G¨¹ler encuentra el ¡°don¡±

Un par¨®n reconstituyente. Por minutos, importancia y rendimiento. Dos victorias de Turqu¨ªa, ante Montenegro e Islandia, con G¨¹ler como dinamizador. Decisivo, especialmente en la remontada ante los vikingos. Con 1-0 forz¨® un penalti. ?alhanoglu resbal¨® y golpe¨® con ambos pies. Anulado, pero ya con 2-2 en el marcador, el de Altindgag apareci¨® en el ¨¢rea para empujar a la red el tercer tanto turco. Akturkoglu sellar¨ªa un triunfo a lomos de G¨¹ler. Porque m¨¢s all¨¢ de lo tangible, brill¨® en lo dem¨¢s. Si el Madrid es terreno pedregoso, Turqu¨ªa es un jard¨ªn para Arda.

¡°Estamos muy contentos, ven¨ªamos de un camino complicado y a un campo dif¨ªcil, pero nunca nos rendimos¡±, expres¨® con liderazgo tras el duelo. Porque el paisaje no era halag¨¹e?o para un combinado, el turco, de talento y toque. Islandia es un rival rocoso y las bajas temperaturas congelaron por momentos las ideas de los de Montella. No las de un G¨¹ler que aport¨® verticalidad en campo contrario y busc¨® la porter¨ªa rival. Hasta seis veces prob¨® suerte. Dos entre los tres palos, gol inclusive, uno fuera y otros tres bloqueados por el muro island¨¦s. Voluntad que termin¨® derivando en premio. En ese ¡°don¡± que desliz¨® Ancelotti la temporada pasada y que estaba siendo esquivo en este inicio con el Madrid.

Dos realidades

Si la temporada pasada enjaul¨® seis goles en 440 minutos, uno cada 73¡ä, y fue la supernova del tramo final, en la actual se le ha resistido la red. Son 291 minutos y 10 encuentros. ¡°En este tramo ha jugado m¨¢s que el a?o pasado¡±, contextualiz¨® el de Reggiolo hace poco. Una realidad que no esconde que las oportunidades no han sido continuas. Ni en duelos de rimbombancia. Ello no implica que la confianza que le profesa el italiano haya menguado, ni mucho menos. Carletto fue una figura fundamental para que Arda terminase fichando por el Madrid y ese sentir no ha cambiado.

Aunque la competencia que tiene es feroz, G¨¹ler se siente listo para cotas mayores. Pero asume y trata de exprimir los oasis con Turqu¨ªa para buscar que germinen m¨¢s oportunidades. ¡°Estoy feliz por jugar, los minutos me ayudan a mejorar¡±, cerr¨®. Porque su mente s¨®lo piensa en blanco. Ya opt¨® por no escuchar los m¨²ltiples cantos de sirena en forma de cesi¨®n en su primer verano, t¨¢ctica repetida hace unos meses. Novias tiene muchas, su Fenerbah?e sin ir m¨¢s lejos, pero objetivos s¨®lo uno: triunfar en el Bernab¨¦u.

En el Madrid es el 14? en minutos, pero en Turqu¨ªa es vertebral. No s¨®lo en el futuro, tambi¨¦n al conjugar el presente. Titular en cinco de los seis partidos de la Eurocopa, s¨®lo se ha perdido ocho minutos (m¨¢s los descuentos) en los cuatro siguientes (tres victorias y un empate). Dos ventanas FIFA que sirven a los sultanes para encabezar su grupo de la Liga B de la Nations. G¨¹ler vuelve a Madrid con la confianza reforzada y el ¡°don¡± pulido.

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