El medio campo se queda corto
En este plantel de oro y diamantes, falta un Kroos y cada semana es m¨¢s evidente. Nadie se acerca a sus siete pases largos y 95% de acierto.

Imaginen a este mismo Madrid, pero con Kroos. Debe haber alguna realidad paralela en la que el alem¨¢n, al escuchar aquel ¡°si se retira tendr¨¢ huevos, car¨¢cter¡± de Ancelotti, pens¨® que no, que car¨¢cter ser¨ªa quedarse, aun sabiendo que la cosa pr¨¢cticamente s¨®lo puede empeorar. Debe haber alguna realidad paralela en la que Toni sigue vistiendo el 8 del Madrid, como debe haber alguna en la que Kolasinac no lesiona a Jes¨¦, o Hazard hace temporadas de 40 goles en Chamart¨ªn. Pero aqu¨ª, tambi¨¦n se est¨¢ desviando el tiro. En una realidad con Kroos, todo es m¨¢s f¨¢cil. Porque siempre lo era. Y este Madrid, a¨²n imperfecto a primeros de octubre, lo est¨¢ echando m¨¢s de menos de lo que se imaginaba.
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Tiene un centro del campo repleto de talento. Valorado en 557 millones y envidia del mundo. Con m¨²sculo, velocidad y llegada. Con veteranos y noveles. Con todo... o casi todo. Porque le falta una figura que sea calma y precisi¨®n. Que haga correr menos y volar m¨¢s. A este Madrid le falta un jugador al que acudir en momentos de presi¨®n y al que aferrarse para pausar. Eso era Kroos. El futbolista que mov¨ªa el bal¨®n de lado a lado sin precipitarse, capaz de protagonizar unos pases largos dignos de Tom Brady y, a la vez, terminar con un 95% de acierto general. Y sin despeinarse. Literal.

Radiograf¨ªa de Lille
Ante el Lille fue especialmente sintom¨¢tico. Hay dos datos que lo resumen a la perfecci¨®n: Kroos promediaba siete pases largos por partido, con casi un 90% de acierto en este sentido. Nadie tan siquiera se acerca a esa cifra. Bellingham intent¨® cinco (s¨®lo dos buenos), Tchouameni, bis (tres acertados), como Valverde (dos correctos). Camavinga, cuatro (tres aciertos, el que mejor porcentaje ostenta de los mencionados). Querer no es poder. Pero no queda aqu¨ª. La mera presencia de Kroos garantizaba dos ocasiones por partido. Esas corr¨ªan de su cuenta. Son las mismas que gener¨® el Madrid en todo el partido ante el Lille (sin contar los centros laterales, a la desesperada, en la recta final).
Se sab¨ªa que no hab¨ªa otro Kroos. Lo preocupante es que nadie est¨¢ siendo capaz de, siquiera, acercarse un poco a lo que hac¨ªa el alem¨¢n. Tchouameni no es fino con el bal¨®n y Camavinga, similar. M¨¢s remo que tim¨®n. Pocos reproches se pueden hacer a Valverde y Bellingham, quienes est¨¢n ejerciendo sus funciones de manera sobresaliente... pero de quienes se ha demostrado que en ser relevos de Toni, tampoco encajan. Modric, el que m¨¢s ha parecido poder acercarse, tiene que medir sus apariciones a lo Federer. Con mucho mimo. G¨¹ler brilla m¨¢s pegado a la banda o en el enganche que con la batuta y a Ceballos, a¨²n se le espera esta temporada.

¡®Kroos¡¯, Trending Topic
Amanece un 3 de octubre y una de las palabras que m¨¢s repite el madridismo es ¡®Kroos¡¯. S¨ªntoma preocupante. A Jorge Manrique le han adjudicado durante siglos aquella frase de ¡°cualquier tiempo pasado fue mejor¡±. Resulta que con los a?os se ha demostrado que no fue suya. Y llegado a este punto, en ausencia de autor¨ªa, hay quien por Chamart¨ªn la entona con a?oranza. Sabedor de que el Madrid persistir¨¢ y seguir¨¢, porque siempre trasciende a sus jugadores. Tambi¨¦n a Kroos. Pero que lo que podr¨ªa estar siendo este equipo con Toni... qui¨¦n sabe. Tal vez los de la realidad paralela a la que les haya tocado. Sean del equipo que sean, deben estar disfrutando. Con ¨¦l, se hac¨ªa. Aqu¨ª, las cosas est¨¢n como est¨¢n. Claras. Y a la vez borrosas.
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