Januzaj rescata a Las Palmas en el 98¡ä, con 10 y frustra a Osasuna

El h¨¦roe local, acaso inesperado, fue Januzaj. Tras salir en la segunda parte, salv¨® un punto en un eterno a?adido al que se hab¨ªa llegado con todo a favor de Osasuna, que dominaba el marcador tras el gol de Aimar Oroz y que tuvo a Las Palmas maniatada tantos minutos.

Los locales, a base de coraz¨®n, lo ¨²nico que les quedaba tras una deficiente noche de f¨²tbol, consiguieron encimar a un Osasuna que jug¨® unos cuantos minutos con un jugador m¨¢s tras la decepcionante expulsi¨®n de Essugo, juventud impetuosa la suya, expulsado sin miramientos por no medir sus protestas.

Gil Manzano, como tanto le gusta, se convirti¨® en una de las estrellas del partido, desquiciando a unos y otros, dif¨ªcil entender su criterio, tarjetero a diestro y siniestro en un duelo bastante limpio. Li¨® una buena junto al VAR y quien all¨ª estaba, Pizarro G¨®mez. No le va bien a Las Palmas con este ¨²ltimo, que ya se la arm¨® contra el Mallorca. Cuando todo apuntaba hacia la pena m¨¢xima que le hab¨ªan hecho a Moleiro de pronto apareci¨® una falta previa de F¨¢bio Silva por un codo suelto en la jugada del centro previo. Cosas del f¨²tbol.

Ninguno de los dos equipos se escond¨ªa nada en los primeros compases del duelo. En su s¨ª pero no, jugaban a lo mismo. Si Las Palmas achuchaba con balones largos buscando la espalda rojilla, Osasuna hac¨ªa lo propio con la vista en Budimir. Y eso que los locales ten¨ªan a Fuster, Kirian o Moleiro, futbolistas de terciopelo, aquellos que necesitan el cuero todo el tiempo, peque?os diablos con el bal¨®n en los pies.

Sandro y Moleiro abrieron fuego sin mayor peligro, los dos balones al limbo, hasta que Rub¨¦n Garc¨ªa, en una falta, mand¨® el bal¨®n a la red pero por fuera. Poco a poco se estiraba Osasuna, que adem¨¢s anulaba el juego de posici¨®n de Las Palmas con emboscadas continuas en el centro del campo juntando l¨ªneas y metiendo mazo. En esa mayor¨ªa num¨¦rica parec¨ªa estar la clave, aquella que le permit¨ªa a los visitantes manejar a su antojo ritmos, tiempos y sensaciones.

Otra vez Budimir, con un remate a bocajarro, puso a prueba a Cillessen, cuya porter¨ªa no se profan¨® de milagro en aquella cabalgada de un Kike Barja que, tras la en¨¦sima p¨¦rdida de bal¨®n amarilla, se top¨® con el palo.

Tan virado estaba el duelo para Osasuna que, en apenas ocho minutos tras el descanso, Budimir avis¨® y Aimar Oroz remat¨® el 0-1 casi en la l¨ªnea de gol. Pudo empatar Las Palmas por medio de Sandro y con aquel jaleo del VAR y Gil Manzano en el posible penalti a Moleiro.

Tras ausentarse en el Santiago Bernab¨¦u por acumulaci¨®n de tarjetas, la expulsi¨®n de Essugo por no cerrar la boca a tiempo parec¨ªa sepultar las opciones locales. La imagen del mediocentro franc¨¦s y¨¦ndose a por el ¨¢rbitro, al que antes hab¨ªa aplaudido con actitud burlesca, pese a la f¨¦rrea oposici¨®n de sus compa?eros es de las que obligan a reflexionar al protagonista y a sus jefes.

Con todo perdido y un jugador menos los locales le echaron coraz¨®n al duelo. No les quedaba casi nada, f¨²tbol por supuesto que no, y entonces lleg¨® la falta lanzada por Januzaj que, tras tocar en la barrera, le dio a Las Palmas su primer punto de 2025 y mantiene a Osasuna sin ganar desde que noviembre amanec¨ªa.

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