Historia de un viaje y una Uni車n
As acompa?a a la Uni車n internacional de Pe?as del Atleti, durante su expedici車n en bus hasta El Burgo de Osma; la primera de la pretemporada, pero con la pasi車n de anta?o.

10:30 de la ma?ana. Julio. Barrio de San Blas. Estadio Metropolitano. Un sol de justicia empieza a abrirse paso en el cielo madrile?o. De fondo, un viaje. Dos hombres suben las escaleras de acceso al estadio en direcci車n a uno de los locales hosteleros que hay en las cercan赤as del campo. El primero, lleva una camiseta del Atleti, blanca y roja, con trazos rectos, como los de antes. Es Eduardo Fern芍ndez, directivo de la Uni車n de Pe?as. A su lado, su padre, Federico. 87 a?os de puro sentimiento atl谷tico. En su mano, un bast車n. En sus ojos, viveza, pasi車n y honestidad. Entran a la cafeter赤a.
El tema Cristiano inunda el ambiente y la asociaci車n ha lanzado comunicado a las 07:07 horas de este mi谷rcoles: ※Representa la ant赤tesis de los valores del Atleti§, reza. Se adentran en el bar y toman asiento. ※No tiene l車gica ninguna, un t赤o que nos ha hecho de todo y que quiere venir aqu赤 solo por su ego. Necesita 谷l m芍s al Atleti que el Atleti a 谷l§, comenta. Al poco entra Piluca. Ha interrumpido sus vacaciones en Galicia y viene expresamente desde Ourense para animar al Atleti, su Atleti. Julio. Pretemporada. Un medio moreno ti?e su piel y una sonrisa perenne ilumina su cara. Vuelve a entrar un hombre por la puerta de la cafeter赤a: Daniel Barjola &Dani*, orgulloso directivo de la Uni車n. Su abuelo, Raimundo Barjola, fue el 迆ltimo delegado de campo del antiguo Metropolitano y el primero del Calder車n. En su pecho, el escudo de anta?o, aquel que portaba Raimundo en el brazalete. Le da el primer sorbo al caf谷 y empieza a rememorar, junto al resto, los comienzos de la Uni車n. ※Todo esto surgi車 en 2017, a partir de un grupo de WhatsApp en el que empezaron a unirse pe?as. Se vio que faltaba la figura de alguien que lo coordinase todo y naci車 la asociaci車n§. Hay pe?as tanto de Madrid como del resto de Espa?a y del extranjero. ※Los intereses son distintos y hab赤a que buscar una soluci車n§, comenta. El punto de partida fue un Atl谷tico-Barcelona femenino. Ese d赤a, en Majadahonda, las chicas se proclamaron campeonas de Liga, y se dio comienzo a la puesta en com迆n de distintas sensibilidades con un mismo sentimiento: se fund車 la Uni車n Internacional de Pe?as del Atl谷tico de Madrid.


No ha terminado de hablar y entra al local un nuevo integrante, que no el 迆ltimo, ※Rulo§. Detr芍s est芍n Cacho Heredia y Luiz Pereira. Se respira Atleti. Solo dos veces antes la agrupaci車n hab赤a viajado junta, en autocar, a un partido, ambas con Valladolid como destino. Una previa y otra posterior a la pandemia. El autob迆s partir芍 con retraso. La salida a El Burgo de Osma estaba programada a las 10:45 y son algo m芍s de las once. En la puerta espera un hombre de barba cana y mirada profunda, firme, c芍lida, de esas que transmiten. Se presenta: ※Soy Eduardo Fern芍ndez, presidente de la Uni車n. Este ser芍 el primer viaje de los muchos que esperamos hacer en bus este a?o, todos los que la distancia nos permita por esta v赤a§. Se cierra la puerta y el autocar pone rumbo a Soria. Dentro, actualidad e historia se entremezclan. Nombres como Morata, Sa迆l o Cristiano interrumpen an谷cdotas en Oporto, en M迆nich, en Lyon, en Copenhague... a?os y a?os de vivencias, siempre con el Atleti por bandera. En el autob迆s se encuentra Joaqu赤n Santisteban, socio n迆mero 84 del club, e historia viva de la afici車n colchonera. A sus espaldas, 68 a?os ininterrumpidos de socio y mucho sufrido. Sus amigos bromean, pero 谷l lo tiene claro; se?al芍ndose el coraz車n, replica: ※No puedo cambiar, eso se lleva aqu赤§. Y no le falta raz車n, medio siglo largo da para mucho y 谷l tiene la inmensa fortuna de poder decir que en su casa ha comido Pel谷. Su madre, Pituca, fue socia n迆mero 1 del club y la 迆nica que ha recibido cinco veces la insignia de oro y diamantes. Su mesa se convirti車 en un aut谷ntico feudo atl谷tico, un nido de tradiciones, sentimiento y arraigo colchonero. Por ella pasaron, adem芍s de infinitud de presidentes, figuras como Peir車, Collar o Adelardo. Joaqu赤n lo recuerda con alegr赤a, esa que rebosa y contagia de forma natural, con su sola presencia. ※Fueron a?os maravillosos§. Hoy en d赤a, su casa sigue siendo un verdadero museo atl谷tico. Reliquias de todo tipo decoran sus paredes y abarrotan sus cajones.



