100 A?OS DE MESTALLA (EPISODIO VI)
El respeto de Mestalla
Hist¨®ricos jugadores repasan sus aventuras en el estadio del Valencia, un lugar en el que se iba a ¡°sufrir¡±. Iribar, L¨®pez Ufarte, Adelardo y Asensi, entre otros, sufrieron en la caldera che.
Con motivo del centenario de Mestalla, AS va a realizar un serial de diez episodios que cada d¨ªa, a las 16:00 horas, publicar¨¢ en as.com. Ser¨¢ a la misma hora en la que el bal¨®n ech¨® a rodar en Mestalla aquel 20 de mayo de 1923, en el primer duelo ante el Levante.
EPISODIO 1 (El primer d¨ªa de Mestalla). // EPISODIO 2 (El pueblo de Mestalla). // EPISODIO 3 (Mestalla, la puerta a Espa?a de los dioses del f¨²tbol). // EPISODIO 4 (Mestalla, la casa de la Selecci¨®n). // EPISODIO 5 (Mi vecino es Mestalla).
EPISODIO 6: El respeto de Mestalla
Todos coinciden. Nadie duda. Mestalla es diferente. Por ese estadio han pasado miles de jugadores, t¨¦cnicos y ¨¢rbitros. Los 100 a?os del estadio dan para cientos de an¨¦cdotas, pero hay un nexo com¨²n que resume cualquier experiencia. Mestalla fue, es y ser¨¢ un territorio inc¨®modo, donde toca ponerse las pinturas de guerra y sufrir para doblegar a sus jefes, a esos que lucen el murci¨¦lago en el pecho. Podr¨¢n pasar los a?os, pero Mestalla siempre estar¨¢ ah¨ª. Generaci¨®n tras generaci¨®n, el escalofr¨ªo est¨¢ presente cuando tienes que visitar la Avenida de Suecia. A Mestalla se va a pasarlo mal. Sus gradas verticales, sus c¨¢nticos, su ADN, las tracas en su momento y los actuales recibimientos en los partidos grandes hacen que el estadio del Valencia se haya ganado un respeto centenario, eterno.
En este serial que AS le est¨¢ dedicando a los 100 de Mestalla, toca analizar c¨®mo se ve el estadio desde fuera. Qu¨¦ sienten los jugadores rivales cuando pisan ese c¨¦sped, qu¨¦ se les pasa por la cabeza cuando miran a la Grada de la Mar y no se termina o cuando en sus palcos todav¨ªa estaban las sillas de enea. Hist¨®ricos del Real Madrid, Barcelona, Atl¨¦tico, Sevilla, Osasuna, Real Sociedad y Betis, entre otros, analizan con AS el vetusto estadio. Todos han tenido un especial recuerdo hacia Mestalla. Hasta los campeones han sufrido en sus carnes lo que es el estadio del Valencia cuando aprieta, retumba y empuja.
La palabra que m¨¢s se repite es ¡°exigencia¡±, como si tocase visitar al dentista una vez al a?o. Mestalla siempre fue inc¨®modo para los visitantes. Muchos salieron victoriosos, pero lo normal es que toque arremangarse. ¡°Mestalla siempre ha sido un campo dif¨ªcil, un estadio importante. El Valencia siempre ha estado en el grupo de cabeza. El equipo y ese estadio nos dieron muchos dolores de cabeza. Cuando ibas a Valencia sab¨ªas que ten¨ªas que trabajar el doble para doblegar a ese equipo¡±, recuerda Juan Manuel Asensi, hist¨®rico jugador del Barcelona, con casi 400 partidos como azulgrana en la d¨¦cada de los 70.
Mestalla tambi¨¦n ha vivido remontadas ¨¦picas. Asensi siempre recordar¨¢ los octavos de final de la Copa del Rey, en la 78-79. El Bar?a gan¨® en la ida 4-1, pero el cuadro ch¨¦, empujado por un estadio enrabietado, volte¨® la eliminatoria y venci¨® 4-0, con un gol de Felman en la pr¨®rroga. ¡°Ese partido siempre estar¨¢ en mi recuerdo¡±, argumenta Asensi, quien vivi¨® una an¨¦cdota curiosa con una aficionada del Valencia: ¡°Siempre que iba a jugar contra el Valencia, hab¨ªa una se?ora mayor esper¨¢ndome a que bajara del autob¨²s para mostrarme una pancarta en la que pod¨ªa leerse: ¡®Asensi, renegat (renegado)¡¯. La mujer nunca me perdon¨® que siendo de Alicante y de la Comunitat hubiese firmado por el Bar?a y no estuviese en el Valencia¡±. Eso tambi¨¦n formaba parte de Mestalla, de esa intimidaci¨®n centenaria.
