I?igo P¨¦rez, la mano derecha de Andoni Iraola regresa a El Sadar
El segundo entrenador del Rayo se retir¨® hace tres meses y medio en este escenario, su casa durante cuatro a?os. All¨ª se reencontrar¨¢ con Arrasate, quien le dirigi¨® en Numancia y Osasuna.
La vida de I?igo P¨¦rez (Pamplona, 18 de enero de 1988) ha dado un vuelco en s¨®lo tres meses y medio. El tiempo que ha transcurrido desde que disput¨® su ¨²ltimo partido como jugador en activo, vistiendo la camiseta de Osasuna, y su inminente vuelta a El Sadar este domingo como segundo de Iraola con el Rayo. El navarro tomaba la decisi¨®n de saltar a los banquillos y qu¨¦ mejor manera de hacerlo que de la mano del que fuera su compa?ero en el Athletic, uno de los t¨¦cnicos con mayor proyecci¨®n de Primera y el m¨¢s joven una vez m¨¢s.
Aquel 22 de mayo, Jagoba Arrasate ¡ªel m¨ªster con el que despunt¨® en el Numancia y lo fich¨® para Osasuna¡ª sacaba al centrocampista el ¨²ltimo cuarto de hora del encuentro contra el Mallorca, rival al que hab¨ªa marcado en la primera vuelta su ¨²nico gol del curso. Y a pesar de la derrota (0-2), I?igo disfrut¨® de sus ¨²ltimos instantes como rojillo y como profesional, despu¨¦s de una temporada en la que apenas hab¨ªa tenido protagonismo, con 335 minutos en Liga, repartidos en diez choques. No obstante, la afici¨®n navarra siempre le mostr¨® un especial cari?o durante su periplo de cuatro campa?as (18-22), en las que fue part¨ªcipe del ascenso a Primera, as¨ª como del asentamiento del equipo en la ¨¦lite.
Este verano tuvo opciones para seguir jugando ¡ªtrascendi¨® una oferta del M¨¢laga¡ª, pero I?igo decidi¨® pasar a la siguiente fase y comenzar una nueva andadura en los banquillos. Iraola ten¨ªa vacante la plaza de segundo, despu¨¦s de la marcha de Unai Mendia, y ambos se conoc¨ªan de su etapa como leones. Compartieron el vestuario del Athletic un lustro, el comprendido entre 2009 y 2014. Eso s¨ª, con lesiones y cesiones del centrocampista mediante, porque cuando I?igo debut¨® con el primer equipo, Iraola ya era el due?o y se?or de la banda derecha.
¡°Era el t¨ªpico compa?ero que sab¨ªa que terminar¨ªa siendo t¨¦cnico. Conf¨ªo mucho en ¨¦l y en su forma de entender el f¨²tbol. Es su primera experiencia como segundo entrenador y su ilusi¨®n nos viene muy bien a todos¡±, confiesa Iraola sobre un I?igo siempre sonriente y en un discreto segundo plano. Quiere aprender y elude los focos, ans¨ªa que ¨¦stos apunten a la plantilla y al de Usurbil. Esa humildad que enarbol¨® como jugador sigue presente en su vida.
Una nueva vida en Madrid, en la que mantiene algunas de sus otras pasiones, las que no tienen que ver con el f¨²tbol, como la lectura ¡ªa veces compulsiva, llegando a leer simult¨¢neamente tres o cuatro libros y con 40 o 50 t¨ªtulos apuntados en ¡®notas¡¯ esperando a ser devorados¡ª, el cine e incluso la escritura. De hecho, I?igo public¨® una emotiva carta de su pu?o y letra para despedirse de Osasuna y de su afici¨®n, en la que tambi¨¦n hizo autocr¨ªtica, calificando su andadura con un ¡°suficiente alto o un 5,7 en t¨¦rminos num¨¦ricos¡±. Un futbolista at¨ªpico que se sacude los prejuicios que siempre ha conllevado su profesi¨®n como los de inculto o fr¨ªvolo. Aquella misiva comenzaba as¨ª, en verso:
¡°Lleg¨® el momento de partir.
Lleg¨® el momento del adi¨®s.
Lleg¨® el momento de dejar, que otros lo hagan mejor.
Siempre esperando el regreso al lugar en el que sonr¨ªo.
Agradecido y sonrojado por obtener lo no merecido.
Con la deuda grabada dentro, que solucionar¨¦ en otro momento.
Lleg¨® el momento de partir.
Lleg¨® el momento del adi¨®s.
Una persona m¨¢s, que rojo es su coraz¨®n¡±.