La amenaza ultra crece
¡°Estos grupos se est¨¢n rejuveneciendo y no hay un plan para erradicarlos. Se est¨¢ fracasando¡±, afirma Ibarra, del Movimiento contra la Intolerancia. Antiviolencia alerta del aumento de radicales.
EI fen¨®meno ultra vuelve a preocupar a Espa?a. Los incidentes del derbi madrile?o han devuelto el foco a un problema que no se termina de erradicar y que, seg¨²n los expertos, va en aumento. ¡°Este auge de violentos est¨¢ sorprendiendo a todos, aunque era previsible por la falta de pol¨ªticas¡±, se?ala Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia. Los ¨²ltimos altercados provocados en A Coru?a por los ultras del M¨¢laga o los del Athletic en Roma demuestran que no son casos aislados, sino una tendencia preocupante. Y encima con nuevas generaciones.
¡°Durante la COVID hubo una ilusi¨®n con que los ultras se iban a disolver por s¨ª mismos, pero mantuvieron una conexi¨®n. En muchos grupos se ha producido un rejuvenecimiento y la pr¨¢ctica de emplazarse para pegarse se ha producido estos tres ¨²ltimos a?os¡±, alerta Ibarra. Que se?ala el problema: ¡°No ha habido una estrategia para erradicarlos. No tenemos un plan. He insistido al CSD, no puede haber solo discursos que se lleva el viento. Los ultras detectan que hay cierto espacio de impunidad, sobre todo para pegarse. No hay una din¨¢mica de detenciones, ni pol¨ªtica preventiva. Se est¨¢ fracasando¡±.
Aunque el CSD reafirma su compromiso en acabar con estos grupos: ¡°Aunque es un problema global que requiere soluciones conjuntas, en Espa?a es fundamental la acci¨®n pedag¨®gica y de sensibilizaci¨®n¡±. Como as¨ª afirm¨® ayer Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez Uribes, presidente del CSD: ¡°Las sanciones deben ir siempre acompa?adas de formaci¨®n en valores c¨ªvicos y ciudadanos¡±. Que profundiz¨® en su idea: ¡°Tenemos que ser conscientes de que tenemos que combatir entre todos la violencia en el deporte. Sea donde sea. No hay que estigmatizar, pero s¨ª dar pasos serios para que el deporte y el f¨²tbol en particular sea un espacio de valores, de competencia leal, donde la pasi¨®n por los colores no lleve a nadie al uso de la violencia. La idea de competir con respeto es fundamental. Eso es lo que tenemos que trabajar. Esto no se resuelve s¨®lo con sanciones. Es necesaria la pedagog¨ªa, la educaci¨®n y la colaboraci¨®n con los clubes y los aficionados¡±. Adem¨¢s, desde el CSD apuntan a que Espa?a est¨¢ siendo la impulsora de la creaci¨®n de un marco en toda la Uni¨®n Europea para luchar contra estos grupos violentos: ¡°El Gobierno de Espa?a participa activamente en el seno del Consejo de Europa, siendo el pa¨ªs impulsor del dise?o de una Estrategia contra el discurso del odio en el deporte, con tres ejes: preventivo, de control y de erradicaci¨®n¡±.
El perfil de los grupos ultras en Espa?a
La Comisi¨®n Antiviolencia alerta en su ¨²ltima memoria (la de la temporada 2022-23) que ¡°la presencia local de seguidores potencialmente violentos ascendieron respecto a la temporada anterior¡±. En la campa?a 2021-22, el n¨²mero de ultras locales estaba fijado en 44.368; en la 22-23 ascendi¨® a 75.059. Un crecimiento de 30.691 en un solo a?o. La din¨¢mica apunta a seguir subiendo. En cuanto al desplazamiento de grupos de riesgo, Antiviolencia cuantifica que la cifra est¨¢ cercana a los 6.500, con un crecimiento en Segunda (de 2.599 a 3.959).
¡°Hay clubes con grupos ultras muy duros, como los del Atl¨¦tico, Sporting y Rayo... El 80% de los clubes tienen grupos ultras¡±, explica Ibarra. Detalla el perfil que hay en Espa?a: ¡°Viene a ser gente de 20-25 a?os, aunque hay alg¨²n veterano. Son gente transversal, que puede pertenecer a cualquier grupo social, pero s¨ª que se observa una afinidad ideol¨®gica: neonazis, independentistas o ultra izquierda. Es un elemento que va a estar presente en los enfrentamientos¡±. Y a?ade: ¡°Se necesita una pol¨ªtica destinada a erradicar estos grupos que est¨¢n haciendo mucho da?o al f¨²tbol y a la sociedad. Cuando se cultivan estos comportamientos, no se quedan en el estadio, se trasladan a las calles. Los clubes tienen una enorme deuda con la sociedad, porque les albergan. Aunque ellos solos no pueden solucionar este problema¡±.
En esa situaci¨®n se encuentra el Atl¨¦tico, que ha pedido ayuda para acabar con estos grupos ultras. Aunque la actitud de los clubes est¨¢ en el foco. ¡°Deben acabar con los privilegios que tienen estos ultras. Tienen m¨¢s privilegios que las pe?as. Tienen hasta gestos de reverencia con ellos, como los del otro d¨ªa del Atl¨¦tico. Es una grand¨ªsima inmoralidad que el equipo y los jugadores rindan homenaje a la gente que hab¨ªa estado lanzando objetos. Dicen que no les reconocen, que es no decir nada, pero tus jugadores y entrenador van a saludarles y rendirles pleites¨ªa...¡±, recrimina Ibarra. Que a?ade: ¡°Hay temor de los clubes con sus ultras. No tengo ninguna duda de que no quieren problemas con ellos porque pueden bajar al campo o reventar un partido. La tendencia es llegar a un entendimiento para que si hay incidentes se planteen fuera, pero los clubes son responsables de lo que sucede en los aleda?os de sus estadios¡±.
Espa?a, pese a que vive un aumento de violentos, no est¨¢ en las cotas de Europa. Aunque en nuestro pa¨ªs, como sucede en Italia, Francia, Alemania y Holanda, los actos violentos son el incidente m¨¢s habitual que se registra. De ah¨ª que haya alerta, como dice Ibarra: ¡°No llegamos al hooliganismo ingl¨¦s ni a la bronca de los pa¨ªses del Este, pero todo se pega. Los pa¨ªses m¨¢s duros acaban siendo los referentes para todos. Ese es el riesgo que tenemos. Si no lo detenemos, la situaci¨®n va a crecer¡±.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrar¨¢s todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del d¨ªa, la agenda con la ¨²ltima hora de los eventos deportivos m¨¢s importantes, las im¨¢genes m¨¢s destacadas, la opini¨®n de las mejores firmas de AS, reportajes, v¨ªdeos, y algo de humor de vez en cuando.