Hasta la mejor Real Sociedad de todos los tiempos, la bicampeona de Liga en las temporadas 80-81 y 81-82, sufri¨® en el estadio del Valencia. L¨®pez Ufarte, uno de los mejores jugadores de la historia del equipo donostiarra y clave en aquellos t¨ªtulos, recuerda el paso por Mestalla y la inquietud de su afici¨®n por marcar el territorio desde el principio. ¡°Es un estadio que siempre me trajo buenos recuerdos, sobre todo por su afici¨®n. Era una grada impaciente y pens¨¢bamos que si aguant¨¢bamos los primeros minutos, se pod¨ªan poner nerviosos y pod¨ªamos ganar. Es un campazo. Era de esos estadios en los que sab¨ªas que iba a costar llevarse los puntos. Es un campo de verdad, de los que le gusta jugar al futbolista, con la gente apretando y las gradas muy cerca. El empuje era tremendo. Aquel Valencia, en su estadio, jugaba bien en ataque y luego rascaba en defensa¡±, afirma L¨®pez Ufarte.
El delantero talentoso de la Real que todav¨ªa conserva en su cuerpo alguna herida de guerra de su paso por Mestalla. ¡°Recuerdo que Carrete me segu¨ªa por todas las partes del campo. En Atocha, casi se mete en el t¨²nel de vestuarios conmigo. Luego, tambi¨¦n me queda alguna entrada de recuerdo de Castellanos a la altura de la cabeza¡±, bromea L¨®pez Ufarte.
Javier Casta?eda, en el top-3 de jugadores con m¨¢s partidos en la historia de Osasuna, ensalza la caldera de Mestalla. Y lo asegura un tipo que cada 15 d¨ªas viv¨ªa un ambiente caliente en El Sadar. Pero a¨²n as¨ª, el estadio del Valencia era otra historia. ¡°All¨ª siempre era complicado conseguir alg¨²n punto. Daba gusto jugar con ese ambiente porque te crec¨ªas. Encima, tuve la suerte de coincidir un par de veces en Fallas y eso todav¨ªa era m¨¢s caliente. Hab¨ªa un ambientazo incre¨ªble¡±, dice Casta?eda, mito de Osasuna en la d¨¦cada de los 80.
Los partidos contra el Atl¨¦tico siempre fueron calientes en Mestalla. No hay nadie mejor para recordar batallitas que Adelardo Rodr¨ªguez, hasta hace muy poco el jugador con m¨¢s partidos en la historia del Atl¨¦tico. Koke Resurrecci¨®n cogi¨® su testigo hace unos meses. ¡°Mestalla es un estadio muy bonito donde el f¨²tbol se vive de una forma muy especial. Siempre me llam¨® la atenci¨®n la cantidad de aficionados de Valencia capital y de toda la Comunidad que se reun¨ªan en Mestalla para estar al lado de su equipo, un equipo puntero que ha logrado grandes t¨ªtulos¡±, afirma Adelardo.
El pacense, a sus 83 a?os, todav¨ªa recuerda una ocasi¨®n clara que fall¨®. Igual fue el miedo esc¨¦nico de Mestalla: ¡°Era m¨¢s dif¨ªcil mandarlo por alto que meterlo. En lugar de impulsar el bal¨®n hacia la red lo toqu¨¦ con el tobillo y se fue por encima del larguero¡±. Pero lejos de aquel gol, Adelardo se dej¨® en Mestalla a?os de vida por el sufrimiento y objetos personales: ¡°Como an¨¦cdota, nunca me olvidar¨¦ del primer partido que jugu¨¦ en Mestalla. Era el a?o 1960 y despu¨¦s del partido hab¨ªa un espect¨¢culo en el campo. Tuvimos la oportunidad de verlo desde la grada. La sorpresa fue que al llegar al hotel me di cuenta de que hab¨ªa extraviado el reloj de pulsera. Una an¨¦cdota que siempre recuerdo a mis amigos valencianos¡±.
