Griezmann rescata entre el cansancio y la pol¨¦mica

El partido termin¨® con el fantasma que esta temporada ulula en los ¨²ltimos minutos de aguantar del Atl¨¦tico: Remiro por su ¨¢rea buscando hacerse un Provedel. La jugada muri¨® en nada, sin que se moviera el 2-1. Decimocuarta victoria del Atleti en su casa, quinta seguida y los jugadores de la Real rodeando a Munuera con los brazos abiertos del nada entender. El partido del cansancio acababa con pol¨¦mica arbitral, por dos decisiones de su silbato que llovieron sobre la misma cabeza: la de los hombres de Imanol.

Una Real que hab¨ªa salido en tromba en esta tarde de agosto en octubre, con 30? de calor y un sol vertical que se filtraba por la c¨²pula. Su saque de centro termin¨® en gol en propia puerta de Hermoso, segundo 17. Invalid¨® el l¨ªnea, sin embargo, por fuera de juego de Oyarzabal. Imanol repet¨ªa el once de Salzburgo con la intenci¨®n de seguir el baile y Oyarzabal como falso 9. El Atleti comparec¨ªa con lo puesto, como en todos los ¨²ltimos partidos. Simeone con la aguja y el hilo para ir remendando en sus once cada costur¨®n que produce el jugar siempre con siete bajas. Partido a partido.

Ante la Real volv¨ªa Savic (banquillo), Llorente sentaba a Sa¨²l y faltaba Correa (esa entrada de Bellingham...). El banquillo a su espalda le se?alaba a Imanol el punto d¨¦bil del Cholo como una flecha ne¨®n: ten¨ªa menos jugadores del primer equipo all¨ª (cinco) que en la enfermer¨ªa (los siete). Plantearse jugar a un ritmo muy alto era ciencia ficci¨®n. La Real amarr¨® el bal¨®n y lo tocaba como diciendo: ¡°Ven, ven¡±, y as¨ª abrir espacios. Pero los rojiblancos solo esperaban en su campo. Correr pa¡¯na es tonter¨ªa y, en el s¨¦ptimo partido en 21 d¨ªas con los mismos, las botas pesan como la cabeza un domingo de resaca. Si la posesi¨®n txuri-urdin era est¨¦ril, la espera rojiblanca pronto tendr¨ªa su premio. La primera vez que cruz¨® la l¨ªnea del centro, la jugada termin¨® en un remate de rebote de De Paul que se embols¨® Remiro. La segunda vez, Koke le envi¨® a Lino un bal¨®n medido por alto como quien lanza un beso y Lino, que ya desangraba a Imanol con sus pies como aperos nuevos haciendo surco en la derecha, ante un Traor¨¦ de cart¨®n-piedra, devor¨® por la espalda al defensa para enviar el bal¨®n a la red. A Remiro solo le falt¨® apartarse de lo f¨¢cil que lo puso tambi¨¦n, con su palo como puerta abierta.

Dos veces pudo el Atleti ampliar la ventaja antes del descanso. Pero, en una, Griezmann envi¨® al lateral de la red un gran pase de De Paul y, en la otra, ser¨ªa el propio De Paul quien estampar¨ªa la pelota en la cruceta tras una jugada de estrategia perfectamente ejecutada: saque de Grizi, Koke que deja de pasar entre las piernas y rosca del argentino. La Real asom¨® por el ¨¢rea de Oblak justo antes del descanso, con un disparo de Oyarzabal que se fue alto tras un gran pase de un Kubo por lo dem¨¢s como Llorente, intrascendente. El baile esperado, ni para comparsa.

Media hora llena de todo

Witsel estampar¨ªa otro bal¨®n en la madera antes de que los cambios de Imanol devolvieran pulso a la Real. El Atleti daba un paso atr¨¢s mientras Hermoso sacaba en largo por Oblak y Nahuel empezaba a pasarle m¨¢s balones a los rivales que a los propios compa?eros. Quedaba media hora para el final. Media hora que se hizo largu¨ªsima y que comenz¨® con el ¨¢rbitro parando de repente el juego, sin que nadie supiera muy bien qu¨¦ pasaba. Era el VAR que le avisaba de una mano de Morata en un cabezazo de Brais hac¨ªa dos jugadas. Una mano que era, pero no voluntaria y sin cambiar la trayectoria del bal¨®n. El ¨¢rbitro no lo consider¨® penalti. El juego sigui¨®.

Y Oyarzabal, que ya hab¨ªa estampado una pelota en la madera, un minuto despu¨¦s bat¨ªa a Oblak en un mano a mano servido por Carlos Fern¨¢ndez, perfecto en la maniobra de pase y control. Los rojiblancos, extenuados, se resistieron. Una vez, Remiro sac¨® un disparo de Riquelme. Otra, Morata erraba a puerta vac¨ªa. Pero, entonces, de nuevo el ¨¢rbitro: Carlos Fern¨¢ndez hab¨ªa tapado en el suelo un remate de Grizi con la mano que no ten¨ªa apoyada. Munuera ni fue a la pantalla a pesar de las protestas realistas con el pasado reciente fresco. Grizi marc¨®. Remiro fue al ¨¢rea de Oblak para nada. El partido acab¨® con la Real rodeando al ¨¢rbitro y el Atleti celebrando a Grizi. Est¨¢ a diez de Luis. Diez goles como los d¨ªas ahora por delante para al fin, ya s¨ª, poder descansar.

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