Hongla sonr¨ªe y ¡®dice¡¯ 33

En los estertores del mercado de enero, el Real Valladolid anunci¨® no uno, sino dos centrocampistas: Selim Amallah, quien ya estaba desde hac¨ªa d¨ªas en la ciudad, y Martin Hongla. El mediocentro camerun¨¦s arrib¨® con la vitola de polivalente, ya que puede actuar tambi¨¦n como central, aunque no fuera para ¨¦l un h¨¢bito reciente. Cualquiera lo dir¨ªa, visto su debut. En el Reale Arena, ante la ausencia de Joaqu¨ªn y lo apurado de la recuperaci¨®n de El Yamiq, adelant¨® a Torres en la rotaci¨®n y sali¨® de inicio en dicha posici¨®n, en la que, como m¨ªnimo, cumpli¨®.

Como sucedi¨® con Mach¨ªs y Larin frente al Valencia, el africano se estren¨® con un triunfo valios¨ªsimo. Con los tres puntos en el bolsillo, atendi¨® a la televisi¨®n. Sonriente, como no pod¨ªa ser de otra manera, aunque eso, la sonrisa, le viene acompa?ando desde que lleg¨®. As¨ª se le vio en los canales oficiales del club en su primer entrenamiento y durante su presentaci¨®n, en la que rechaz¨® el apoyo de la traductora para comunicarse en espa?ol, idioma que conoce de su etapa en el Granada, y en el que se desenvolvi¨® tambi¨¦n en el Reale Arena.

En su puesta de largo, Hongla fue claro: viene a jugar donde diga Pacheta. El t¨¦cnico, ante la Real Sociedad, le convirti¨® en el trig¨¦simo tercer futbolista que utiliza en lo que va de campa?a. ¡°Vine aqu¨ª para esto, para ayudar a los compa?eros donde me quiera poner el m¨ªster. Estoy aqu¨ª para defender al equipo y la camiseta del Real Valladolid al 300 por ciento¡±, asever¨® el camerun¨¦s, unas declaraciones que fueron en la l¨ªnea de las primeras que hizo como jugador blanquivioleta y con las que comenz¨® a meterse en el bolsillo a una afici¨®n que valor¨® bien su actuaci¨®n.

Y es que, en su estreno Hongla acompa?¨® la buena actuaci¨®n de Javi S¨¢nchez en el centro de la zaga y ayud¨® a solidificar esta parcela en un partido en el que cab¨ªa la posibilidad de pasar dificultades, toda vez que la Real Sociedad es un equipo l¨ªquido en ataque, con muchas piezas m¨®viles, incluido Sorloth, su nueve m¨¢s referencial, y a quien no lleg¨® a tapar el africano en su ¨²nico lunar en el encuentro. Con bal¨®n, esgrimi¨® criterio a pesar de las p¨¦rdidas, intentando activar en m¨¢s de una ocasi¨®n a Mach¨ªs con env¨ªos en largo, aunque sin un acierto elevado.