La ley de Gerard Moreno

Gerard Moreno es un delantero total. El siete del Villarreal traz¨® el camino de una remontada imposible en el Benito Villamar¨ªn para disparar las pretensiones europeas del Villarreal y frenar la aspiraci¨®n de un Betis ca¨®tico en muchos tramos del duelo. Los de Pellegrini se adelantaron en el marcador hasta en dos ocasiones gracias a la pegada de un buen Guido y un letal Willian Jos¨¦, pero la ley de Gerard Moreno tuvo la ¨²ltima palabra. Esquivando las lesiones, el ariete resulta superlativo en el dibujo de Marcelino y conquist¨® Heli¨®polis con una actuaci¨®n soberbia que hundi¨® al Betis. Europa parece real para los castellonenses. Y se aleja de la certeza para los verdiblancos.

El comienzo reflej¨® m¨¢s temores que riesgos. El Betis entreg¨® sus llaves a William Carvalho y su equilibrio a Guido Rodr¨ªguez. Su pareja de anta?o para trazar el f¨²tbol que quiere Pellegrini. El Villarreal frenaba ese ¨ªmpetu local controlando a Fekir y lanzando a Sorloth a los espacios para que Gerard Moreno leyera sus movimientos. El conjunto b¨¦tico se acercaba a J?rgensen a trav¨¦s del bal¨®n parado al tiempo que los de Marcelino amenazaban con varias carreras de Traor¨¦. Y desde un saque de esquina cambi¨® todo: Fornals lanz¨® al ¨¢rea, William Carvalho toc¨® hacia el centro y Guido hizo estallar al Villamar¨ªn. Un remate sencillo que deja un mensaje igual de sencillo: el campe¨®n del mundo ha vuelto.

El Betis cedi¨® metros, quiz¨¢s para ganar espacios o simplemente porque el Villarreal apret¨® su maquinaria. Con Comesa?a a los mandos de la construcci¨®n, la magia lleg¨® con Gerard Moreno. ?l siempre inventa. Y lo hizo con un pase entre l¨ªneas que aprovech¨® el despiste de Fornals para esquivar el fuera de juego. Sorloth y Baena ante Rui Silva. Regalo del primero al segundo para que las tablas subieran al marcador. El Betis se sent¨ªa c¨®modo con el bal¨®n y extremadamente dubitativo sin ¨¦l. Y su f¨²tbol, como casi siempre, se apoyaba en los gui?os de Carvalho. El portugu¨¦s decidi¨® que el descanso podr¨ªa esperar y dibuj¨® un pase m¨¢gico para Fornals, que lleg¨® a la l¨ªnea de fondo y ejecut¨® un centro que Willian Jos¨¦ dispar¨® a la red. El Villamar¨ªn volv¨ªa a creer. Marcelino volv¨ªa a sufrir.

La reanudaci¨®n invit¨® a la locura. La quer¨ªa el Villarreal y quiz¨¢s el Betis ni siquiera tuvo tiempo para pensar en ella. La inocencia defensiva del Betis expuso otro escenario muy pronto. Nadie fren¨® la aparici¨®n por la derecha de Gerard Moreno y su centro encontr¨® el remate de cabeza de quien menos esperaba, un desafortunado Sokratis. Todo volv¨ªa a empezar. Con el mismo f¨²tbol pero m¨¢s coraz¨®n en casi todos. Fekir quiso m¨¢s y Gerard sigui¨® siendo un tormento para los verdiblancos. Otra aparici¨®n suya tras una asociaci¨®n brillante con Baena oblig¨® a Rui Silva a lucirse para evitar el gol. El siguiente en avisar fue el Betis. Lo hizo a trav¨¦s de su pareja invernal cuando Fornals profundiz¨® por la derecha y sirvi¨® atr¨¢s para el remate del Chimy. Lo salv¨® Bailly.

La locura se hab¨ªa convertida en obligada en Heli¨®polis. Todos quisieron m¨¢s. Chimy lanz¨® su en¨¦simo intento con un disparo potente que J?rgensen detuvo segundos antes de intervenir tambi¨¦n de forma sobresaliente ante el remate de Fekir. Y la jugada tuvo m¨¢s sonrisas para el Villarreal. Su contra instant¨¢nea lleg¨® hasta Gerard Moreno, el hombre capaz de controlar el bal¨®n en medio del imposible, dejar atr¨¢s a Guido y encontrar la carrera de Sorloth. El nueve del momento en LaLiga no fall¨®.

El Betis lo intent¨® en el cierre sin encontrar casi nunca el camino de la meta rival. Pellegrini dispar¨® sus cambios y Marcelino puso aire sobre el c¨¦sped. Fekir apenas sosten¨ªa intenciones en tres cuartos y Bailly se multiplicaba. El Villamar¨ªn pidi¨® m¨¢s a los suyos, pero ni Ayoze ni Abde supieron a?adir una revoluci¨®n m¨¢s a una escena que la ped¨ªa. Parejo detuvo los tiempos y Sorloth puso de su parte para que el cron¨®metro volara hasta un cierre que catapulta a los de Marcelino y detienen las aspiraciones de los de Pellegrini.