God¨ªn: ¡°Lo que pas¨¦ en el Atleti me cambi¨® la vida¡±
El uruguayo recibi¨® un homenaje por parte de la Uni¨®n de Pe?as del Atl¨¦tico en el Metropolitano, con un auditorio lleno y la presencia de excompa?eros hermanos como Gabi, Koke, Simeone, Oblak, Gim¨¦nez, Moy¨¢, y una profunda emoci¨®n ante la figura del central, su enorme persona.
Eran las 19:10 cuando el auditorio del Metropolitano rompi¨® a aplaudir con dos gritos de fondo. ¡°Die-go-Go-d¨ªn, Die-go-Go-d¨ªn, Die-go Go-d¨ªn¡±, ¡°U-ru-gua-yo, u-ru-gua-yo¡±. Era su forma de saludar al hombre que cruzaba la puerta en ese momento. Diego God¨ªn, leyenda del club, el futbolista del gol del Camp Nou en 2014 que hizo al Atleti volver a ganar en la Liga, Diego God¨ªn de regreso a Madrid, ya retirado, hace unos meses, en un homenaje organizado por la Uni¨®n de Pe?as del Atl¨¦tico que emocion¨®. Como su protagonista. Las 400 entradas disponibles se agotaron en apenas d¨ªas. Hasta arriba, como nunca. En la platea se rompen las manos excompa?eros a los que siempre llamar¨¢ hermanos, Gabi, Koke, su mujer, Sofi, su hija, Pilar, que a los nueve meses ya camina firme aunque sobre pies tambaleantes. Los aplausos siguen atronando sobre su cabeza, los de esa peque?a. Todos por su padre. Aunque ella a¨²n no sepa, a¨²n no recordar¨¢, pero aqu¨ª est¨¢. La pantalla, pronto, refleja im¨¢genes de cuando su padre ten¨ªa su tama?o, ya atado a una pelota.
Fotos de Rosario, Uruguay, donde naci¨® en 1986. Fotos de su padre, Julio, mec¨¢nico, de su madre Iris, peluquera. De sus a?os en Cerro y Nacional, de su salto a Espa?a y el Villarreal, de aquel primer gol al Inter, nada m¨¢s llegar al Atleti, verano de 2010, en la Supercopa de Europa. El hombre llamado Diego God¨ªn alza la cabeza sin perder detalle, recordando todos aquellos momentos como futbolista, cuando ayud¨® con tantos en la grada del auditorio del Metropolitano a ensanchar las rayas de la rojiblanca, y hacerlas m¨¢s profundas, enraizarlas m¨¢s en el museo (8 t¨ªtulos) y en la hierba. El v¨ªdeo es cronol¨®gico. De atr¨¢s hacia delante. Con el gol de Costa al Madrid en la final de la Copa del Rey en el Bernab¨¦u en 2013, la platea rompe a aplaudir otra vez. Y con el de Miranda, el de la victoria en la pr¨®rroga. El siguiente es aquel del Camp Nou, 2014, la Liga. God¨ªn mira serio, sigue sin perder detalle, pero no puede evitar que una media sonrisa inunde su rostro. La emoci¨®n lo inunda en cada frame. De esos momentos como jugador del Atleti hasta aquel mayo de 2019 que fue su ¨²ltimo baile como rojiblanco. La platea rompe de nuevo a aplaudir, ahora entre alg¨²n pa?uelo al ojo. Suena otro aplauso que llena el aire cuando el uruguayo se sube al escenario. Su peque?a Pilar tambaleante le sigue y se queda de pie, agarrada a los bordes. Balbuceando un ¡°pap¨¢¡± mientras ¨¦ste recuerda y habla.
¡°Me acuerdo de todo, las cosas buenas, las malas, las adversidades que hubo que encarar como cualquier persona en la vida, todos tenemos una historia detr¨¢s y las adversidades son parte de la historia como futbolista y persona¡±, comenz¨® el charr¨²a, con la voz encogida al recordar sus inicios, con alg¨²n no que le hizo m¨¢s fuerte. Enseguida se le llen¨® de luz. Tocaba hablar del Atleti. ¡°Ac¨¢ en el Atleti fue algo diferente para m¨ª, con amigos que son familia, gente que me hizo crecer sobre todo como persona, como futbolista, aqu¨ª est¨¢n la mayor¨ªa¡±. Su voz vuelve a encogerse. De la emoci¨®n. ¡°Lo que me pas¨® aqu¨ª cambio mi vida. Fueron los mejores a?os en lo deportivo y en lo personal. Me hicieron forjar valores. Por eso creo que se hizo m¨¢s f¨¢cil identificarme y que la gente se sintiera identificada conmigo, m¨¢s all¨¢ de la barrera que siempre significa ganar¡±, dice desde el coraz¨®n un God¨ªn que antes de llegar al Atleti lo conoc¨ªa pero no su historia. Nada m¨¢s pisarlo se hizo parte de ella. Para ensancharla infinito.
¡°Cambiamos su historia, sobre todo la reciente. Lo que a todos nos hizo unirnos m¨¢s y que se consiguiera esta cantidad de t¨ªtulos y se forjara esta amistad, familia¡±, dice, silencio, mirada a esa segunda fila de la platea donde est¨¢n el Cholo, Gabi, Koke, Gim¨¦nez, Moy¨¢, Su¨¢rez u Oblak. ¡°Es que fuimos una familia, algo que es mucho m¨¢s sencillo y a la vez no tan f¨¢cil en un equipo de f¨²tbol. Y hoy lo siguen sosteniendo amigos que hoy est¨¢n ac¨¢, el m¨ªster, y hay que darle la importancia a esto, y sostenerlo, es el ¨¦xito del Atleti¡±, adujo. Y el tirarse de cabeza contra una pared si el entrenador lo ped¨ªa. ¡°Eso es el gran secreto¡±, repite el uruguayo. Seguir al frente. Ese verbo. Levantarse. A pesar de Lisboa, a pesar de Mil¨¢n.
