Griezmann para remontar y so?ar

Atleeeti. Ah¨ª est¨¢ toda esa gente con la voz en un grito. Que el partido se ha terminado y sin embargo no se ha ido. Ah¨ª sigue, toda. De pie, incombustible, como si con la voz se pudiera sanar el cansancio, se pudiera llenar el saco del ¨¢cido l¨¢ctico ante lo que est¨¢ por venir. Como si esos Atleeeti que brotan de la grada del Metropolitano pudieran llenar los pulmones y los m¨²sculos para sorberse a gotas, ante el Muro Amarillo y la vuelta de los cuartos en Dortmund de la Champions que viene. Un Atleeeti que era ¨¢nimo pero tambi¨¦n aplauso ante lo acontecido en este mediod¨ªa en Madrid. Para llenar la maleta de Alemania y aligerarla de lo que en Liga preocupa, o preocupaba, esa plaza Champions en la se ah¨ªnca el pie. Atleeeti tras una remontada ante el Girona, rival tanto, la primera a los de M¨ªchel esta Liga, que hab¨ªa comenzado y terminado en ese franc¨¦s que se hab¨ªa quitado ya la bolsa de hielo que cubre su pie derecho tras cada partido desde el esguince en febrero. Ah¨ª estaba, respirando y guardando ese Atleeti. Agarrado a su bota se puede so?ar. Grizi para todo. Hasta el goal-average le quitaba al Girona, por si acaso. Un Girona que termin¨® muy lejos del que se hab¨ªa presentado acogotando en el Metropolitano.

La apuesta de M¨ªchel por Sol¨ªs para contener, con Yan Couto para hacerse un 2x1 con Eric Garc¨ªa en defensa, desarbol¨® a un Simeone que volv¨ªa al 4-4-2 y repart¨ªa descanso a medias. S¨ª para Gim¨¦nez, Witsel, Llorente y Morata. No para Koke y Grizi en un once al que regresaban Hermoso y Reinildo y permanec¨ªa Nahuel. Por ah¨ª mand¨® rascar M¨ªchel en el mediod¨ªa de sol de verano en Madrid. El argentino es un t¨²nel hacia Oblak marcado con un cartel gigante que dice: ¡°Por aqu¨ª¡±. Y por ah¨ª fue el Girona a lomos de Savinho.

Amarr¨® el brasile?o un bal¨®n y cabalg¨® por su banda sin oposici¨®n. Al llegar al ¨¢rea encontr¨® a Yangel, que abri¨® para Yan Couto. ?ste levant¨® la cabeza y en el segundo palo intuy¨® a Dovbyk. Gol. Todos los futbolistas de M¨ªchel hab¨ªan recibido solos, como si jugaran sin rival. El Atleti, al menos, no lo era. Cinco minutos despu¨¦s, Blind acarici¨® el 2-0 de volea mientras el Cholo empezaba a perder la voz y los nervios.

Su equipo deb¨ªa desgastarse si quer¨ªa comparecer. Entonces no hac¨ªa ni cosquillas a un Girona bien plantado. Su precipitaci¨®n era todo pases al rival. Los nervios, ataques sin ton. La pelota siempre de un Girona cuyos futbolistas parec¨ªan jugar con im¨¢n. Siempre se hac¨ªan con todas. Muy atr¨¢s, incrustado casi a los pies de Gazzaniga, en cuanto robaba una, o el Atleti se la regalaba m¨¢s bien, sal¨ªan en estampida.

Simeone regresaba al 5-3-2 en el 20¡ä para alzar un espejo ante M¨ªchel y comenzar a jugar, catar cuero al menos. Pero es que su equipo segu¨ªa en su modo vulgar, porque eso no lo marca el dibujo sino la intensidad. Entre el cansancio de algunos y la nula presencia de aquellos a los que la rojiblanca les ha empezado a quedar grande, solo un milagro pod¨ªa reenganchar al Atleti a este partido que era un rondo del Girona. Un milagro como ese en el 34¡ä. Falta lateral del Atleti botada al ¨¢rea, Hermoso que salta a cabecear y Miguel que despeja con la mano. Penalti.

Griezmann lo lanz¨® raso pegado al palo. Gazzaniga adivin¨® pero no detuvo. 1-1. En la jugada siguiente Miguel estuvo a punto de cometer su segundo penalti en menos de un minuto por una entrada por detr¨¢s a Correa, que exager¨® demasiado la ca¨ªda. En el ¨¢rea contraria, Savinho ca¨ªa al chocar con Reinildo en claro penalti, aunque no se pit¨®, Sa¨²l sent¨ªa dolor en su tobillo: la entrada de Morata termin¨® de decantar un partido que, desde el gol del Atleti, era bronco, parado, con m¨¢s ruido que f¨²tbol. Un Morata que le puso en la cabeza a Correa el 2-1. Era una pelota que se iba, perdida. Una pelota por la que luch¨®, salv¨® y protegi¨® con una ruleta para enviar de rosca al segundo palo, donde apareci¨® el argentino. Amarrado a su coraje y lucha el Atleti ya nunca m¨¢s fue vulgar.

Jug¨® con ambici¨®n y a presionar tras el descanso. Y con Witsel. El Girona, a un mundo de aquel que hab¨ªa bailado bajo el sol de mediod¨ªa, primero sali¨® tarde y despu¨¦s, enseguida, acab¨® de hincar rodilla. Sol¨ªs defendi¨® una pelota entreg¨¢ndose a Grizi que se puso el pincel en su pie derecho, el del esguince, el menos bueno, para enviar de volea a la red, con topetazo en el larguero. Celebr¨® el franc¨¦s con su Macarena, aaayyy, antes de irse al banco. El hielo se deshac¨ªa alrededor de su tobillo mientras Oblak paraba cualquier intento del Girona y Simeone probaba, quiz¨¢ para Alemania, a Azpilicueta en el carril zurdo. El martes debe estar listo para la batalla. El mejor jugador del mundo que luego se llenaba mucho los pulmones de ese Atleeeti para Dortmund. Junto a Morata.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrar¨¢s todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del d¨ªa, la agenda con la ¨²ltima hora de los eventos deportivos m¨¢s importantes, las im¨¢genes m¨¢s destacadas, la opini¨®n de las mejores firmas de AS, reportajes, v¨ªdeos, y algo de humor de vez en cuando.