El Sevilla se indigna m¨¢s con el ¨¢rbitro que con Miranda
En Nervi¨®n no entienden que el VAR tuviera que avisar a Gil Manzano de que la alevosa entrada sobre Navas merec¨ªa m¨¢s castigo que una cartulina amarilla


El derbi sevillano tuvo muy poquita historia. Por no tener, no tuvo casi ni pol¨¦mica y tensi¨®n hasta que un inexplicable cruce de cables en la cabeza de Miranda hizo que el lateral b¨¦tico agrediera a Jes¨²s Navas con una entrada alevosa con los tacos por delante a la altura de la rodilla. En ese momento se desataron las hostilidades, hubo empujones, Joaqu¨ªn tuvo que tranquilizar a un Navas que era una furia y a Miranda se le cambiaba la cara sabedor del error que acababa de cometer.
Mientras tanto, Gil Manzano acud¨ªa a la pantalla del VAR. Y eso es lo que indigna al Sevilla m¨¢s que la patada de un Miranda al que parecen haber disculpado con celeridad. Al menos, eso es lo que se desprende de las palabras de Mendilibar, que a¨²n en caliente ya dijo que Miranda ten¨ªa ¡°cara de asustado¡± despu¨¦s de la acci¨®n. Tambi¨¦n Rakitic afirm¨® en zona mixta que Miranda hab¨ªa acudido al vestuario a disculparse.
Por ello, en el Sevilla lo que no se entiende que es que una entrada de roja directa de manual fuera sancionada con amarilla por Gil Manzano. El ¨¢rbitro estaba situado de forma inmejorable para ver la acci¨®n pero actu¨® de forma conservadora, sabedor de que si se equivocaba, el VAR lo corregir¨ªa. Incluso se desprende algo de miedo del proceder de Gil Manzano, ya que si hubiera expulsado a Miranda y el VAR lo hubiera corregido dejando la roja s¨®lo en amarilla, habr¨ªa vivido un final de partido con la grada encendida en su contra. Sin embargo, al ense?ar la amarilla y despu¨¦s la roja, su final de partido fue m¨¢s que pl¨¢cido.
¡°El VAR os hace peores¡±, espet¨® Mendilibar al juez de l¨ªnea al final del partido. El pensamiento del vasco recuerda a la opini¨®n de Roger Federer cuando en el tenis se instaur¨® el ojo de halc¨®n. El genio suizo, entonces, critic¨® que los jueces se hab¨ªan relajado y dejado de cantar las pelotas que se iban fuera, encomend¨¢ndose a la tecnolog¨ªa. Gil Manzano hizo lo mismo en el derbi, encomendarse a quien ten¨ªa un monitor delante a pesar de que ¨¦l sab¨ªa de sobra lo que hab¨ªa pasado. Y en el f¨²tbol, a diferencia del tenis, no decide si es dentro o fuera una m¨¢quina infalible. Todo lo contrario.