El RCDE Stadium y su ¡°Van Basten¡±
El Espanyol consigue su primera victoria en el RCDE Stadium gracias a la sociedad Oliv¨¢n-Joselu. El delantero logra su s¨¦ptimo tanto y la plantilla se libera.
Instante decisivo. No es una cuesti¨®n de cantidad, sino de calidad. No hay que centrar mucho, sino bien, en el momento justo, como hace Brian Oliv¨¢n, que se prodiga incansable por la izquierda siempre que puede y siempre con tino, como un cirujano. Lo que pas¨® en C¨¢diz se repiti¨® en el RCDE Stadium y le sirvi¨® para darle una victoria que son tres a un Espanyol abocado al empate ante un ordenado Valladolid. Donde no lleg¨® el juego colectivo, lo hizo esta peque?a sociedad que se busca en los entrenamientos y que le ha dado la victoria al Espanyol. Centra Oliv¨¢n, remata Joselu. Gol. Tres puntos bals¨¢micos.
La soluci¨®n a un problema. Sudaron los de Diego Mart¨ªnez, que ya escuchaban el runr¨²n en la grada a menos de 20 minutos para el final del partido. El Valladolid del exjugador perico Pacheta, ovacionado en las presentaciones, cari?oso con su pasado en Sarri¨¤ en la sala de prensa, control¨® bien a Joselu y le cerr¨® las puertas del ¨¢rea a los blanquiazules, de rosa por primera vez en casa en solidaridad con el D¨ªa Mundial en la Lucha contra el C¨¢ncer de Mama. El Espanyol hab¨ªa dominado por momentos pero no finalizaba, se estaba descosiendo por las p¨¦rdidas de Vinicius y el cansancio de algunos de sus jugadores y el bal¨®n llegaba con m¨¢s frecuencia al ¨¢rea de Lecomte. El t¨¦cnico gallego movi¨® el banquillo para dar ox¨ªgeno justo a tiempo para amarrar tres puntos vitales. Antes, hab¨ªa tomado otras decisiones previas, tambi¨¦n determinantes.
El laboratorio de Diego. Despu¨¦s de los excelentes 25 minutos del Espanyol en la segunda parte ante el C¨¢diz, cuando se puso 1-2 y pudo sentenciar el partido, Diego Mart¨ªnez decidi¨® repetir el 4-4-2 con Joselu y Puado en punta. Ante la falta de recursos y la necesidad de variar sus ideas iniciales, el t¨¦cnico es ahora mismo un qu¨ªmico en el laboratorio probando f¨®rmulas. La probeta dio resultado aunque el equipo sigue con sus problemas, pero lo que se esperaba era la victoria. El Espanyol dej¨® la porter¨ªa a cero aunque no encontr¨® fluidez en ataque, demasiado dependiente de la cabeza de Joselu, las piernas de Oliv¨¢n y el cerebro de Darder. Los pocos elementos que casan entre s¨ª. De ellos nacieron las mejores ocasiones de un partido cual pel¨ªcula de domingo tarde hasta el 1-0. Pero s¨ª se vio a un Espanyol m¨¢s racional, equilibrado. Un punto de partida que con la victoria sabe mejor.
La puerta salvada. Tambi¨¦n espera que lo sea Lecomte, finalmente el portero escogido por Mart¨ªnez para defender la meta durante todo el curso.. de momento. Seguro con los pies, sac¨® una buena mano abajo y no tuvo mayores problemas. 90 minutos para ganar confianza, como la del equipo, que acab¨® el encuentro sacando saques de banda en el c¨®rner y perdiendo tiempo. Todo era una heroicidad para la parroquia perica, ansiosa de corear por fin una victoria que se estaba resistiendo m¨¢s de la cuenta. Se celebr¨® en la grada y en el c¨¦sped como una clasificaci¨®n europea. Los jugadores se lanzaron al suelo, los t¨¦cnicos se abrazaron y acabaron todos en la zona de la Grada Canito. Una fiesta que dur¨® unos minutos y que debe servir de trampol¨ªn.
La pregunta. Es la realidad del Espanyol, que juega cada partido al l¨ªmite de sus posibilidades y que celebra con ese ¨ªmpetu el 1-0 ante el Valladolid. Fue una liberaci¨®n. De Lecomte, de Diego Mart¨ªnez y del mal fario en el RCDE Stadium. Ahora toca crecer y construir, pero el camino no ser¨¢ ¡°de vino y rosas¡±. ?Hasta d¨®nde podr¨¢ llegar este Espanyol?