La gran noche de Bellingham
Sobresaliente partido ante el United, l¨ªder en la creaci¨®n y autor de su primer gol. El 4-3-1-2 le favorece: tiene libertad para recibir y llegar. Optimismo en el club con su rodilla derecha.
Casi todos los caminos llevan a Roma. Casi, porque los de Ancelotti llevan a Bellingham. S¨®lo ha necesitado dos partidos para escenificar que el ingl¨¦s es aquello que tanto se menta en este deporte: ¡®indiscutible¡¯. Y es que en los Juegos del Hambre de las rotaciones con respecto al Milan tambi¨¦n hubo dos vencedores, Camavinga y ¨¦l. Los ¨²nicos de campo que repitieron de inicio. Por sus botas y su juventud pasa todo. Presente y futuro. El partido del ingl¨¦s fue brillante, a la par que lejano a su techo. Traducci¨®n sencilla: demostr¨® que puede dar mucho, pero dejando claro que puede dar incluso mucho m¨¢s. Fue el mejor del Madrid. El l¨ªder, el m¨¢s aclamado. Houston, tenemos una estrella.
Y gran parte de la responsabilidad est¨¢ en la pizarra de Carletto, origen de aquel experimento que supuso proponer un 4-3-1-2. A¨²n falta para el ?Eureka!, pero el invento va camino. Porque el gran beneficiado, precisamente, es Bellingham, que act¨²a en una at¨ªpica mediapunta con libertad para bajar a ayudar en la salida y a la vez, estirarse en el ataque y pisar ¨¢rea rival. Tiene mucho de box to box el nuevo fichaje del Madrid. Much¨ªsimo. Y este esquema le libera la correa que, inevitablemente, le supondr¨ªa un tradicional 4-3-3. Todo fluye.
Primer gol
Fue en esa posici¨®n y con esa mentalidad como deslumbr¨® frente al United, firmando su primer zarpazo con la el¨¢stica blanca. Apenas iban 5 minutos de partido cuando R¨¹diger decidi¨® inventarse un pase Xabialonsesco, a la espalda de la defensa. Milim¨¦trico, largu¨ªsimo. El cuero vol¨® sobre el cielo de Houston y tras superar a los centrales, lo control¨® Bellingham, que hizo caso omiso del runr¨²n por un posible fuera de juego (la imagen deja muchas dudas, porque Wan-Bissaka se descuelga y puede romperlo) y mir¨® de frente a la porter¨ªa. Sali¨® Onana, abriendo los brazos, casi gritando. Pidiendo caos y ¨¦l, respondi¨® con calma: vaselina y gol. Sencillo. Y celebraci¨®n muy sosegada.
Como quien quer¨ªa decirle al mundo que eso que acababa de ver, en ¨¦l, no era extraordinario. S¨®lo un aperitivo. Todos fueron a abrazarle y Jude respondi¨® con la misma tranquilidad. S¨®lo hubo una excepci¨®n: a R¨¹diger le agarr¨® de la cabeza y, cari?osamente, lo zarande¨® un par de veces. Su pase s¨ª invitaba al delirio. Casi lo obligaba. Bellingham, a partir de ah¨ª, jug¨® totalmente suelto, firmando un 86% de acierto en pases, ganando ocho duelos y tocando el bal¨®n en 32 ocasiones. Ancelotti, que hizo una excepci¨®n con ¨¦l ante el Milan (fue el ¨²nico que jug¨® m¨¢s de 45 minutos), esta vez lo dosific¨®. Sustituido al descanso.
La rodilla, OK
Hay que hacerlo, porque el suspense con su rodilla sigue coleando, aunque cada vez es m¨¢s residual. Conviene recordar que el jugador sufri¨® una lesi¨®n en la rodilla derecha, al final de la temporada pasada, que le hizo tener dolor durante un buen periodo de tiempo. Tal fue el caso que no particip¨® en los dos partidos de Inglaterra (con el curso ya finalizado) y que en Valdebebas ha seguido un plan espec¨ªfico. Mientras sus compa?eros esprintaban sobre el c¨¦sped, ¨¦l trabajaba con los fisios en el gimnasio. Desde el club se esboza un enorme optimismo con su evoluci¨®n y sobre el campo demuestra que dolor, no queda. Bellingham est¨¢ ¨®ptimo, ilusiona y ya marca. La de Houston fue su primera gran noche y a la vez, un aperitivo.