¡°Es parte de nuestra historia, levantarse, caer. No es f¨¢cil jugar una final, jugamos dos, no es f¨¢cil ganarla, pero nosotros llegamos a dos¡±, esgrime. Si God¨ªn tiene que quedarse con un momento, lo tiene claro, no es el del gol de aquel ¨²ltimo partido de Liga en el Camp Nou en 2014. ¡°Me quedar¨ªa con el de la Copa del Rey del Bernab¨¦u, de Miranda. Fue contra el Madrid y creo que ah¨ª marcamos un antes y un despu¨¦s. Ven¨ªamos de 14 a?os de no ganar un derbi. Ese fue un cambio de mentalidad, dimos vuelta a una p¨¢gina de la historia, eran muchos a?os que dol¨ªan sobre todo en la afici¨®n¡±, revela. Porque para God¨ªn jugar en el Atleti era como vestir la camiseta de Uruguay. Palabras mayores en boca charr¨²a. ¡°Era como si estuviera jugando en la selecci¨®n uruguaya, que es el sentimiento m¨¢s amateur que hay. Jugamos en el Atleti pero jug¨¢bamos por mucho m¨¢s que eso¡±, apostilla. ¡°Porque el lugar lo hace la gente, la compa?¨ªa¡±, a?ade, de coraz¨®n. Palabra de God¨ªn. La platea es la que ahora calla mascando una profunda emoci¨®n.
¡°Jugar en el Atleti era como hacerlo en la selecci¨®n uruguaya, que es el sentimiento m¨¢s amateur que existe¡±
La pantalla se convierte en una m¨¢quina del tiempo que vuela diez a?os atr¨¢s. 17 de mayo de 2014, Camp Nou, aquel gol. ¡°Era una jugada ensayada con el Cholo y el Mono Burgos y en principio el centro ten¨ªa que ir un pel¨ªn m¨¢s atr¨¢s. Ra¨²l me coordinaba mi marca y la bloque¨® y por eso yo remato solo¡±, recuerda. Toca hablar de lo que sinti¨® en ese momento en el pecho y que llen¨® tantos, en tantas partes del mundo, todo el aire de Neptuno despu¨¦s de ¡®aupas Atletis¡¯. ¡°Es dif¨ªcil describirlo. Es un momento de tanta felicidad, que estoy tan lleno por dentro, de alegr¨ªa, de trabajo, de realidad, de trabajo, de satisfacci¨®n¡±.
Gabi: ¡°Fueron los mejores a?os de nuestra vida¡±
¡°Diego es as¨ª como le veis. Definirle en una palabra es muy dif¨ªcil. Ese competir, que quiere siempre m¨¢s. Nos pic¨¢bamos siempre en los entrenamientos. Cuando llegaba alg¨²n delantero y pon¨ªa su v¨ªdeo ante el Valladolid. ¡®Tienes que poner la pelota as¨ª¡±. Es palabra de Koke. Se terminaba el tiempo de las palabras del Fara¨®n. Comenzaba el tiempo de las palabras de los que compartieron vestuario con ¨¦l. Gabi, Moy¨¢, Su¨¢rez. Sobre sus cabeza, en la pantalla, lo primero que aparece es ese v¨ªdeo del gol de God¨ªn en Valladolid. El primero en hablar fue Gabi (¡°Su principal virtud es que predica con el ejemplo. Todo lo que toca lo hace mejor. Fueron los mejores a?os de nuestra vida¡±) y antes de God¨ªn lo hizo de la Selecci¨®n y su ausencia en la absoluta (¡±No tengo una espinita¡±). Despu¨¦s habl¨® Su¨¢rez (¡±Es una persona que une al grupo y yo siempre le he respetado y le voy a respetar porque creo que se lo merece¡±). ¡°Tras esa cara de buena gente, un mensaje muy emotivo, est¨¢ metido siempre en la broma, le gusta bailar bachata¡±, cont¨® Moy¨¢. El vestuario le llamaban ¡°Guacho¡±, pero el apodo que m¨¢s le enorgullece es ese que se ata al lugar en el que naci¨®: u-ru-gua-yo. Lo escuch¨® por primera vez en el Atleti en Neptuno, dirigido hacia Forl¨¢n, cuando el club gan¨® en su primer partido la Supercopa de Europa. ¡°Pens¨¦: ¡®C¨®mo tiene que ser que te lo canten¡±. Pronto prendi¨® la grada del Calder¨®n, como lo hace en el auditorio del Metropolitano al final de este homenaje a un futbolista que es leyenda y un gigante como persona. Pilar, su hija, a¨²n no tiene recuerdos pero ah¨ª esta celebrando tambi¨¦n. Con ese ¡°pap¨¢¡± que cierra, tan orgulloso como el aplauso que vuelve a escucharse alto, infinito, de Madrid a Uruguay, mientras todos aquellos que escribieron la historia con ¨¦l, jugadores, cuerpo t¨¦cnico, suben a hacerse la pen¨²ltima foto con ¨¦l.
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