El viaje contin迆a. En el horizonte, el primer partido del equipo. El Burgo de Osma espera y distintas asociaciones se dar芍n cita en la Pe?a local. Mientras, prosiguen las vivencias, como la de Bego?a. Fue una de las azafatas de Gil, y hoy emprende un nuevo viaje, junto a su hermana Sonia y su hijo Jose. Tambi谷n, Regino. La silueta de un padre y un hijo, luciendo remera atl谷tica, de espaldas, y con el Calder車n de fondo, da color a su curtida piel. El sentimiento grabado a fuego. El autob迆s ha llegado. Pasadas las 13:00 horas, aficionados de la Uni車n se congregan en la pe?a local. Otros abarrotan terrazas de la zona y cuchichean al paso de las dos leyendas rojiblancas. ※Una foto, Cacho§. ※Una foto, Luiz§. El municipio se ha te?ido, de golpe, de rojiblanco. Julio. Pretemporada. Banderas de Espa?a y del Atleti presiden la entrada a la Pe?a de El Burgo de Osma. Dentro resuena el himno a todo meter, entre botell赤n y botell赤n. ※Esto es pura pasi車n§, exclama Piluca. Fotos y m芍s fotos dan color al local. Tradici車n en el ambiente y diversidad en las conversaciones. Javier Arroyo, pertenece a la Pe?a Pet車n, de Zaragoza, y tambi谷n ha querido estar presente. Es la tercera vez que viene.




Los minutos corren como la p車lvora. ※Qu谷 bien se est芍, cuando se est芍 bien§, se escucha. Son las tres de la tarde y la Uni車n ha reservado mesa en un hotel de la zona. A los extremos, presidiendo la mesa, Cacho y Pereira. De por medio, charlas del hoy y del ayer. Sentimiento y sabidur赤a futbol赤stica en vena. ※Hoy en d赤a, en el f迆tbol, hay muchos jugadores que son ingratos con la afici車n. Antes era distinto. Todos los jueves, cuando jug芍bamos el primer equipo contra el B, se abr赤a el Calder車n para que entrase la hinchada, y despu谷s firm芍bamos aut車grafos. Era bonito. Ahora es diferente§, apunta el brasile?o. Sale Gil en las conversaciones, Ufarte, Heredia, Aragon谷s, Leivinha, Griffa, la Intertoto, la Champions, la Copa, la Liga, el Bernab谷u, el Calder車n...Todo se vive y se comenta con la pasi車n del que vive para algo. Tras un men迆 a elegir y unos postres variados, los amigos ponen rumbo de nuevo a la Pe?a. ?D車nde mejor que all赤 para seguir respirando Atleti? En los soportales sorianos ya aguardan nuevos viajeros. La gente que ha salido de trabajar se va incorporando progresivamente y por las estrechas callejuelas del lugar, junto al local, ya cuesta hacerse hueco. Gritos en contra de cierto portugu谷s se escuchan desde calles aleda?as.




Son las 18:00 y hay que partir. De camino, Santisteban, rememora, de nuevo, partidos y an谷cdotas de anta?o. Todos le escuchan. Son las 18:15 y la cola para entrar al campo sobrepasa los 100 metros. El estadio no se ve. Julio. Pretemporada. Ni?os y mayores de rojo y blanco copan la zona a pie de campo habilitada para seguidores. Las entradas en Tribuna son limitadas y toca verlo de pie. Da igual. La ilusi車n prevalece sobre la incomodidad y el calor asfixiante. A las 19:00 el 芍rbitro se?ala el inicio del encuentro. Aficionados del Numancia completan el aforo y los gritos de 芍nimo, principalmente atl谷ticos, se suceden. Gol de Lemar, de Correa, de Kondogbia, de Cunha...el sol va cayendo y el cielo se va tornando rojizo, mientras el Atleti gana. La afici車n disfruta y la Uni車n tambi谷n. Simeone prueba y las nuevas incorporaciones debutan. El Atleti ilusiona, pero eso no es relevante. Lo que importa es el trayecto, este u otros, a El Burgo de Osma o a Manchester, pero siempre con un mismo sentimiento por bandera. Porque igual el Atleti es eso: disfrutar y sufrir, re赤r y llorar, lamentar y celebrar, pero siempre de la mano, siempre enrolados en un mismo viaje.