Keko: ¡°Era el ni?o mimado del Atleti y el mundo real me pill¨® de sopet¨®n¡±

Por aquel entonces luc¨ªa pelo corto. Rubio. Sonrisa p¨ªcara. Descarado. Corr¨ªa el a?o 2002 cuando Keko (Brunete, 1991) aterriz¨® en la Academia del Atl¨¦tico, ten¨ªa diez a?os y no tard¨® mucho en hacerse notar. Se gan¨® la predilecci¨®n del club por su irreverencia, velocidad y car¨¢cter. Un extremo diestro de esos que llaman la atenci¨®n, el t¨ªpico ni?o al que todos se?alan en un partido de alevines. Keko destacaba, destacaba mucho, y el Atleti pronto se afan¨® en mimarlo. ¡°Me sent¨ªa importante. Siempre hay en cada equipo dos o tres jugadores que son los que m¨¢s tienen que jugar, porque se les considera de mayor proyecci¨®n, pues yo me sent¨ªa as¨ª, respaldado por el club¡±.

Entre viaje y viaje de Brunete al Cerro del Espino, Sergio, como se le llamaba en casa, creci¨® de rojiblanco, l¨ªder de una de las mejores hornadas de canteranos que dio la Academia. Koke, De Gea, Borja Bast¨®n, Dom¨ªnguez, Ignacio Camacho¡­Aquel ni?o rubio lideraba esa selecta lista de nombres tocados por una varita, predestinados, parec¨ªa, a hacer carrera en el primer equipo. Muchos no olvidan aquel derbi de cadetes en la Ciudad Deportiva atl¨¦tica. En el Cadete A blanco, Nacho Fern¨¢ndez; en el Cadete B rojiblanco, un a?o menor, Keko.

¡°En el Cerro, una de las porter¨ªas da a una grada en la que se ponen los dirigentes. Hab¨ªa metido el primer gol de penalti y, con 1-1, nos pitaron un segundo en esa porter¨ªa. Los jugadores del filial acababan de terminar de entrenar y estaban todos all¨ª, expectantes, as¨ª que dije ¡®aqu¨ª hay que hacer algo especial¡¯, cog¨ª el bal¨®n y lo tir¨¦ de panenka¡±, recuerda el madrile?o. ¡°Durante diez segundos me sent¨ª el rey del mundo¡±. Aquella panenka le puso en bandeja el t¨ªtulo de liga al Cadete A colchonero, pero le cost¨® a Keko la reprimenda del, por aquel entonces, director de la cantera, Juli¨¢n Mu?oz. ¡°Al final, lo que manifiestas en el campo es lo que eres t¨² en tu vida. Era lo que me ped¨ªa el cuerpo¡±, comenta entre risas el canterano.

Cada paso en el club era el que tocaba, y Keko fue quemando etapas como se presupon¨ªa, tambi¨¦n con la Selecci¨®n. All¨ª era un habitual y, durante a?os, comparti¨® vestuario con gente de la talla de Thiago Alc¨¢ntara, Canales, Rodrigo, Bartra, el propio Koke¡­Se qued¨® en la Sub-19, de la que fue capit¨¢n en el Europeo de 2010, a un escal¨®n de La Rojita. ¡°No consegu¨ª luego dar el paso¡±, se lamenta.

Y es que todo se precipit¨® muy r¨¢pido, quiz¨¢s demasiado. En octubre de 2008, con Aguirre como entrenador, se convirti¨® en el canterano m¨¢s joven en debutar con el Atl¨¦tico (todav¨ªa lo sigue siendo). Fue en Copa y ante el Orihuela. Ten¨ªa 16 a?os y la inocencia propia de la edad. ¡°Eres un ni?o, no eres consciente de todo lo que est¨¢ pasando a tu alrededor, simplemente lo vas viviendo y sigues con tu rutina. Mi padre me llevaba a entrenar, luego a estudiar al colegio¡­Era todo igual¡±.

M¨¢s tarde, debutar¨ªa tambi¨¦n en Liga, en el Calder¨®n y ante el Racing. Durante dos temporadas, intercal¨® entrenamientos con el primer equipo con partidos en el B, pero Keko quer¨ªa m¨¢s y, aunque su voluntad no cambi¨®, s¨ª lo hicieron sus aspiraciones. ¡°Cuando eres joven, todo te va bien y a los 16 a?os debutas con el primer equipo, estar en el filial del Atl¨¦tico parece raro. Dices: ¡®?c¨®mo voy a estar mucho m¨¢s tiempo aqu¨ª, si ya he debutado¡­¡±.

