jong, algo finalmente imposible pese a las presiones desveladas por el propio jugador holand¨¦s. El Bar?a se presentaba, aparentemente, como un equipo potent¨ªsimo con las posiciones dobladas y hasta triplicadas. Pero el batacazo en la Champions, sin embargo, ha dejado al descubierto las primeras carencias de un equipo sobre el que ya hay rumores de fichajes en el mercado de invierno (lateral y mediocentro), la mejor se?al de que la planificaci¨®n de Mateu Alemany y Jordi Cruyff no era perfecta. Y no s¨®lo econ¨®micamente (el Bar?a ha gastado unos 160 millones de euros y s¨®lo ha ingresado 35).
La Barcelona cul¨¦ vuelve a discutir estos d¨ªas sobre la necesidad de fichar un recambio para Busquets, un tema recurrente en los ¨²ltimos tres a?os a los que Alemany y Jordi no pusieron soluci¨®n este verano pese a los rumores sobre un posible fichaje de Zubimendi. A la decisi¨®n tambi¨¦n contribuy¨® Xavi, para quien Busquets contin¨²a siendo imprescindible y, junto a Sergi Roberto, el ¨²nico de los capitanes con los que contaba al cien por cien. El fichaje en la medular ha sido Kessi¨¦, con el que Xavi no cuenta demasiado y que no es mediocentro. Para la incorporaci¨®n del ¡®Presidente¡¯, se mir¨® m¨¢s la fecha de caducidad de su contrato anterior que su verdadero encaje en un dibujo.
M¨¢s agujeros en el Bar?a. El lateral derecho. El partido contra el Bayern se?al¨® a H¨¦ctor Beller¨ªn. Que el Bar?a no ha hecho los deberes en el lateral derecho ya se intuy¨® a principios de temporada, cuando Xavi coloc¨® all¨ª a Ara¨²jo y Kound¨¦. El primero no es lateral ni de lejos (sufri¨® en la primera jornada contra el Rayo por su poca salida de bal¨®n) y el segundo ya le hizo saber que no quer¨ªa jugar ah¨ª. Sergi Roberto y Beller¨ªn son recursos, no proyectos. De hecho, el ex jugador de Arsenal y Betis s¨®lo ha firmado por un a?o y el de Reus tambi¨¦n termina en junio de 2023. Los dos se han lesionado ya esta temporada. El fiasco de la operaci¨®n Azpilicueta lo condicion¨® todo.
En vez de reforzar el lateral derecho o el mediocentro, el Bar?a triplic¨® la posici¨®n de lateral izquierdo (Alejandro Balde, Marcos y Alba) en un alarde que, sin embargo, s¨ª tuvo un punto humano porque Laporta se comprometi¨® con el ex jugador del Chelsea para no dejarlo colgado.
Pero lo m¨¢s gravoso para el Bar?a ha sido, sin duda, la doble inversi¨®n en el extremo derecho. Apenas transcurridos tres meses de competici¨®n, Raphinha y Demb¨¦l¨¦ amenazan con ser cromos repetidos. Los partidos contra el Inter resultaron un desenga?o para Xavi, que desde entonces ha probado nuevas soluciones y nunca con los dos sobre en el campo (Ansu y Ferran como puntos, el cuarto centrocampista¡). El brasile?o, un capricho de Laporta y Alemany en connivencia con el agente del jugador, Deco, que a su vez es asesor del club, cost¨® 60 millones de euros y en apenas meses se pone en duda la utilidad de su fichaje ya que Xavi quer¨ªa retener desde el principio a Demb¨¦l¨¦ y esa cifra, tal vez, se pudo utilizar para reforzar otras posiciones.
De las incorporaciones, pues, de momento nadie discute la incorporaci¨®n de Kound¨¦, espectacular, ni la de Robert Lewandowski, aunque a sus 34 a?os la cuesti¨®n sobre el polaco no es su rendimiento este a?o (que, no olvidemos, ya no reportar¨¢ la Champions) sino su compromiso adquirido de cuatro temporadas (acabar¨¢ con 37 su contrato). Lo de ¡°plantill¨®n¡± no se volvi¨® a mencionar (sin entrar en los pocos ingresos y en la marcha de Aubameyang) en un equipo que no ha ganado ninguno de sus cinco partidos grandes del a?o. La planificaci¨®n, obviamente, no era perfecta en el Bar?a. Quedar fuera de la Champions es un patinazo inaceptable de la planificaci¨®n que, veremos, si tiene ¡°consecuencias¡± como prometi¨® Laporta a su llegada a la presidencia. Aquella frase, sin embargo, parece haber ca¨ªdo ya en el olvido. Realmente s¨®lo se aplic¨® a quien le interesaba.