Joselu propulsa a Bellingham
La presencia del delantero favorece las apariciones decisivas del brit¨¢nico. El Cl¨¢sico fue un ejemplo m¨¢s de esta realidad que exige a Ancelotti.
Joselu, el nueve sin ¡®9¡ä, asumi¨® un papel trascendental en el Cl¨¢sico para reivindicar a la figura del delantero y tambi¨¦n a s¨ª mismo. Junto a la presencia de Modric y alguna matizaci¨®n t¨¢ctica de Ancelotti como el rol que jug¨® Valverde en la segunda parte, la entrada del punta fue clave y coincidi¨® con la reacci¨®n del Madrid a trav¨¦s de Bellingham, el futbolista que pas¨® por encima de un Cl¨¢sico menor. El trabajo oscuro, la fijaci¨®n de los centrales y el orden que ofrece la comparecencia en el campo de Joselu sirvieron al Madrid para organizar mejor sus ataques y liberar espacios. El gran beneficiado fue Bellingham, que agradece la labor de Joselu para aparecer desde segunda l¨ªnea con un delantero que obliga al marcaje a los centrales rivales y abre grietas en el ¨¢rea por las que se mete el jugador ingl¨¦s.
El cambio de guion del Cl¨¢sico no se hubiera producido sin Joselu en el campo. No es que su aportaci¨®n quedara reflejada en los datos, con apenas 14 toques y solo seis pases buenos, pero su incidencia trascendi¨® a los n¨²meros. Su fortaleza en el cuerpo a cuerpo permiti¨® otro tipo de salida a un Madrid que tuvo pocas ideas e intenciones en Montju?c. Con Joselu en los metros finales, su juego se puede simplificar al contar con un rematador en los centros al ¨¢rea y un jugador que impide que los centrales salgan a anticipar en zonas m¨¢s avanzadas. Christensen e I?igo Mart¨ªnez se tuvieron que ocupar de ¨¦l, algo que con Rodrygo no sucedi¨® porque es un futbolista para atacar la profundidad y el Madrid no lo pudo hacer en el Cl¨¢sico. De esta forma, el volumen ofensivo blanco dej¨® mucho que desear (solo 21 intervenciones en ¨¢rea rival), aunque Bellingham se salt¨® cualquier protocolo estipulado para darle la vuelta al marcador.
El 1-2 definitivo resumi¨® perfectamente la importancia de Joselu. Sin tocar el bal¨®n, se convirti¨® en una pieza trascendental al referenciar a Chirstensen y desbloquear la llegada de Bellingham. Las im¨¢genes inferiores explican c¨®mo Joselu ocup¨® el ¨¢rea, fij¨® al defensa dan¨¦s y gener¨® el hueco entre centrales. Fue la s¨ªntesis perfecta de por qu¨¦ al Madrid le hace la vida m¨¢s f¨¢cil actuar con un delantero.
Hacer mejor al mejor
El Cl¨¢sico reforz¨® a Joselu. Lejos del talento de otros, cumple unas funciones muy espec¨ªficas que ning¨²n jugador de la plantilla del Madrid puede desempe?ar. Su digna oposici¨®n a la titularidad no tiene mejor argumento que Bellingham. Al ingl¨¦s le beneficia tener por delante un nueve que le barra defensas y sea capaz de crear espacios. De los 13 goles que ha marcado, ocho han llegado con Joselu en el terreno de juego.
En el aspecto colectivo, la influencia de Joselu tambi¨¦n se aprecia en c¨®mo ataca el Madrid. Con Vinicius y Rodrygo como referencias, m¨¢s si cabe con la discutible suplencia de Modric, es un equipo encaminado a correr. Pero para eso tiene que recuperar y salir r¨¢pido o enfrentarse a modelos defensivos adelantados como el del Braga en el ¨²ltimo partido de Champions. Si est¨¢ Joselu, el Madrid puede enviar centros laterales y simplificar sus v¨ªas de acceso al gol si tiene en consideraci¨®n que no debe abusar de este recurso. As¨ª acostumbra a hacerlo: 13 centros por partido con el delantero y nueve sin ¨¦l.
Es muy probable que Joselu carezca del nivel que se le demanda a un delantero del Madrid, pero tampoco hay demasiadas dudas de que su presencia hace m¨¢s sencillos los ataques posicionales blancos y apoya la proyecci¨®n de Bellingham. El delantero no se entrega a un papel secundario y reclama a Ancelotti que le tenga en cuenta tanto por su propio rendimiento individual como por el bien que hace al colectivo.
La pelota vuelve a estar en el tejado del t¨¦cnico italiano. Su insistencia en conceder la titularidad a Rodrygo en una posici¨®n en la que el brasile?o no se siente c¨®modo, tanto que lo ha llegado a verbalizar, no ha producido efectos positivos. Adem¨¢s, Joselu le da la opci¨®n de volver al 1-4-3-3 en diversos contextos, incluso alinear a Rodrygo en la derecha, con Bellingham en uno de los interiores. Hasta este momento, en un Madrid con mejores resultados que sensaciones de juego, el delantero se hace importante. Por Joselu no va a quedar.
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