El atrevimiento le acab¨® pasando factura. Tras una cesi¨®n de media temporada en Valladolid (09-10, Primera Divisi¨®n) que valora positivamente (jug¨® 13 partidos), se top¨® con el fr¨ªo de Segunda. Milit¨® en el Cartagena, primero, y en el Girona, despu¨¦s, pero en ninguna de las dos ciudades pudo exhibir su f¨²tbol. ¡°Dej¨¦ de estar protegido, de tener la visibilidad que te da un equipo de Primera Divisi¨®n¡­Mentalmente no consegu¨ª darle la vuelta a la situaci¨®n y eso fue mermando mi confianza. Empec¨¦ a dar vueltas por la categor¨ªa¡±.

En la 11-12, y tras desvincularse definitivamente del club colchonero, prob¨® suerte en Italia. El Catania llam¨® a su puerta y no dud¨®. Un equipo de la Serie A, un proyecto en el que iba a tener protagonismo¡­pero nuevamente todo se torci¨®. ¡°Cuando llegu¨¦ me di cuenta de que los chicos j¨®venes ten¨ªan poca cabida, a no ser que fuesen grandes talentos tra¨ªdos de Brasil. Me cost¨® mucho hacerme respetar a nivel futbol¨ªstico¡±. Estuvo siete meses en el banquillo, en sentido literal. Jug¨® su primer partido en febrero. Hasta entonces, ni un solo minuto. La nada. ¡°Yo llevaba dos temporadas de profesional, pero no dejaba de tener 19 a?os, estaba en formaci¨®n. Fue bastante dif¨ªcil de asimilar¡±.

Tras tres cursos en suelo italiano y un ¨²ltimo a?o en el que goz¨® de una mayor confianza (sum¨® 20 partidos), regres¨® a Espa?a para jugar en el Albacete. Esta vez s¨ª, su buena temporada (14-15) en el Carlos Belmonte le dio la oportunidad de saborear la Primera Divisi¨®n. El Eibar le fich¨® al curso siguiente y en Ipurua el madrile?o recuper¨® su brillo. ¡°Volv¨ª a tener esa esencia del chico del Atl¨¦tico, volv¨ª a ser ese chico descarado que va siempre para adelante¡±. Con Mendilibar a los mandos y en un club modesto, Keko se encontr¨® a s¨ª mismo. Al abrigo de una plantilla que pronto se convirti¨® en familia. ¡°?ramos un grupo de hermanos que compet¨ªa en Primera Divisi¨®n los domingos. Sab¨ªamos que o est¨¢bamos juntos o no ¨¦ramos nada¡±.

Ese gran a?o, a nivel tanto personal (32 partidos, 3 goles y 3 asistencias) como colectivo (el equipo consigui¨® la permanencia), le volvi¨® a poner en el mapa. Se volv¨ªa a hablar de Keko y no fueron pocos los equipos que preguntaron por ¨¦l. Pero el M¨¢laga, con aspiraciones europeas, se llev¨® el gato al agua, fue el que m¨¢s insisti¨®. ¡°Cuando llegu¨¦ me encontr¨¦ con 4.000 o 5.000 personas en mi presentaci¨®n, conjunta con Jony¡±. La ilusi¨®n era m¨¢xima y tambi¨¦n las expectativas. Sin embargo, nada se dio como cab¨ªa esperar. ¡°Apostaron mucho por m¨ª y, sinceramente, no estuve a la altura. Sent¨ªas como que estabas defraudando, que eras un ¡®pluf¡¯¡±.

Dos a?os estuvo Keko en la ciudad andaluza hasta volver al Pucela, con el que jug¨® 29 partidos en Primera en la 18-19, y del que guarda un grato recuerdo. ¡°Estoy siempre pendiente de los equipos en los que he estado y creo que el Valladolid se va a salvar¡±. Lo sigue desde California, a m¨¢s de 9.000 kil¨®metros de distancia y pese a las 9 horas de diferencia. All¨ª, en el Sacramento Republic de la segunda divisi¨®n estadounidense, juega desde enero de 2022. ¡°Mi mujer y yo somos bastante aventureros. Me surgi¨® esta oportunidad y no lo dudamos, quer¨ªamos dar un salto importante a nivel vital¡±.

El detonante fue el ERE que llev¨® a cabo el Deportivo en 2021. Keko se vio obligado a abandonar Coru?a, tras dos temporadas de blanquiazul (una en Segunda y otra en Segunda B), y opt¨® por probar algo distinto. Antes, hab¨ªa regresado al M¨¢laga, tambi¨¦n en Segunda (19-20). En total, 14 a?os de profesional a los que el de Brunete, a sus 31 a?os, espera dar continuidad, todav¨ªa con mucho que ofrecer. 14 temporadas para aprender, para entender el f¨²tbol, pero tambi¨¦n la vida. ¡°Siempre escuchamos historias de ¨¦xito, pero tambi¨¦n hay muchos casos en los que no todo ha ido bien. A los chavales j¨®venes seguro que les sirve de referencia. Yo era el ni?o mimado del Atleti y el mundo real me pill¨® de sopet¨®n¡±, confiesa.