El Real Valladolid se desangra a domicilio
Por cuarta vez en la temporada perdi¨® puntos en los ¨²ltimos minutos, a lo que a?ade las cuatro goleadas recibidas.
El postrero y merecido gol de Tete Morente del pasado s¨¢bado fue, para el Real Valladolid, como la tostada que cae siempre al suelo del lado de la mermelada; como el martillo de Murphy aplicando una ley no escrita, pero s¨ª sufrida. Signific¨® la constataci¨®n de que al conjunto blanquivioleta le volv¨ªa a pasar lo de otras salidas, de que cuando, juega fuera de casa, el rendimiento, as¨ª lo constatan los n¨²meros, baja respecto de los que consigue en Zorrilla, donde es mejor que equipos como la Real, el Rayo u Osasuna en sus territorios.
Los ocho puntos obtenidos como for¨¢neos por los vallisoletanos les convierten en el cuarto peor equipo a domicilio, superando a Valencia, Elche y Almer¨ªa, si bien a esta condici¨®n se le a?aden otras como el hecho de ser el tercer conjunto que m¨¢s encaja (25 tantos), solo menos que Almer¨ªa y Elche, y el segundo equipo que menos marca, empatado con Valencia y Elche a ocho goles. De estos, adem¨¢s, cabe recordar que tres fueron en Getafe y que su cero inicial se mantuvo hasta el final en ocho de doce partidos, por tanto, dos tercios.
Con todo, la sangr¨ªa va por actos, con diferentes momentos en los que al Real Valladolid le ha costado mantener el tipo ante sus rivales. Por un lado, ante Barcelona, Osasuna y Atl¨¦tico de Madrid recibi¨® dos o m¨¢s goles en la primera mitad, losa que luego no ser¨ªa capaz de levantar. Por otro, Elche fue el cuarto rival que le reba?¨® puntos en su casa en los diez minutos finales m¨¢s el tiempo complementario, despu¨¦s de que el Sevilla le empatara en el 86¡ä, de que el Girona le ganara en el 88¡ä y el Mallorca hiciera lo propio en el 94¡ä.
A esto, incluso, se le podr¨ªa a?adir que el Espanyol anot¨® por mediaci¨®n de Joselu en el 78¡ä. O que cuatro de las diez derrotas se produjeron por tres goles o m¨¢s, como sucedi¨® en el Camp Nou, en San Mam¨¦s, en el Metropolitano y en Bala¨ªdos. Ciertamente, el empate en Elche se puede considerar un mal menor, pero mal, al fin y al cabo, habida cuenta de que el cuadro ilicitano encajon¨® al vallisoletano durante muchos minutos y realiz¨® hasta 24 disparos, diez de ellos a porter¨ªa, la mayor penitencia del curso, puesto que solo el Bar?a le tir¨® tanto, pero haci¨¦ndolo en una ocasi¨®n menos entre los tres palos.