Jos¨¦ ?ngel Iribar, una de las leyendas del Athletic y de nuestro f¨²tbol, tampoco lo pas¨® bien. El portero que todo lo paraba sufri¨® en Mestalla. El ¡®Chopo¡¯, tras 614 partidos como le¨®n, s¨®lo logr¨® un triunfo en el estadio del Valencia. En 15 ocasiones visit¨® Mestalla y sali¨® victorioso en una de ellas. Palabras mayores. Iribar jam¨¢s olvidar¨¢ el coliseo blanquinegro porque su leyenda empez¨® a forjarse en la capital del Turia.
¡°Tengo el recuerdo de que cog¨ª all¨ª la titularidad y perdimos 2-1. Me sali¨® un buen partido, la verdad. Es un recuerdo muy especial. Me vienen a la cabeza Pepe Claramunt y Mario Kempes. De alt¨ªsimo nivel. El primero, compa?ero de Selecci¨®n y el segundo, un gran goleador. Tambi¨¦n Guillot, un gran nueve. Y no me quiero olvidar de Waldo y su peligro para el lanzamiento de faltas, salvaba la barrera con efectos incre¨ªbles. Mestalla es uno de los campos con un gran ambiente, de mucha exigencia¡±, afirma Iribar, quien a sus 80 a?os tiene muy frescos aquellos partidos en Mestalla en los 60 y los 70, cuando en Mestalla retumbaban las tracas a la salida del equipo y s¨®lo ol¨ªa a p¨®lvora.
Mestalla tambi¨¦n ha sufrido. El estadio se ha llevado decepciones importantes a lo largo de su centenario. L¨®gico. Por mucho que la grada empujase, muchos sue?os se rompieron en la Avenida de Suecia. Uno de los m¨¢s recientes, el de la Europa League en 2014. El Sevilla, con aquel gol de Stephan Mbia en el descuento, enmudeci¨® la caldera. Las l¨¢grimas invadieron Mestalla. Tambi¨¦n la nostalgia porque el equipo se qued¨® a segundos de disputar la final de la Europa League aquel 1 de mayo de 2014.
Pablo Blanco, el segundo jugador con m¨¢s partidos en la historia del Sevilla por detr¨¢s de Jes¨²s Navas, ya llevaba unos a?os retirado cuando lleg¨® aquel ¡®Mbiazo¡¯. ¡°Recuerdo que all¨ª jugu¨¦ uno de los primeros partidos con el Sevilla. Me llam¨® mucho la atenci¨®n la ciudad, el campo y la relaci¨®n que ten¨ªamos con ellos. Sevilla y Valencia se llevaban bien hasta el d¨ªa de Mbia. Pienso que desde aquel gol se han deteriorado un poco las relaciones¡±, afirma Pablo Blanco, quien tiene un recuerdo cari?oso hacia Mestalla al impactarle las ¡°sillas de enea que decoraban los palcos¡± en su ¨¦poca.
Alfonso P¨¦rez Mu?oz deja su testimonio en color. El delantero disfrut¨® y sufri¨® Mestalla con las camisetas del Madrid, Barcelona y Betis, donde dej¨® un legado. ¡°Mestalla siempre ha sido de los campos m¨¢s dif¨ªciles para cualquier equipo. He jugado con el Betis, Bar?a y Madrid y siempre era complicado ganar all¨ª. Tiene una afici¨®n que aprieta mucho y es muy exigente con sus jugadores. Es una pena la situaci¨®n actual porque era uno de los equipos punteros. Tiene una afici¨®n incre¨ªble. Era de los campos m¨¢s dif¨ªciles y donde m¨¢s ambiente hab¨ªa cuando llegabas a jugar como visitante¡±.
Y as¨ª, testimonio tras testimonio, Mestalla siempre pes¨® para los rivales. Respeto y sufrimiento antes de visitar el campo del Valencia. D¨¦cada tras d¨¦cada, se repite la misma historia. Y ya van 100 a?os.