Fernando Torres, un jugador rojiblanco en el altar de Darder
El capit¨¢n ¡®perico¡¯ sent¨ªa idolatr¨ªa de peque?o por ¡®El Ni?o¡¯ e imitaba hasta su manera de vestir. En diciembre de 2017 cumpli¨® su sue?o y se hizo una foto con su ¨ªdolo y logr¨® su camiseta.
La idolatr¨ªa es un rasgo distintivo de la ni?ez y de la adolescencia que a veces alcanza la juventud e incluso la edad adulta. En el caso de Sergi Darder (29 a?os), jugador franquicia y coraz¨®n del Espanyol, la figura que situ¨® en un altar y a la que admir¨® con devoci¨®n durante largo tiempo fue Fernando Torres. No existe un origen claro ni un motivo concreto sobre su ferviente fascinaci¨®n porque ni siquiera compart¨ªan posici¨®n en el terreno de juego, pero desde que el bal¨®n se hizo su mejor amigo, en su casa de Art¨¢, en Mallorca, el poder de seducci¨®n que ejerc¨ªa El Ni?o hacia ¨¦l lleg¨® a ser inmenso. Torres era un icono intocable para el joven Sergi. No s¨®lo ve¨ªa todos sus partidos sino que imitaba sus peinados y su forma de vestir. Cualquier cambio de imagen de Fernando ten¨ªa una r¨¦plica inmediata en aquel joven aspirante a futbolista que a los 13 a?os dej¨® su pueblo para irse a Barcelona para formar parte de la cantera perica. El hechizo se torn¨® casi obsesivo. Darder no era un gran seguidor del Atleti como su padre, Quique. ?l era fan de Torres de forma incondicional. Tendr¨ªa que pasar mucho tiempo desde entonces hasta que la imagen que ve¨ªa reflejada en su espejo fuera real. El 22 de diciembre de 2017, como si se tratase de un regalo de Navidad, el Atleti visit¨® Cornell¨¢ en la ¨²ltima temporada de Torres en el equipo. Sergi hizo un hat-trick virtual con victoria por 1-0, camiseta rojiblanca con el ¡®9¡ä a la espalda conseguida y foto para enmarcar tras pasar por la ducha. La timidez le impidi¨® decirle a Fernando que siempre hab¨ªa sido su ¨ªdolo, pero esa imagen es uno de los grandes tesoros de su vida.
A su hermano Xavi, dos a?os menor, siempre le cautiv¨® el blanco. Era delantero y marcaba muchos goles. Destacaba tanto que el Real Madrid lo capt¨® para sus categor¨ªas inferiores en verano de 2011. Hizo toda la pretemporada con el equipo cadete, en el que coincidi¨® con Marcos Llorente, Mario Hermoso y Luca Zidane. Parad¨®jicamente, la aventura de Piti, apodo por el que es conocido, dur¨® poco m¨¢s de un mes. La apariencia era de sue?o hecho realidad, pero el cuento de hadas vir¨® a pesadilla porque la nostalgia de su tierra lo devoraba por dentro. Quer¨ªa volver a casa a toda costa. Sus padres intentaron reconducir la situaci¨®n, pero la a?oranza pudo con cualquier otro razonamiento. Xavi, que ahora tiene 27 a?os, sigue marcando goles en Preferente con el Cardassar, al tiempo que trabaja en una ferreter¨ªa, pero al lado de su hogar. Nunca se ha arrepentido de aquella dr¨¢stica decisi¨®n porque ha visto las heridas en el alma de su hermano y su convicci¨®n es que su coraza protectora no es tan fuerte como la de su referente familiar para encajar los duros golpes del destino.
Salvavidas
El sufrimiento de Sergi no se refiere s¨®lo a la ¨¦poca en la que abandon¨® su entorno siendo un cr¨ªo para irse al Espanyol sino a instantes dolorosos en la carrera de un jugador de ¨¦lite, que parece inmerso en una burbuja de ¨¦xito y dinero aunque por dentro se sienta m¨¢s infeliz que un mileurista adaptado a su humilde historia vital. La desventura llam¨® a la puerta del capit¨¢n perico hace apenas tres a?os. El ¨¢nimo y la alegr¨ªa le dieron la espalda y la desmotivaci¨®n ocup¨® su lugar. Su actitud se volvi¨® negativa y su comportamiento da?ino. El f¨²tbol se convirti¨® en un agobio y traslad¨® su frustraci¨®n a casa, donde a veces volcaba su ira. El bloqueo mental fue aumentando y entr¨® en un bucle autodestructivo. Sent¨ªa que no serv¨ªa para nada. Le cost¨® aceptar el consejo de su c¨ªrculo m¨¢s pr¨®ximo para buscar ayuda profesional, pero cuando lo hizo hall¨® la salida del t¨²nel. Jos¨¦ Carrascosa, psic¨®logo con experiencia en muchos equipos de Primera, fue quien le entreg¨® el salvavidas que evit¨® su hundimiento.
Ahora otro Darder tiene a Sergi como ¨ªdolo. El peque?o Mart¨ª, de 6 a?os, y m¨¢s futbolero incluso de lo que fue su padre de peque?o, es el fan n¨²mero 1 del ¡®10¡ä blanquiazul. El espejo esta vez est¨¢ en casa y no encontrar¨¢ mejor consejero para guiar su futuro.