Fiesta el martes, resaca el s¨¢bado

El Metropolitano esta vez se guard¨® el confeti. No hubo fiesta ni remontada ni goles a partir del 90¡¯ ante un rival dado tambi¨¦n a hacerlos en los descuentos. El equipo de las 15 victorias seguidas ya lleva dos partidos en Liga sin ganar. El Atleti pagaba la resaca de Champions desde la misma alineaci¨®n: seis cambios respecto al martes. Y, claro, algunos suplentes son como la noche y el d¨ªa, la sombra y la luz con respecto a sus titulares. Un escal¨®n demasiado grande ante un Villarreal que recuper¨® orden atr¨¢s.

El Cholo sal¨ªa con su equipo dibujado en un 5-3-2 y sin De Paul, Grizi, Llorente y Gim¨¦nez, adem¨¢s de Gal¨¢n y Lenglet (sancionados, el primero lesionado tambi¨¦n). Koke volv¨ªa al once, como Witsel y Correa, y se manten¨ªa Barrios, al que no dej¨® de pesarle su cruz (la roja) del martes. Ganar para los rojiblancos era volver a la cabeza de la Liga tras el traspi¨¦ de Legan¨¦s, al menos hasta el partido del Madrid, y eso empujaba ante un Villarreal al que sali¨® a morderle arriba.

El Atleti acumulaba picotazos de Juli¨¢n y una posesi¨®n del 75% bajo el mismo mal: apabullar sin remate. El Villarreal no controlaba la pelota, pero sab¨ªa contenerse atr¨¢s. Hasta el 15¡¯, tras una progresi¨®n fant¨¢stica de Femen¨ªa que termin¨® en un remate alto de Costa, no se acerc¨® por primera vez a Oblak. La segunda, llegar¨ªa esa jugada que lo cambi¨® todo. Porque Witsel intent¨® despejar con el pubis una pelota ante Gerard Moreno y Reinildo fue a despejarla como cami¨®n sin frenos. Atropello. Que toc¨® bal¨®n no cont¨® para el ¨¢rbitro ni para el VAR. El propio Gerard lo lanz¨® y, aunque Oblak adivin¨®, ser¨ªa el 0-1. La segunda vez que los de Marcelino pisaban ¨¢rea y se iban con el gol. El ariete, por cierto, hizo su celebraci¨®n de siempre, el gesto de sacar la lengua llev¨¢ndose las manos a las orejas, pero hacia el c¨®rner en el que est¨¢ el sagrado ramo de Margarita y no el contrario. El golpe dej¨® tocado al Atleti.

El Villarreal ten¨ªa ahora el cuajo y el Atleti errores como ese de Koke, que control¨® mal ante Baena. Si Witsel no se hubiera lanzado al suelo para despejar con el pompis habr¨ªa sido el 0-2. El f¨ªsico de Comesa?a y Gueye sobresal¨ªa ante un Koke acartonado y ese Barrios timorato. Reinildo volv¨ªa a estar torpe y precipitado y Correa es moneda al aire, menos cara cuando es titular. Los rojiblancos se abalanzaron sobre el descanso como alguien en el desierto sobre el agua. El ¨¢rbitro se iba entre pitos despu¨¦s de que Reinildo cayera, tironeado del brazo por Comesa?a, sin que esta vez castigara con penalti aunque s¨ª lo pareci¨®.

Simeone aprovech¨® para hacer tres cambios. Ni Reinildo ni Giuliano ni Gallagher volvieron. En su lugar, Azpilicueta, Lino y ese motor que es hoy De Paul. El Villarreal sali¨® espitado y al contragolpe sobre las piernas de un poderoso Baena que, nada m¨¢s reiniciarse el partido, condujo, pas¨® a Yeremy y ¨¦ste a Gerard. La jugada no termin¨® en gol porque Witsel le rob¨® el cuero limpio cuando solo deb¨ªa rematar. Al belga le pesar¨¢n los a?os pero sabe d¨®nde tiene que lanzarse para robar sin falta.

El Villarreal se volcaba hacia Oblak con energ¨ªa y el Atleti replicaba con un ¡®casi¡¯ de Correa y otro posible penalti: la ca¨ªda de De Paul tras un contacto con Baena que tampoco vio como infracci¨®n. Acogotaban los rojiblancos, cuyo gol no tardar¨ªa. Nahuel lo llev¨® al ¨¢rea, Barrios encontr¨® a Juli¨¢n y Correa remat¨® primero de tac¨®n tras liarse con sus propios pies y, el rechace de J¨²nior, Lino lo emboc¨®. 1-1. El Villarreal rascaba a bal¨®n parado ante ese Oblak al que le cuesta echarse al monte y siempre queda a medias en sus salidas. De Paul ordenaba, Juli¨¢n rondaba y al ¨¢rbitro se le calentaba la mano con las tarjetas cuando los dos t¨¦cnicos hab¨ªan logrado cerrar sus ¨¢reas. Grizi y Llorente estaban en el campo, no habr¨ªa minutos para Sorloth a pesar de tanto centro lateral.

Witsel pudo marcarse el 1-2 en propia con un mal despeje y Barrios el 2-1 con un latigazo desde la frontal. De Paul serv¨ªa a Grizi un bal¨®n de gol que el franc¨¦s cabece¨® fuera. El reloj se iba al 90¡¯, ese tiempo en el que tanto Atleti como Villarreal ganan este a?o sus partidos. Pero al ¨¢rbitro le entr¨® la prisa y el descuento solo fueron tres minutos. Sin tiempo para otra fiesta. Ni remontada.

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