La primera remontada

Un Madrid a medio hacer se apunt¨® a la primera remontada del curso ante el Milan gracias a dos goles de Valverde y otro de Vinicius, aclamado en Los ?ngeles al nivel del Bernab¨¦u. Fue en el debut de Bellingham, que estuvo bien sin presumir; con un cambio de sistema producto del fichaje del ingl¨¦s, de la salida de Benzema y de la ausencia de un nueve de primera instancia; con los estrenos de Joselu, Fran Garc¨ªa y Nico Paz; y con un final cl¨¢sico: las genialidades de Vinicius y Rodrygo. Esa parte de la transici¨®n la tiene completa el Madrid.

La curiosidad es el combustible del verano. Un cl¨¢sico: evaluar si lo que llega empeora o mejora lo que se fue. M¨¢s en este Madrid con cuatro incorporaciones y una repesca, Brahim, transici¨®n en un equipo obligado a cambios generacionales indoloros. En cinco a?os han ca¨ªdo dos imperios, Cristiano y Benzema. Al primero sobrevivi¨® con la llegada del segundo. Ahora se apunta al m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa: jugar un curso entero sin un nueve de sangre azul. Ni siquiera lo tendr¨¢ si finalmente remata el requetefichaje, Mbapp¨¦, que cumple su tercera pretemporada en el Madrid sin que ¨¦l lo sepa. As¨ª que Ancelotti lo ha resuelto con la acrobacia de un cambio de sistema y de registro en la presi¨®n.

Este primer Madrid, con m¨¢s suplentes que titulares, asom¨® con un 4-3-1-2, con Kroos como pivote escoltado por Valverde y Camavinga, Bellingham por delante y dos puntas, Brahim y Joselu, que no ser¨¢n primera opci¨®n de salida. El cambio de qu¨ªmica por f¨ªsica tambi¨¦n ha tra¨ªdo una presi¨®n m¨¢s alta y ambiciosa. El primer apunte, no concluyente, es que, respecto al a?o pasado, queda una plantilla con m¨¢s piernas, m¨¢s donde elegir (solo se mantiene, y parece que por poco tiempo, Odriozola del cuarteto de suplentes censados pero invisibles), menos salseo en la bandas y menos gol. Mbapp¨¦ es el remedio ideal para esta carencia. Hacer que marcar sea cosa de muchos, la alternativa.

Una defensa de cristal

Por exigencias de tesorer¨ªa hace tiempo que los ensayos del Madrid lleguen cargados de dinamita. En Los ?ngeles le esper¨® un Milan tan semifinalista de la Champions como ¨¦l, con seis fichajes, tres de ellos en el once inicial, dos sobradamente conocidos por los de Ancelotti: Loftus-Cheek y Pulisic, ¨¢ngeles ca¨ªdos del ¨²ltimo Chelsea. Un equipo, en definitiva, del club del gourmet que equilibr¨® pronto el dominio inicial del Madrid y que se adelant¨® con un gol de c¨®rner. Tomori lo remat¨® a quemarropa en el ¨¢rea peque?a, entre Militao y Nacho y con Lunin hundido bajo los palos. Error colectivo de los que toman nota los entrenadores.

Hasta ah¨ª, el Madrid hab¨ªa llegado poco: un disparo lejano de Valverde, anticipo de lo que vendr¨ªa despu¨¦s, y otro de Bellingham ante el que Tomori ejerci¨® de pared. El ingl¨¦s apunt¨® a jugador de mucha presencia, buen manejo de las dos piernas y estupendas dotes como filtrador del ¨²ltimo pase. Las mejores ideas de un Madrid por hacer estuvieron en su cabeza durante la primera parte. Su jerarqu¨ªa parece acercarle mucho a su precio.

Lo peor del Madrid estuvo atr¨¢s, con demasiadas p¨¦rdidas en la salida de bal¨®n de su centrales de la primera parte. En una de ellas, tras error de Nacho, encaj¨® el segundo gol, en magn¨ªfico disparo de Luka Romero, el argentino que en 2020, con el Mallorca, se convirti¨® en el debutante m¨¢s joven de la Liga espa?ola. Ahora tiene 18 y progresa adecuadamente.

El ca?¨®n de Valverde

Ancelotti cambi¨® a ocho en el descanso y qued¨® un once m¨¢s reconocible y notablemente mejor, especialmente en ataque, con Rodrygo y Vinicius, al que este dibujo le aleja de la banda izquierda, su jard¨ªn. Para Rodrygo el cambio es menos traum¨¢tico. Est¨¢ m¨¢s entrenado para el puesto y le resulta m¨¢s natural. Entr¨® en el partido como una centella. Un remate de exterior tras arrancada el¨¦ctrica se lo sac¨® Sportiello. Y en un minuto, el Madrid levant¨® la faena con dos goles de Valverde desde fuera del ¨¢rea. El primero, en regalo del meta del Milan, con guantes de aceite. El segundo, por cortes¨ªa de Tomori, condenado por una entrega imprudente. No hay distancia imposible para el uruguayo, que empieza como el curso pasado. Por ese desag¨¹e se le empezaba a marchar el partido al equipo de Pioli.

Rodrygo inici¨® la carga de un Madrid definitivamente superior en el segundo acto hasta que Pioli sac¨® tambi¨¦n lo mejor de su plantilla, con Rafael Leao a la cabeza. En su primera intervenci¨®n pas¨® por encima de Carvajal, aunque nadie rematara su centro. Antes, Lunin evit¨® el 3-2 de Giraud en intervenci¨®n de mucho m¨¦rito.

El nuevo Milan equilibr¨® la balanza pero no cont¨® con los imprevistos. El mayor de ellos, Vinicius, que crecido en medio del entusiasmo californiano recogi¨® un pase de Modric y resolvi¨® con facilidad dentro del ¨¢rea para demostrar que las remontadas del Madrid no son estacionales. Llegan con fr¨ªo y con calor.