Hermoso abraza la unidad
El madrile?o fue protagonista del Atleti-Oporto con un tanto en el descuento que le reafirma como uno de los l¨ªderes del vestuario y le realza ante la afici¨®n.
Puro car¨¢cter. As¨ª le definen quienes le conocen. Puro car¨¢cter y pura personalidad. Ayer, en el verde del Metropolitano lo volvi¨® a demostrar. Mario Hermoso es uno de esos jugadores que, si ya transmite de puertas para fuera del vestuario, de puertas para dentro lo hace todav¨ªa m¨¢s. Su voz no es cualquiera, inspira confianza e infunde seguridad, sus compa?eros le siguen y escuchan con atenci¨®n. No es casualidad. Mata por ellos. Juegue lo que juegue, noventa minutos, quince o tres. Es de esa escuela de futbolistas que entienden el f¨²tbol siempre desde lo colectivo, anteponiendo al grupo por delante de los intereses personales. Cero rabietas, cero caras largas, cero restar.
Desde el pasado 21 de agosto, los suyos sab¨ªan que no estaba pasando por su mejor momento. Aquel d¨ªa, tras el Atl¨¦tico-Villarreal, se vio en el foco de la pol¨¦mica por enfrentarse a un sector de la grada. Lo hizo para defender a un compa?ero, Griezmann, y con el af¨¢n de remar todos, jugadores y afici¨®n, en la misma direcci¨®n, pero perdi¨® los papeles. Cosas de la vida, ayer el minuto 99 les llev¨® a ese mismo fondo, en ese mismo estadio, y con esa misma gente, con la oportunidad de redimirse. Qu¨¦ manera de hacerlo. Muchos se habr¨ªan llevado la mano a la oreja, habr¨ªan maldecido en arameo y se habr¨ªan reafirmado en su orgullo. No ellos. Lejos de ser un ¡°?y ahora, qu¨¦?¡±, los dos protagonistas rojiblancos de la noche de ayer volvieron a abrazar esa palabra de seis letras que tanto cuesta pronunciar, de un tiempo a esta parte, en el Metropolitano: unidad.
Una celebraci¨®n que habla por s¨ª sola
Y lo hicieron abraz¨¢ndose ellos, que viven el d¨ªa a d¨ªa del equipo, que, m¨¢s all¨¢ de su pasado, sienten al Atleti como una raz¨®n de ser, y que suman diariamente al grupo con su carisma. Ayer sumaron tambi¨¦n, con goles. No hay prueba m¨¢s grande de ese liderazgo que la celebraci¨®n de sus compa?eros. Los achuchones a Hermoso en el primer tanto no eran solo a un gol en el 91¡ä, eran tambi¨¦n una demostraci¨®n de fidelidad, un agradecimiento a la autenticidad y una petici¨®n de cohesi¨®n. A gritos. Porque si algo se empe?a en demandar, tanto club como plantilla, es que el Atleti sea uno, fuerte y hermanado.
El madrile?o es uno de los mayores exponentes de ese sentimiento. Un l¨ªder natural que empuja al resto a seguir hacia delante. Era de los jugadores que mejor cartel ten¨ªa para hacer caja este verano, pero Simeone sabe de su importancia. Pese a su escaso protagonismo en este inicio de temporada y en largos tramos de la pasada, es necesario en el equipo, una bendici¨®n para el grupo.