Entre el cielo y el infierno
Esta noche se juega un partido decisivo en el que los cul谷s pueden alcanzar el 谷xtasis y ganar el t赤tulo y sus rivales pueden hundirse m芍s en el pozo que acaba en el descenso.
En el f迆tbol, la frontera entre la gloria y el fracaso es m芍s difusa de lo que parece. Y cuando se acerca el fin de la temporada, m芍s. Para ejemplo, el derbi de esta noche en el RCDE Stadium entre el Espanyol y el Barcelona (21 horas, por Movistar LaLiga) donde los cul谷s pueden alcanzar el 谷xtasis y ganar el t赤tulo y sus rivales pueden hundirse m芍s en el pozo que acaba en el descenso (sigue el partido en directo en As.com).
Ante la diferencia existente (los blaugranas le sacan 51 puntos a su rival de hoy, han marcado veinte goles m芍s y han encajado 45 menos) todos los indicios apuntan a una victoria cul谷 que le dar赤a el t赤tulo. Pero en ambos vestuarios, en las gradas y en las redacciones se sabe que esto no es tan sencillo.
De entrada, porque nunca el Barcelona lo ha tenido f芍cil en Cornell角-El Prat a pesar de que las estad赤sticas les avalen. El Espanyol siempre vende cara su piel ante el m芍ximo rival como lo demuestra el partido de esta misma temporada en el Camp Nou (1-1). En su estadio aumentar芍 la dosis de sufrimiento ante una hinchada conjurada para salvar a su equipo, que ya nota el calor de las llamas.
Xavi, el t谷cnico del Barcelona, explic車 en la previa del partido que el equipo estaba al ※200 por cien§, una imagen de triste recuerdo para el barcelonismo porque fue la misma que utiliz車 el vicepresidente Jordi Mestre para asegurar que Neymar se quedaba d赤as antes de que se fuera al Par赤s Saint-Germain.
En cambio, Luis Garc赤a, el t谷cnico al que se agarra el espa?olismo con la esperanza de que no haya llegado demasiado tarde, tiene claro que a ilusi車n no les gana nadie porque es m芍s importante evitar un descenso que ganar un campeonato. Esta noche se ver芍 cu芍l de los dos tiene raz車n, pero lo que es innegable es que el Espanyol est芍 preparando la cita como si fuera una misi車n comando y el Bar?a la ha preparado de vacaciones, apelando a aquello del entrenamiento invisible.
Noventa minutos que pueden marcar la distancia entre LaLiga o la vida.