La noche de las bestias
Mbapp¨¦ y Vinicius rugen al mundo en una noche dorada. Se buscaron 15 veces, hicieron el 55% de los tiros y forjaron los goles. Ya no se pisan en el campo.
¡®Nada de esto fue un error¡¯, suena en Chamart¨ªn. Amanece el lunes y lo hace diferente. Que hab¨ªa dudas en torno a la sinergia Vinicius-Mbapp¨¦ es innegable; que lo de anoche fue un golpe sobre la mesa de los que parten tableros y cambian partidas, tambi¨¦n. No por los n¨²meros, ¨ªnfimos para lo que se espera; sino por las sensaciones, may¨²sculas para lo que se necesitaba. Por las palabras y los gestos. Por el f¨²tbol. Se buscaron m¨¢s que nunca, se pisaron menos que nunca. Funcionaron. Brillaron. Sonrieron. Y mientras lo hac¨ªan, eran sus rivales quienes torc¨ªan el gesto. El coche a¨²n no es un F¨®rmula 1, pero ya ruge. Esta pareja da miedo, era cuesti¨®n de tiempo. Pero debe seguir haci¨¦ndolo, ¡®por el bien de los dos¡¯.
Y es que aunque Ancelotti reh¨²ya la palabra ¡®ansiedad¡¯, se acercaba bastante al sentir generalizado. En el equipo con la exigencia m¨¢s alta del mundo y en el vestuario con las expectativas m¨¢s elevadas en mucho tiempo, lo que se estaba viviendo era un descalabro. Una decepci¨®n externa e interna. Sin medias tintas. Lo resume Kylian: ¡°Han sido tres partidos sin marcar, algo que para muchos puede ser muy poco; pero para m¨ª ya era much¨ªsimo¡±. Una mentalidad resumida en 20 palabras. Los propios jugadores son conscientes de la enorme ilusi¨®n que les rodea. Que no estaban cumpliendo. Y que el horizonte se oscurec¨ªa con el devenir de los pinchazos. Pero ante tinieblas, ¡®Color Esperanza¡¯.
Radiograf¨ªa de un despegue
Siempre seguir. Resiliencia y confianza. Bingo. Vinicius y Mbapp¨¦ cuajaron frente al Betis su mejor partido como dupla, notablemente por encima de la final de la Supercopa de Europa. Kylian dio cinco pases a Vini (m¨¢s que a ning¨²n otro compa?ero) y Vini dio diez pases a Kylian (¨ªdem en la perspectiva). Entre los dos, llegaron a realizar once tiros (nueve del franc¨¦s y dos del brasile?o), el 55% de los del equipo. Los roles, siempre vol¨¢tiles, se empiezan a perfilar: Mbapp¨¦ fue el que m¨¢s finaliz¨® y Vinicius, el que m¨¢s pases dio en el ¨²ltimo tercio (28). Dos piezas que van encajando.
Mbapp¨¦, muy ¡®9¡ä
Y que contrastan con esa teor¨ªa de que ambos iban a querer partir desde la l¨ªnea de cal. Falso. Porque ante el Betis fue el partido que m¨¢s centrado jug¨® Mbapp¨¦ de toda la temporada. El mapa de calor demuestra que apenas pis¨® la banda. Y aunque es evidente que mantiene la tendencia a caer hacia ese costado, principalmente para perfilarse hacia la pierna cambiada, no llega a mimetizarse con Vinicius, algo que s¨ª sucedi¨®, por ejemplo, frente a Las Palmas y que agit¨® mucho el debate de la incompatibilidad.
Vinicius, m¨¢s solidario
En el caso de Vinicius, misma afirmaci¨®n: tal y como demuestra el mapa de calor, apenas pis¨® la zona del punto de penalti o de la corona del ¨¢rea. Nada. Su partido se ci?¨® a la banda izquierda, generando, encarando, regateando, centrando. Produciendo. Calentando las opciones para que fuese Kylian quien las finalizase. Y s¨®lo disparando cuando era verdaderamente clara la oportunidad. Algo que tampoco sucedi¨® en Gran Canaria, con un carrusel de intentos lejanos que levant¨® ampollas. Todo se va ordenando. Era cuesti¨®n de tiempo.
Ni caso a las cr¨ªticas
Episodio aparte es la relaci¨®n personal: se?alados de no terminar de encajar, pr¨¢cticamente de ser dos egos discordantes, acallaron el runr¨²n a base de palabras y gestos. ¡°Vinicius y yo somos muy tranquilos. Es normal que hablen de nosotros: somos famosos, j¨®venes, de los mejores jugadores del mundo... Claro que estamos en la fase de ir conoci¨¦ndonos mejor, porque yo conozco al jugador, pero debo memorizar sus movimientos, aprender que es lo que le gusta, mejorar. Estamos en ello y estamos tranquilos. Lo m¨¢s importante es el Real Madrid¡±, respondi¨® Mbapp¨¦ en zona mixta.
Y la intrahistoria de un penalti
Desde el vestuario se apunta que Vinicius y Mbapp¨¦ siempre se han llevado bien. Que todos eran conocedores de la presi¨®n que les rodeaba, por las expectativas, pero que no se ha producido ni una sola tirantez entre ellos. Ni nada parecido. Que todo es mucho m¨¢s normal de lo que la opini¨®n p¨²blica cree. Reflejo de ello es la cotidianidad con la que Carletto ha decidido gestionar el tema de los penaltis. Frente al Betis, seg¨²n Alberola Rojas se?al¨® los 11 metros, Vinicius apunt¨® a Mbapp¨¦. ¡°Tuyo¡±, dijo. Sali¨® de ¨¦l, sin pens¨¢rselo. Y acept¨® el franc¨¦s. Choque, abrazo y a la faena. Mientras se preparaba, Vinicius agitaba sus brazos hacia la grada, pidiendo apoyo. Gol. Y ¨¦xtasis colectivo. Esa imagen en la celebraci¨®n vale m¨¢s que mil palabras. Y silencia m¨¢s de un mill¨®n.
¡°Yo no soy de llegar y coger el bal¨®n; no es mi mentalidad. Ser¨¢ una cuesti¨®n de sensaciones, puede que ¨¦l lance 2-3 seguidos, o yo. Lo iremos hablando y no habr¨¢ ning¨²n problema¡±, ampli¨® Mbapp¨¦ en las entra?as del Bernab¨¦u. Su sinergia con Vini va a m¨¢s y empieza a esparcir el temor de que puede funcionar. Que lo de anoche fue el despegue ¨Cinnegablemente tard¨ªo y con m¨¢s turbulencias de las previstas¨C de una m¨¢quina que se vaticina imparable. Un monstruo que asoma la zarpa por debajo de la puerta. Que se parte la camisa. Ellos prometen m¨¢s a la vuelta del par¨®n. Ha sido un aperitivo, un aviso a navegantes. Un ¡®Trato¡¯, un ¡®Embrujo¡¯. Y el Bernab¨¦u lo tiene claro: ¡®antes que ver el sol¡¯, prefiere entonar su gol.