Gigante Joselu

Debutaba Pacheta en Cornell¨¤, donde hasta una puerta llevaba su nombre por su encomiable pasado blanquiazul, pero no pudo el entrenador del Valladolid echar el cerrojo al inmenso portal de oportunidad que para el Espanyol ha supuesto la llegada de Joselu. Ha conseguido el gallego lo imposible, hacer olvidar inmediatamente a Ra¨²l de Tom¨¢s. Ante el Pucela, anotaba su s¨¦ptimo gol en solo nueve jornadas, el que significa la primera victoria perica en el estadio de Pacheta. La que le no solo le saca del descenso sino que le permite incluso superar a su rival, que llegaba en racha.

Tard¨® 13 minutos Lecomte, titular pese a la pifia que cost¨® un gol en C¨¢diz, en empezar a congraciarse con su p¨²blico, al atrapar un chut raso de Escudero. Y media hora m¨¢s para demostrar que es portero, pese a todo. Fue al evitar el gol de Sergio Le¨®n, que se hab¨ªa marcado una carrera de 40 metros. Con ambas defensas tocadas, sin Sergi G¨®mez la del Espanyol, aunque con la novedad de ?scar Gil, ni Fresneda la del Valladolid, abundaron las llegadas.

La tuvo Joselu, cuyo cabezazo al filo del descanso se march¨® fuera por poco. Primer aviso. Y se entendi¨® bien el gallego con Puado, en la c¨²spide del 4-4-2, igual que Darder con Exp¨®sito un paso por detr¨¢s. M¨¢s que Masip, que protagoniz¨® un parad¨®n ante Puado que ser¨ªa invalidado por falta previa, fue el experico Feddal quien imped¨ªa que se marcharan los pericos por delante en el marcador. Y pese a ello, fue el central sustituido en el descanso, acaso por la amarilla que acarreaba, quiz¨¢ por molestias.

Fue ganando metros, enteros y autoestima el Pucela en la reanudaci¨®n, con dos remates de Joaqu¨ªn, especialmente peligroso el que desvi¨® Brian Oliv¨¢n, un tiro lejano de Monchu que roz¨® el palo izquierdo de Lecomte. Se le escurr¨ªa el control al Espanyol, que sobre la hora de juego escuchaba los primeros silbidos de una grada de Cornell¨¤ cuyo term¨®metro de nerviosismo se iba poniendo al rojo vivo.

Hasta que irrumpi¨® Joselu, agigantado, como lo viene mostrando desde que aterriz¨® en el Espanyol. Y con un gol que recordaba al de la jornada anterior en C¨¢diz, con un centro milim¨¦trico de Brian Oliv¨¢n desde la izquierda y un cabezazo implacable en el segundo palo, inaccesible para Masip, quien no pudo enlazar su segundo encuentro imbatido.

A¨²n pudo ahorrarse el Espanyol el sufrimiento final, y el Valladolid un arrojo inservible pues no sali¨® de su propio c¨®rner, si no llega a impactar en el palo el tiro de Puado, rey de los postes en esta Liga, al aprovechar un regalo de Joaqu¨ªn. Los abrazos entre Diego Mart¨ªnez, su cuerpo t¨¦cnico y los suplentes pericos con el pitido final de Mateu Lahoz, y la entrega del equipo ante la zona de animaci¨®n dieron una dimensi¨®n de la importancia de este triunfo. Nueve puntos suma el Espanyol, por ocho del Pucela.