K¨¢iser Cubars¨ª
El canterano, aclamado en La Cartuja, jug¨® una final apote¨®sica, con 94 intervenciones, seis posesiones ganadas y, sobre todo, tres cortes decisivos que salvaron al Bar?a.
El padre de Pau Cubars¨ª repiti¨® en Sevilla el ritual de Yeda. Salt¨® al c¨¦sped cuando De Burgos Bengoetxea pit¨® el final y corri¨® hacia su hijo tir¨¢ndose de rodillas en el c¨¦sped de La Cartuja. El estadio se vino abajo. ¡°Cu-Cu-Cubars¨ª, Cu-Cu-Cubars¨ª¡±, fue uno de los gritos m¨¢s repetidos durante el partido. Disfrazado casi de superh¨¦roe, el central del Estanyol, un pueblecito de unas 200 personas que ha dado un central de impresi¨®n, tuvo tres intervenciones angelicales, de esas que llegan cuando ya parece imposible evitar que pase lo peor. En la primera parte, cort¨® un pase con veneno de Bellingham hacia Vinicius. Pedri recuper¨®, busc¨® en largo a Lamine y este le devolvi¨® el caramelo de la acci¨®n del 1-0. Cubars¨ª tambi¨¦n estuvo providencial anticip¨¢ndose a un pase de G¨¹ler a Bellingham y fren¨® dos acciones individuales de Vinicius y Mbapp¨¦.
La conexi¨®n de Pau Cubars¨ª con la afici¨®n fue autom¨¢tica desde que aterriz¨® de manera sorprendente en la primera plantilla en enero de la temporada. Un central que mezcla el amor propio y la agresividad de Carles Puyol con la calma de Gerard Piqu¨¦ en la salida del bal¨®n, y que con poco m¨¢s de 18 a?os ya ha jugado 74 partidos en la primera plantilla. Cubars¨ª jug¨® el partido con la entereza que requiere una final. No le pes¨® el escenario ni los grandes nombres que ten¨ªa delante. Encontr¨®, adem¨¢s, el mejor compa?ero posible en I?igo Mart¨ªnez, que recuper¨® hasta once balones.
Ambicioso y autoexigente, Cubars¨ª es todav¨ªa un central en progresi¨®n y con margen de mejora. Aunque todos daban por hecho que llegar¨ªa, y tanto en el Bar?a como en la RFEF sab¨ªan que estaban ante uno de los centrales del futuro, el valor de Xavi para hacerlo jugar con 17 a?os reci¨¦n cumplidos ha acelerado el proceso y le ha obligado a acelerar plazos. La temporada pasada, despu¨¦s de un inicio impactante, tuvo un valle a final de temporada. Luis de la Fuente lo dej¨® fuera de la Eurocopa, pero lo llev¨® a los Juegos, que fueron otro espaldarazo con el oro en el Parque de los Pr¨ªncipes. Flick lo recibi¨® con los brazos abiertos en pretemporada, le dio su sitio en el equipo y le ha ido modelando. Detalle a detalle, Cubars¨ª ha ido creciendo hasta convertirse en un imprescindible para el Bar?a y para la afici¨®n, que le ve como uno de los s¨ªmbolos de este nuevo Bar?a desacomplejado y comprometido, que permite pensar en un ciclo ganador relativamente largo.
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